Buscaban a la familia de una desaparecida y hallaron a una víctima del terrorismo de Estado

Buscaban a la familia de una desaparecida y hallaron a una víctima del terrorismo de Estado

Los dos periodistas termenses que encontraron a Albina Sánchez llegaron a la casa en la localidad rural de Taquello preguntando a los vecinos.

PERIODISTA. Eduardo Carrizo espera que la difusión de la historia de Albina sirva para ayudar a la familia. LA GACETA / ALVARO MEDINA PERIODISTA. Eduardo Carrizo espera que la difusión de la historia de Albina sirva para ayudar a la familia. LA GACETA / ALVARO MEDINA
22 Mayo 2015
"Santos nunca volvió, pero Albina vive ahí", les dijo un vecino de la pequeña localidad rural a 13 kilómetros de Las Termas de Río Hondo, y los jóvenes periodistas Eduardo Carrizo y Nicolás Salvi olieron que allí había una noticia.

Fueron, buscaron y encontraron a una persona a la que se creía desaparecida, que nunca había hecho la denuncia de que había sido víctima del terrorismo de Estado ni que su hermano continuaba desaparecido.

Gracias a ellos y a la publicación en "Voces de Río Hondo", la historia de Albina Sánchez y de su hermano, Santos, salió a la luz y ahora la Justicia prepara una investigación sobre su caso.

"Preparábamos el primer número del periódico para marzo y, en coincidencia con la conmemoración del Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, planificamos hacer una nota sobre los desaparecidos de Las Termas, un tema del que nunca se habló mucho", cuenta Carrizo.

El primer paso fue pedir en la oficina local de Derechos Humanos los nombres de las personas desaparecidas, para buscar a sus familiares y preguntarles qué recordaban de sus seres queridos secuestrados por la dictadura. El responsable, Carlos Ansaldi, les proporcionó un listado de ocho personas.

"Primero fuimos a Mansupa, donde vive la familia de Francisco Ismael Serrano, un chico que -como tantos otros santiagueños, en esa época- fue a trabajar en la zafra, a Tucumán. Ellos nos hablaron de otra familia en Taquello, a pocos kilómetros", recuerda Eduardo.

Como los nombres de Albina y Santos figuraban en el listado que tenían en mano, partieron a buscar a la familia. Después de internarse entre calles de tierra, por caminos que se bifurcan, sin señales ni indicaciones, llegaron a un conjunto de casas, donde los atendió una mujer, que resultó ser Albina. "Al principio se negó a reconocer que era ella. Parecía asustada", relata Eduardo.

Fue Lucrecia, la madre de Albina, quien rompió el hielo, cuando escuchó que nombraban a su hijo: "'Ustedes saben algo de Santos', nos preguntó. Así fue que nos contaron la historia: que son gente de campo, que como tantos otros fueron a la zafra, que cuando volvían de trabajar los militares los pararon para pedirles documentos y que no entendían qué delito habían cometido. No se imaginaban la situación política que vivía el país en ese momento".

Héctor Carbajal, abogado de la secretaría de Derechos Humanos de Santiago, les confirmó que los Sánchez no figuran como desaparecidos en la Conadep. "Hay gente que, por miedo nunca denunció, o que no sabe cuáles son sus derechos y sus historias quedaron también desaparecidas", consignó.

"Es un orgullo haber podido sacar a la luz este caso y que haya trascendido. Como medio autogestionado, con trabajamos con nuestros recursos, nuestros teléfonos, transporte propio, imprimimos con nuestra plata -relató el periodista y locutor-. Esperamos que además sirva para ayudar a esta familia que sufrió tanto".

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