Paenza: “cada uno busca la estadística que mejor le conviene”

Paenza: “cada uno busca la estadística que mejor le conviene”

 LA GACETA / FOTOS DE INÉS QUINTEROS ORIO LA GACETA / FOTOS DE INÉS QUINTEROS ORIO
Adrián Paenza se ha convertido en la cara mediática y popular de la ciencia argentina. Su conocimiento encantó de manera masiva con el paso de los años, sea a través de su incursión en el periodismo o su innovadora enseñanza de la matemática. El doctor en Matemática ha escrito casi un libro por año, viene dando charlas en distintos lugares del mundo y sus productos televisivos “Científicos Industria Argentina” y “Alterados por Pi” marcaron la diferencia.

En la semana, el conductor salió de Capital Federal -vive también en Estados Unidos- y se movió por algunas ciudades del norte argentino, entre ellas, San Miguel de Tucumán, para grabar ediciones de la producción para escolares que se emite en el canal “Encuentro”. Llegó a la capital tucumana el miércoles con una hora de retraso, lo que hizo pensar que la “exactitud” y la “puntualidad” tiene más que ver con “la voluntad optimista”. Su primera presentación fue en una conferencia pública y combinada. Un sol primaveral, maestros, ingenieros, científicos y la prensa lo esperaron para intercambiar ideas y visiones. En el salón no sólo habló de la educación, la nueva manera de enseñar y los desafíos, sino también del “país que observa”.

“Quiero vivir en un país donde haya más igualdad y que haya más solidaridad. Socializar el conocimiento. Si logramos hacer eso vamos a estar un poco mejor, donde todo el mundo coma, donde todo el mundo se eduque, todo el mundo tenga trabajo. Es el modelo de país que yo quiero (...) No sé si voy a vivir (y llegar a ver ese modelo en su totalidad), pero vamos a llegar. Tengo confianza y hay mucha gente pugnando en este momento para romper los esquemas en donde hay una elite que accede a todo y otro grupo de personas que se queda mirando y excluida”, dijo.

La mirada de Paenza resaltó la implementación de los programas educativos, científicos y sociales, aplicados desde 2003, cuando inició la gestión de Néstor Kirchner y prosiguió la de Cristina Fernández, como la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, “Encuentro”, los recursos destinados al Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), el plan “Conectar Igualdad” y la Asignación Universal por Hijo (AUH), entre otros.

Las preguntas envolvieron al invitado de Buenos Aires en el Centro de Innovación e Investigación para el Desarrollo Educativo, Productivo y Tecnológico (Ciidept), ubicado en avenida José Ingenieros al 200. En particular, respecto de su línea de conocimiento. Paenza, un cultivador de la relación entre los números y el aprendizaje, enfatizó que “se está moviendo mucha gente” para destacar la participación de diferentes sectores, y que el resultado de esas acciones se verá “explotar en cualquier momento”. “Por eso, quisiera correrlo de la coyuntura de pensar en las elecciones de octubre”, recalcó. Estuvo acompañado por la ministra de Educación local, Silvia Rojkés.

Si bien dijo que pensaba que no iba a vivir en una etapa como la actual., confesó: “Me siento orgulloso de formar parte, no de un gobierno porque no formé parte de ninguno, y no porque me hubieran faltado oportunidades, pero no quiero dedicarme a eso (por la política). Quiero vivir como lo estoy haciendo ahora”, manifestó.

¿Y la estadística?

El doctor en Ciencias Matemáticas remarcó que es una dificultad hablar de matemática y emparentarla con “números”. “Si esa así, los adultos tenemos problema entonces. ¿Cuál es la definición de hacer matemática? Estar en búsqueda de patrones de forma, de movimiento… Todo lo que tenga que ver con un patrón, hay algo de matemática involucrada”, consideró.

¿Qué margen de error puede tener una estadística, relacionada al modelo de un país del que se quiere y las políticas sociales? Ante esa consulta de un periodista, Paenza respondió: “la estadística puede tener el mismo margen de error que se tolera usted mismo. Depende también de la buena fe. Cada uno busca la estadística que mejor le conviene”.

“Hay que estar muy mal nacido para no determinar ni advertir que en el país algo cambió en la última década: en tema de educación, ciencia y tecnología e inclusión social, más allá del tinte político del que se mire. Pero si uno es generoso en la observación, es injusto no advertir lo que ha pasado. Para atrás viví, para adelante no se cuánto viviré. El hecho que exista un canal ‘Encuentro’ es algo muy significativo; un plan como ‘Conectar Igualdad’ también lo es. Eso ya marca una tendencia. Hubo gente que nos mandó a lavar los platos; ahora se mira de manera diferente. El ministro de Economía (Axel Kicillof) es un investigador del Conicet”, prosiguió.

Paenza había propuesto, justamente, al funcionario nacional “como presidente”, una forma de reforzar la influencia de los científicos en el país. Lo había hecho días atrás en una entrevista exclusiva con el diario La Nación y en momentos en que se planteaba una gran polémica por la falta de estadística oficial de la pobreza, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

El titular de la cartera económica había dicho, inclusive, que no conocía el número de pobres que hay en la Argentina, aunque el Gobierno sí media las necesidades básicas insatisfechas (NBI). Por otro lado, algunas consultoras y entidades académicas, como la Universidad Católica Argentina (UCA) dieron a conocer sus mediciones sobre la pobreza, lo que cuestionó el kirchnerismo.

“Hay una diferencia”

El periodista recordó su primer encuentro en la Casa Rosada con el entonces presidente Kirchner, en diciembre de 2003. No había sido la primera charla entre ambos. “Me dijo que estaba preocupado porque los becarios del Conicet ganaban $ 800 y que era poco dinero. Conocí a todos los presidentes electos, no los militares, y no sé si todos sabían… Que había Conicet, supongo que sí; que había becarios en el Conicet, no estoy tan seguro, y que había becarios en el Conicet, que cobraban poco y que les interesara hacer algo…”, contó. Relató que en marzo de 2004 volvió a la Casa Rosada. “Cuando entré, Kirchner me vio y me dijo ‘Adrián, te dije que era poco lo que cobraban y había que hacer algo’. Había aumentado de $ 800 a $ 1.200 el sueldo. Y no había una carpa blanca esperándolo afuera y pujando para que aumentará los sueldos. Desde ese lugar, hay una diferencia”, remarcó.

Paenza comentó que con periodistas de Buenos Aires que se dedican a la difusión de la Ciencia, elaborarán un petitorio dirigido a los candidatos a presidente para que se comprometan a sostener el Ministerio de Ciencia como tal y sus políticas. “Y si es posible, con el ministro (Lino Barañao) incluido. Vamos a decir de esa forma, frente a la coyuntura del gana o pierde, de (Mauricio) Macri, (Sergio) Massa, (Florencio) Randazzo y (Daniel) Scioli, o los que fueren, que no podemos todo el tiempo empezar de cero. Nos cuesta trabajo construir”, remarcó el conductor, marcando así que la Ciencia ha sido el valor agregado de la gestión “K”.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios