La droga extiende sus redes en barrios vulnerables

La droga extiende sus redes en barrios vulnerables

Según un informe de la Universidad Católica Argentina creció un 50 % la venta de estupefacientes en zonas socioeconómicas bajas. El relevamiento mostró un incremento entre 2010 y 2014. En Tucumán aseguran que el Gobierno llevó a los profesionales al lugar de residencia de los adictos.

MITO URBANO. Dicen que las zapatillas colgando de los cables marcan el territorio de los “dealers” en barrios. adictos.mobi.com MITO URBANO. Dicen que las zapatillas colgando de los cables marcan el territorio de los “dealers” en barrios. adictos.mobi.com
20 Mayo 2015
“El acceso al consumo de sustancias psicoactivas parece estar vinculado a que ‘los niños viven en la calle, fuera del control de sus padres, y son presa fácil para los intermediarios’”, afirmó la Universidad Católica Argentina (UCA) en el informe sobre el narcotráfico y las adicciones que presentó el martes, en el que concluyó que la venta de drogas en los barrios se incrementó un 50% entre 2010 y 2014, sobre todo en aquellos con situaciones de vulnerabilidad social.

El estudio comparativo determinó también que el registro de la venta de drogas es mayor en los barrios con falta de presencia policial, en los que creció del 39% al 54% en igual período.

“En los barrios pobres la presencia policial es más ineficiente”, observó el rector de la UCA, monseñor Víctor Fernández, y recordó que el papa Francisco había advertido sobre el riesgo de la “mexicanización” de la Argentina y la necesidad de medidas para prevenir el avance del narcotráfico.

El primer informe del Barómetro del Narcotráfico y las Adicciones en la Argentina advirtió que la venta de drogas en los barrios se incrementó un 50% entre 2010 y 2014, llegando este reconocimiento al 45% en los hogares urbanos.

El relevamiento incluyó a San Miguel de Tucumán, aunque el informe publicado en la página web no discrimina los datos por ciudades ni regiones.

Trabajo precario

El informe sostuvo que el narcotráfico tiene mayor poder de penetración en barrios con presencia de actividades laborales precarias o de inactividad entre personas en edad activa que no estudian, y de condición socio-residencial más vulnerable.

“La adicción severa a las drogas se duplica en los hogares con un jefe que se incluye en la clase trabajadora marginal, en tanto que el alcoholismo se triplica en comparación con las familias en que el jefe se posiciona en un sector medio profesional”, versa en el informe.

El arzobispo Fernández presentó el informe junto con el coordinador del Observatorio de la Deuda Social Argentina, Agustín Salvia, quien detalló los resultados de la investigación en un acto en el campus universitario de Puerto Madero.

Un problema de 20 años

Salvia dijo que el agravamiento del narcomenudeo no es un problema nuevo, sino de las dos últimas décadas, aunque aseguró que en los últimos años la situación pasó a ser de desborde.

El responsable del Barómetro advirtió que el abuso de las drogas termina creando un entorno inestable y muchas veces de violencia, “especialmente en los niños que son influenciados y afectados por el comportamiento de los padres”.

En ese sentido, Salvia puntualizó que las consecuencias más frecuentes suelen ser el desempleo, la deserción escolar y una alta incidencia de conflictos y violencia en el núcleo familiar.

El informe del Barómetro del Narcotráfico y las Adicciones ofreció recomendaciones finales; entre ellas aseguró que la lucha contra el narcotráfico “no puede fundarse en una acción represiva sobre las víctimas ni sobre los eslabones más precarios de la cadena sino que debe centrarse y extremar su esfuerzo en erradicar las organizaciones delictivas, circuitos económicos y políticos que protegen y promueven la venta y consumo de drogas ilegales”.

Barrios tucumanos

El secretario de Prevención de las Adicciones de la provincia, Lucas Haurigot Posse, explicó que desde el año pasado crearon grupos terapeúticos que concurren diariamente a los barrios con esta problemática. “Antes los chicos que consumían drogas no llegaban a los centros de salud. Ahora son los profesionales los que se acercan a ellos, directamente al lugar en el que residen”, aseguró el licenciado.

Haurigot Posse se excusó de opinar sobre el informe de la UCA ya que no lo conocía en detalle. “Lo que puedo decir es que la línea de acción es estar en los barrios. Es lo que la gente demandaba y lo que la problemática desafiaba”, expresó el funcionario. “Abrir las puertas de los consultorios, estar en los barrios y contener desde ahí”, agregó.

Actualmente en la Costanera hay 60 chicos que están bajo tratamiento terapeútico, sin tener que salir del barrio para asistir a una clínica o a un hospital, informó la secretaría de Prevención de Adicciones. “Son adolescentes y jóvenes, el más chico de 14 años y el más grande de 21. Esa es la franja etaria más crítica porque psicológicamente es una etapa de cambios, del descubrimiento del mundo y en función de eso es un terreno apto para el consumo de drogas”, explicó Haurigot Posse.

“La droga no entra a cualquier persona porque sí, hay muchos factores: un chico débil de autoestima que nunca logró integrarse a un grupo, un chico con dificultades en la relación con su familia donde la figura paterna está borrada o hay una mamá que sobreprotege. Esos son terrenos fértiles para que la marihuana, la cocaína o la pasta base peguen y queden”, sintetizó.

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