Urge un plan integral para las escuelas de montaña

Urge un plan integral para las escuelas de montaña

La falta de infraestructura adecuada en las escuelas de montaña siempre ha sido una de las grandes asignaturas pendientes del Estado provincial. Pero, desde hace poco más de tres tres años, este déficit se ha vuelto imposible de aguantar. Así lo puso de manifiesto un grupo de vecinos de Tafí del Valle y de El Mollar, que días atrás hicieron una protesta en la plaza de la villa para pedir una solución integral para todas las escuelas de la zona. El problema principal es la ausencia de calefacción durante la época invernal, cuando la temperatura en el valle suele rozar los 15 grados bajo cero.

Esta situación comenzó a plantearse hace tres años. En las escuelas del departamento Tafi del Valle, históricamente el ciclo lectivo era el de alta montaña (comenzaba en agosto y concluía en mayo). Pero, en 2011, con la resolución N° 336, el Ministerio de Educación de la provincia unificó el período escolar (de marzo a diciembre), para varias escuelas, bajo la promesa de acondicionar los establecimientos para que los chicos puedan soportar las gélidas temperaturas invernales.

Esta modalidad comenzó a regir en 2012 y, desde entonces, las escuelas del valle (primarias, secundarias, terciarias y nocturnas) se encuentran en las mismas condiciones. Es decir, sin haber sido acondicionadas con lo mínimo indispensable: aislación de cañerías para que no se congelen, provisión de agua caliente, calefacción y energía eléctrica adecuada.

La situación es crítica en algunas escuelas como la N° 28, ubicada en el centro de Tafí del Valle, donde las pocas estufas que hay no dan abasto. Y, si se prenden todas al mismo tiempo, colapsa la instalación eléctrica. El gas, en tanto, está reservado para el comedor donde cada uno de los 565 alumnos debe desayunar, almorzar y merendar todos los días. El garrafón, que deben pagar los padres por cooperadora, no alcanza para otra cosa. Y, como en el valle no hay red de gas natural, la cuestión se complica enormemente. En estos tres años de funcionamiento con el ciclo escolar de marzo a diciembre sólo se consiguió dotar a las escuelas de ventiladores. Algo que los padres consideran una burla ya que el frío es una constante casi todo el año.

Así las cosas consideramos imprenscindible que, de una vez por todas, se tome en serio la problemática que afecta a las escuelas de montaña. La falta de infraestructura no sólo atenta contra la integridad física de los alumnos, sino que amenaza con socavar el mismo sistema educativo. Los padres piden que el Ministerio de Educación permita a los establecimientos del valle regresar al anterior ciclo lectivo especial, que aseguraba a los chicos una mayor integración con sus familias. Pero las autoridades aún no han dado una respuesta y seguramente no la darán este año.

La lógica pareciera indicar, entonces, que desde el Ministerio se debería disponer de un plan integral de revisión y puesta en marcha de un sistema de calefacción adecuado a las necesidades, de manera de dar tranquilidad y seguridad a todos los alumnos. Incluso en caso de hacerlo, los directivos de cada edificio no deberían resignar su rol y verificar la calidad de los trabajos realizados. La falta de una red de gas podría subsanarse con la utilización -cada vez más difundida- de los ecológicos paneles solares, que además de efectivos y económicos son ecológicos. Sólo es cuestión de que las autoridades se tomen el trabajo de llevar adelante un plan de contingencia, porque ya termina mayo y las bajas temperaturas no tardarán en llegar.

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