Cartas de lectores
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22 Mayo 2015

ALPEROVICH Y LOS JUBILADOS

A punto de concluir su mandato, el gobernador José Alperovich se retirará dominado por tremendo e inexplicable desprecio y encono con los jubilados y pensionados provinciales transferidos, que lo llevó a incumplir la sentencia de la Corte Suprema sobre movilidad y porcentualidad de los haberes jubilatorios y su propia ley N° 7652 comprensiva de la asignación mensual para cubrir tal concepto y que no se aplica desde setiembre de 2009, pese a sus reiteradas manifestaciones de respetar y acatar estrictamente la ley y la justicia. Resulta por tanto, lamentables que quien aspira a continuar ligado a la vida pública comarcana, persista en burlar los derechos legales y humanos de casi 14.000 beneficiarios que si no fuera por el paliativo de la movilidad nacional, estarían sumidos en espantosa miseria y abandono de persona. Cabe entonces implorar al Altísimo para que nuestro gobernante recapacite y supere el resentimiento con nuestro sector y ordene una merecida reparación.

Marcelo A. Venecia
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MARÍA

El tango “María” fue escrito por Cátulo Castillo en 1945; la música pertenece a Aníbal Troilo y fue grabado el 9 de octubre del mismo año por Troilo, cantando Alberto Marino. Treinta años más tarde, un 18 de mayo, Troilo cerró sus ojos como metido en un tango y se fue. El país lloró su partida, los amigos nos abrazamos diciendo: “ya sé, no me digas tenés razón, la vida es una herida absurda”. Pero quedó en pie el tango, sus melancólicos versos describen a una muchacha perdida entre urbanos grises de la lluvia, hacen que el tango entre y salga del misterio. El porteñismo reivindicaría al tango, quizás fue Pichuco quien le habría propuesto a Cátulo diciéndole: “hay tantos tangos con nombres de minas francesas... qué te parece si hacemos uno con el nombre de la Virgen”. Amanda Pelufo, esposa de Cátulo, dijo que fue una imaginación de su marido y que el título lo sugirió Zita, esposa de Pichuco, ya que ella se llamaba María. Varios lustros después, aparece una mujer que dice ser la María del tango y la protagonista de aquel paisaje triste desmayado de amor, en esas calle teñida de romance, también el sombrerito pobre y el tapado marrón, que el otoño había humedecido de agonía, junto a esos ojos que eran puertos que guardaban ausentes un horizonte de sueños y un silencio de flor, curando esa fiebre desteñida de amor y un paisaje de melancolía, que llovía, llovía sobre su corazón...

Julio Mohfaud
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ZAFRAS DEL PASADO

El artículo del doctor Páez de la Torre (h) sobre las zafras del pasado, es realmente emocionante por su carácter rememorativo, más aún cuando recuerda un poema de Manuel Aldonate a quien tuve el gusto de conocer y con quien compartí algunas noches de bohemia. Para aportar a esta recordación y de tener algún valor poético, transcribo uno mío, escrito, entre otros, allá por la década de 1960: ”Zafra”: “El relampagueo de los machetes/ se ve en el campo verde/. Corta la caña/ que ante la filosa hoja cede/ resignada./ Todo es laboreo; sólo los perros duermen/ esperando que sus amos vayan/ a consumir la ya fría comida/ que escondida en el cañaveral/ aguarda/. Los obreros arrugan sus poros/ por el frío de la madrugadora helada/ pero ellos le hacen caso omiso./ Pues hombres, mujeres y niños/, están curtidos./ Ya viene el carro/ arrastrado por mulas disfrazadas con riendas/ dejando tras de sí, nubes terrenales./ Lo cargan y antes de emprender la vuelta/ hombres y mulas descansan./ Parte ya el carro/ tambaleante por la desnivelada huella./ Ya se van levantando de nuevo las nubes/ hacia la fábrica humeante que dolorida ruge./ Dulce es la carga/ dulzor nacido de la amargura/ que su verdugo ostenta./ Se va el carro. Lleva la riqueza;/ queda la pobreza”.

Ramón Humberto Acosta
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VIOLENCIA DE GÉNERO

Desde tiempos inmemorables, las mujeres fuimos sometidas a los malos tratos: acoso callejero, acoso laboral, acoso conyugal, violación, asesinato, descalificaciones de toda índole. Este flagelo afecta a todas las clases sociales y no es exclusivo de los hombres. las mismas mujeres, criadas en una sociedad patriarcal y machista, hacen uso y abuso del maltrato hacia sus congéneres. Estamos enfermos, estamos violentando la identidad de las féminas con modelos imposibles de seguir, mientras endiosamos y admiramos los cambios de géneros. Nos creemos superados al aplaudir que un niño tenga tres padres y nos reímos de un botón presidencial. Entonces, ¿qué te parece si nos ponemos de acuerdo? Y te estoy hablando a vos, hombre, a vos, mujer, a vos, joven, a vos... despertá. Mirá a tu alrededor. No somos propiedad de nadie, no tenemos, por tradicion, que seguir aguantando el acoso, el golpe, la descalificación. No merecemos que nos injurien, nos insulten, nos griten... hagamos algo... a vos, político o aspirante a político, ponete las pilas, trazá un plan, ¡hacé algo! Cada 35 horas muere una mujer en la Argentina. Hay una marcha el próximo mes que se denomina: “Ni una menos”. Yo diría que mejor sería: ¡Ni una muerta más!

Graciela Ronveaux
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EL JUEZ FAYT

No voy a entrar a juzgar la salud del juez Carlos Fayt, pero le tendrían que caber las generales de la ley como a cualquier laburante, que a partir de los 65, puede quedarse un año más en su trabajo y automáticamente cesa en sus funciones. La ley debería ser seria y pareja más allá de sus funciones, pero para los jueces es una ley a perpetuidad. Me parece algo fuera de lugar.

Osvaldo Arrieta
Calle 7 N° 4.219
Villa Mariano Moreno-Tucumán



UNA NOCIÓN DE PATRIA

Quiero felicitar al periodista Gustavo Martinelli por su artículo “Una noción de patria” (Panorama Tucumano del 19/5). Inserta una poesía de Mario Benedetti para plantear una noción de patria intimista y profunda. Sus líneas finales merecen ser repetidas para quienes no leyeron el artículo: “La patria es todo nuestro universo. Es acto y potencia. Lo que somos y también lo que podemos llegar a ser. El patriotismo es, sencillamente, hacer bien lo nuestro y hacerlo útil para los que nos rodean. Y eso no depende de una escarapela, sino de una noción superior: el humanismo. Esto también debería entrar en juego a la hora de poner nuestro voto en la urna”. Personalmente, me hizo evocar dos poesías sobre el tema, que tengo cuidadosamente encarpetadas con otras. Una de Fernando Sánchez Sorondo titulada “Mi patria es una palabra”, publicada en la Sección Literaria del 12/10/86. Curiosamente, fue criticada en esta sección por algún lector que no la captó. Dice: “Mi patria es una palabra,/ ponerse de pie el 9 de julio en un cine/ entonando el pobre himno nacional,/ enojarse con los teléfonos y las colas,/ son también las estrellas absortas del campo,/ el limpio olor de la tierra tan sola,/ las ediciones de los libros que se atrasan/ poniéndonos en su lugar: qué apuro hay,/ el tono moral a lo Viejo Vizcacha/ por el que a Borges y Perón se los reconoce compatriotas,/ los antepasados de la nada,/ los fatigosos exiliados que vuelven,/ un sol que ni Grecia, una pronunciación/ más francesa que en Francia, más inglesa que en Londres,/ un idioma tanto más lindo que el de España,/ el esnobismo como único fervor verdadero,/ el tedioso país del psicoanálisis,/ felizmente mi patria son también los inmigrantes/ a quienes les debemos las caras más lindas y aglomeradas/ en el accidente de la primavera en la vía pública”. Que la patria es todo nuestro universo, como dice Martinelli, está expresado magistralmente por el mexicano José Emilio Pacheco en esta breve poesía titulada “Alta traición”. Dice: “No amo a mi patria./ Su fulgor abstracto es inasible./ Pero (aunque suene mal) daría la vida/ por diez lugares suyos, cierta gente,/ puertos, bosques de pinos, fortalezas,/ una ciudad deshecha, gris, monstruosa,/ varias figuras de su historia,/ montañas (y tres o cuatro ríos)”. Las poesías calan hondo y hacen pensar. Después de todo, poesía y filosofía son inseparables.

José E. Santillán
Lizondo Borda 1.137
San Miguel de Tucumán



VERGONZOSO EPISODIO

Soy corresponsal extranjero discapacitado. Respecto de Scioli, me pregunto por qué se burlan de nosotros, los discapacitados. En mi condición de corresponsal extranjero y escritor discapacitado repudio el vergonzoso episodio de la Biblioteca Nacional. No entiendo cómo los “intelectuales” allí reunidos pudieron llegar a esa situación y menos en ese lugar. Que el ministro Florencio Randazzo haya cometido un acto fallido lo acepto. Somos humanos y todos cometemos errores. Lo que no puedo admitir es que ante las carcajadas que originaron sus dichos ese candidato presidencial se riera alegremente, exultante, sin intentar serenar los ánimos. Por lo menos, Ricardo Forster tuvo la dignidad de reconocer su error y de disculparse. Que el gobernador Daniel Scioli ejerza un cargo público del mayor nivel es admirable. Y que se postule a la presidencia del país es el mayor incentivo que podemos recibir los que padecemos una discapacidad. Es un ejemplo real y concreto de lo que se puede alcanzar con voluntad y perseverancia. Nos demuestra que no hay obstáculos infranqueables y que todo es posible. Incluso para nosotros. Recibir burlas y carcajadas de un público que se autodefine como educado y culto es doblemente ofensivo. Para el gobernador Scioli, en particular, y para todos los que somos discapacitados en general. Por el bien de nuestro país espero que algo así nunca más se repita. Todavía hay tiempo para pedir disculpas. Que personalmente no dudaré en aceptar.

Rodolfo Compte

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TRAIDOR

Leí en LA GACETA del 19/5 las declaraciones a la prensa del señor gobernador y, de verdad, me sorprendieron. Dijo que “el que traiciona una vez, traicionará siempre”, palabras que claramente iban dirigidas al intendente. Además manifestó que la unión de Cano con Amaya es un rejunte, que no representan a nadie y que fracasarían como De La Rúa. Realmente, creo que está nervioso por este tema, toda vez que pareciera no recordar que él sí traicionó al radicalismo ya que pasó algunos años por sus filas, y llegando a ser legislador. Y aún recuerdo haberlo visto, a él y a su esposa, corriendo por la avenida Catamarca desde la sede radical hasta el cruce con Corrientes, simplemente para darle un beso a “Chupete”, como ellos le llamaban a De La Rúa, que iba en la caravana de su campaña final en 1999. O sea que también avaló a la Alianza. Muchas veces el temor a una derrota pone nerviosos a los hombres y no miden sus palabras; yo le recomendaría que se callara.

Enrique Julio Ortega

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EL ACUERDO UCR-PRO

Cuanto más lo analizo menos entiendo dicho acuerdo. La UCR, el partido de más vieja data (centenario), el que más presidentes ofrendó al país, gobernaciones, intendencias, con una ideología definida y constante, frente a estos valores comparativamente y patrimonio político. El PRO porcentualmente representa el 0.5%, apenas 12 años de existencia y el único cargo electivo ejecutivo es el de jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La CC, “cero’’, salvo que computemos las denuncias récords que merece un Guinness. No entiendo cómo la UCR puede despreciar y desprestigiar así su espacio político; los dirigentes no tienen derecho a suscribir tal acuerdo. Considero que una convención no es suficiente por más que sea el máximo órgano político; y los afiliados, militantes y simpatizantes que a lo largo y lo ancho del país son millones, ¿qué? Para tomar tan trascedente decisión, ¿no hubiera sido necesaria una compulsa general? Sigamos analizando: la UCR trascendió los límites de un partido político, en la actualidad, es parte de la historia nacional contemporánea (aún no escrita), con seguridad los presidentes de la República que ejercieron en la segunda mitad del siglo pasado ocuparán una forma relevante en ella; me refiero a Frondizi, el gobierno que históricamente en cuatro años produjo el mayor desarrollo económico/social; Illia, el gobierno de mayor transparencia y estabilidad (cero corrupción); Alfonsín, el restaurador de la democracia por siempre y para siempre y por su firme posición frente a la cúpula militar, los sentó en el banquillo, se los acusó y condenó, gracias a ello se terminaron los golpes militares y hoy vivimos en plena democracia. No es casual que en Sudamérica también se hayan terminado los golpes de Estado. Paradójicamente, parte de los factores que integran el acuerdo, son los mismos que derrocaron a Frondizi e Illia y no dejaron gobernar a Alfonsín. Con estos acuerdos espurios llegamos a los fracasos políticos, luego decimos que el pueblo no sabe votar, o ¿cada pueblo tiene el Gobierno que se merece? Categóricamente, ¡no! El que fracasa es el gobernante; el pueblo nunca se equivoca, lo defraudan. Recordemos a Menem, confesó públicamente que ‘’si decía lo que iba a hacer nadie me hubiera votado’’; ’’síganme no los voy a defraudar’’. Para ir terminando, quiero expresar cómo Perón entendía las alianzas políticas: que se adhieran todos los partidos afines, pero de ideología no se discute y menos las decisiones y resoluciones del Consejo Directivo del PJ, los cargos serán de acuerdo con lo aportado por cada aliado. ¿Alguno se imagina a Perón dirimiendo una interna con Alsogaray o cualquier otro líder político? Seguro que no. La UCR por sus antecedentes políticos no tiene derecho y no debe ceder y claudicar sus banderas, al menos por respeto a Illia, Frondizi y Alfonsín.

Juan Carlos Bernard
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AFICHES PROSELITISTAS

Hace un tiempo leí que “los políticos perdieron la ética y los principios”. Al llegar a mi casa, me doy con que llenaron las paredes del frente con afiches promocionando la candidatura a gobernador del personaje que dijo esa frase. Tratando de mejorar mi calidad de vida y la de mis vecinos, hace un tiempo, con mucho sacrificio hice la vereda, revoqué nuevamente la pared, y nos unimos con los vecinos para limpiar la cuadra de Félix de Olazábal 1.681. Sé que falta, pues estoy tratando de terminar, pero se nota que es una obra en construcción reciente. Si para tratar de conseguir un cargo, este candidato va a pisotear el esfuerzo de los demás, Dios nos libre de políticos de su talla y de todo aquel que con palabras hacen mucho y que con sus hechos dicen tan poco.

Augusto Huergo
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EL CABALLO

El domingo pasado, conversando con un señor octogenario respecto al caballo, me decía, entre otras cosas, lo siguiente: “Cincuenta años atrás había matorrales y fangales en los que tiraban los caballos para sacar al hombre de algún apuro, puesto que desde las 3 de la mañana llevaban la verdura al mercado y hacían el reparto de leche y de pan. En ese tiempo, se traía hacienda desde El Chaco hasta Tucumán. Los caballos hicieron historia en Argentina. Estos hacían pasear al gobernador en coches llamados berlinas Se construyeron ciudades gracias al esfuerzo de este noble animal. Ha sido servicial hasta para los turistas. Con un caballo bien ensillado el hombre presumía a las chicas, era compañero de aventuras y respondía al silbido con el que se lo llamaba. Con este se sacaba agua para hacer adobe para construir las casas. Se sembraba, se tiraba el arado, se lo usaba para carreras cuadreras, se hacían los acompañamientos fúnebres (blancos para los niños, negros para los adultos). Antes de que se hicieran los caminos el caballo recorría las huellas y a través suyo, se unían los barrios nacientes de Tucumán. Con él se ganaron guerras, nuestros próceres los exhiben. En las estaciones de trenes, el caballo era el que tiraba el medio de transporte, servicio que hoy se brinda en automóviles. Entonces, el propietario hacía dormir al animal bajo techo, lo tenía bien dormido y bien bañado. Por eso, al caballo hay que quererlo mucho, ya que es como un familiar más. Pero los tiempos modernos fueron signando su desaparición, la que se llora porque era amigo, compañero y ayudante en el trabajo, principal actividad del hombre. A quienes aún cuentan con él, vaya mi consejo: tiene que estar bien alimentado, a la mañana, al mediodía y a la noche con una buena ración de alfalfa y agua, y hay que bañarlo. Su buena salud la determina su alimentación. Y no hay que olvidarse de la yegua que posee la misma fortaleza para el trabajo y, por lo tanto, merece las mismas atenciones. Actualmente, ambos deberían ser mejor cuidados y más valorados, y protegidos del maltrato con mayor rigor de parte de las autoridades”.

Daniel Chávez
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