Mayor presupuesto para el museo Timoteo Navarro

Mayor presupuesto para el museo Timoteo Navarro

El arte es, sin duda, una de las expresiones más nobles del ser humano. Desde tiempos remotos este sintió la necesidad de expresar su interioridad, de reflejar el entorno que los rodeaba o de contar historias a través de dibujos y pinturas en las cuevas, donde vivía. Con el paso de los siglos, sintió la necesidad de concentrar para del saber en un lugar que se denominó museos. El primer museo, fundado alrededor del 290 A.C. en Alejandría (Egipto) por Tolomeo I Sóter, era un edificio importante donde se reunían los sabios y eruditos que eran mantenidos por el Estado. En la Edad Media, las iglesias y los monasterios europeos conservaban valiosas joyas, estatuas, manuscritos y reliquias de los santos. En el siglo XVII comenzaron a perfilarse los museos de un modo parecido a los que conocemos en la actualidad.

El más importante de Tucumán es el Museo Timoteo Navarro, cuya colección está conformada por alrededor de 700 obras, de destacados artistas como Lino Spilimbergo, Benito Quinquela Martín, Ramón Gómez Cornet, Pompeyo Audivert, Gramajo Gutiérrez, Luis Lobo de la Vega, Ezequiel Linares, Pedro Figari y José Nieto Palacios, entre otros.

En 2016 cumplirá un siglo de existencia. Fue creado por la naciente Universidad Nacional de Tucumán como la Sección Bellas Artes el 18 de junio y comenzó a funcionar en la calle 24 de Septiembre 871. Ello permite dar una idea de la importancia que las autoridades de la casa de altos estudios, inaugurada en 1914, le daban al arte. Según se indica en sitio web del Museo Navarro, en 1922, este dejó de depender de la UNT y en 1931 fue trasladado a avenida Sarmiento 655. En 1941 pasó a depender de la Comisión Provincial de Bellas Artes. El 1957 se trasladó a la Casa de Nicolás Avellaneda en Congreso 56, y pasó a depender del Consejo Provincial de Difusión Cultural. En 1977, durante la época de la dictadura militar, se creó la Dirección General de Cultura y el Museo pasó a depender de este organismo; fijó su sede en calle 9 de Julio 44. En 1975 se lo había bautizado con el nombre de “Lola Mora”. El 30 de junio de 1986, por la ley 5.780 se le cambió el nombre por el de “Timoteo Eduardo Navarro”, uno de los pintores destacados que dio nuestra tierra.

En nuestra edición del lunes pasado dedicamos un amplio espacio al Timoteo Navarro, que el 18 de junio festejará 99 años con una exposición que mostrará las vicisitudes por las cuales atravesó el organismo. Se indica también que uno de los principales problemas sigue siendo la falta de presupuesto que genera incertidumbre a la hora de planificar exposiciones o ciclos. Ese sería también el motivo por el cual las producciones propias son menos frecuentes, según señalan los artistas.

En los últimos años hubo un movimiento significativo en el museo, como la llegada de exposiciones de Goya y de Picasso, así como un criterio de mayor apertura para realizar retrospectivas de pintores actuales que cuentan con una destacada trayectoria. Es necesario avanzar, por ejemplo, en la obtención de un mayor presupuesto no sólo para encarar ciclos, sino también para la restauración de obras del patrimonio de la institución, o en asegurar esas piezas que lo integran, varias de las cuales tienen un alto valor económico. Por otro lado, se deberían programar en forma permanente visitas de colegios secundarios, con una intención didáctica, así como darles continuidad a los salones de arte en las distintas especialidades, que tradicionalmente han prestigiado a nuestra provincia. No se trata sólo de exhibir, sino de formar un público para las artes plásticas, porque si estas no llegan a la comunidad pierden su sentido fundamental, que es la comunicación con el otro.

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