Mora Godoy: "escuché a Piazzolla y algo fuerte me pasó"

Mora Godoy: "escuché a Piazzolla y algo fuerte me pasó"

Entrevista a la bailarina que trae al Mercedes Sosa un show que cosecha aplausos en escenarios del mundo.

TÉCNICA Y PASIóN. Mora Godoy posee un claro estilo personal: la fusión que aggiorna el tango y emociona. moragodoy.com TÉCNICA Y PASIóN. Mora Godoy posee un claro estilo personal: la fusión que aggiorna el tango y emociona. moragodoy.com
“Es el mismo show que traemos de China y presentamos en Mar del Plata en el verano”, explica Mora Godoy sobre la presentación de esta noche en el teatro Mercedes Sosa.

- ¿Cómo se estructura?

- No hay una historia, como sí había en Chantecler, el musical. Este es fácil de armar y desarmar, un show en que se van entrelazando los números, desde lo más tradicional hacia lo más moderno, pasando por Piazzolla, mucho tango electrónico, que me encanta y que acerca mucho más a los jóvenes. Tiene mucho virtuosismo técnico.

- ¿Cuántos bailarines integran Mora Godoy Tango Company?

- Somos diez bailarines y uno o dos del grupo de Malambo.

- ¿En qué momento te diste cuenta de que no bailarías sólo tango? (ella viene del ballet clásico)

- Cuando bailaba en el Colón, escuché a Piazzolla y algo fuerte me pasó. No lo empecé a estudiar entonces, pero me movilizó mucho. Después tomé clases de tango y tuve la suerte de entrar a Tango por dos, una compañía con la que empecé a recorrer el mundo-. Eso me cambió la vida y el eje de la profesión porque empecé a pensar en la compañía; empecé a armar un musical que estrené en 2002.

- Tenés un estilo propio, personal. ¿Cómo lo definirías?

- Un nombre... no sé, porque es tango fusionado que no deja de tener fuerte raíz, y tiene que ver con influencias fuertes en mi formación. Mi maestra, Olga Ferri, siempre me dijo que a la música no hay que bailarla sino que hay que cantarla. Y no me lo olvido más, porque me enseñó a frasear el baile. Eso marca una diferencia muy grande, que es conjugar para poder fusionar; sirve para poder bailar jazz, o salsa-candombe. Tiene que ver con el sello de base que me impusieron mis maestros, lo más hermoso que me legaron.

- Se nota que disfrutás muchísimo: bailás hasta con el rostro. ¿Eso se puede enseñar?

- Es difícil. A bailar se enseña; a ser apasionado no, sos o no sos. Veo bailarines o bailarinas que sonríen todo el tiempo, y no se trata ni de estar serio ni enojado, ni tener la sonrisa automática porque te dijeron que hay que reír. Creo que la expresión en el rostro es la natural, te tiene que salir de adentro, y además tenés que estar relajado para bailar. Por más exigencia que pueda plantear una coreografía, a mí me gusta estar relajada con la cara y poder disociar lo que está pasando en las piernas de lo que pasa en el rostro. Pero eso, a ver, el sentimiento, no se enseña.

- ¿Qué te produce la devolución de la emoción que le infundís al público?

- Ganas de seguir siempre.

- De todo el repertorio tanguero que vas explorando, ¿qué bailarías siempre y qué dejarías de bailar?

- “Quejas de bandoneón” ya no lo bailo porque lo bailé tantos años que ya lo dejo descansar. Bailaría siempre, aunque no forma parte de este show, “Gallo ciego”. Tampoco dejaría de bailar nunca “Libertango”.

- ¿Y en autores, tenés preferidos?

- Piazzolla y Pugliese encabezan la lista.

- Quiero ver bailar “La Yumba”.

- ¡Bailo un pedacito ahora!

- ¿Que bailás cuando no bailás tango? ¿O no bailás nada?

- Me gusta la cumbia; la salsa me encanta, la música de boliche... pero lo que más me divierte es la cumbia.

- Elegí una.

- ¡El bombón asesino! El año pasado la bailé en ShowMatch.

- ¿Qué te dejó la incursión en el show de Tinelli?

- Mucha popularidad; mucho afecto; llegar a lugares de mi país que ni imaginaba. Estoy muy agradecida de haber participado.

BAILAN HOY

• A las 22, en el Teatro Mercedes Sosa (San Martín 479)

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