Los violentos tienen el camino despejado para actuar

Los violentos tienen el camino despejado para actuar

Sorpresa. Eso provocó el fallo de la Conmebol. Nada de lo que se dijo en las 36 horas previas se reflejó en la resolución final. Al bochorno que se vivió el jueves en La Bombonera, ahora hay que agregarle esta desatinada medida. Lejos de cerrarse uno de los episodios más negro del fútbol argentino, la herida queda abierta y pronto se escribirán nuevos capítulos de violencia en estadios argentinos.

Esta mancha será difícil borrar. Esta vez, Boca quedó en el ojo de la tormenta pero los violentos están en todos lados. El ataque a los jugadores de River sucedió en La Bombonera y, como club organizador, el anfitrión es responsable.

Pero detrás de la responsabilidad de los organizadores, hay culpables que siguen libres cuando ya tendrían que haber sidos detenidos y puesto a disposición de la Justicia. Es necesario que se los interrogue para saber porque lo hicieron: ¿fue un pase de factura para los dirigentes del club; una interna de la barra, una maniobra política o un acto de locura? Interrogantes que deben tener respuesta. Despejadas las dudas habrá que juzgarlos y condenarlos.

Pero lo que resulta sencillo en otros países, es una utopía en Argentina. Incidentes, agresiones, heridos y hasta muertos son moneda corriente en nuestro fútbol. Sin embargo, aquí nadie va preso. Y como nadie paga por sus actos, el resto se siente con derecho para hacer lo mismo. La cadena, en lugar de cortarse, suma eslabones.

El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, dijo que el operativo de seguridad fue exitoso. Hubo 1.200 efectivos de la Policía Federal. ¿Lo dijo en serio? Los culpables del ataque a los jugadores de River se fueron del estadio sin problemas. Pasaron casi tres días y no hay novedades. El mensaje es claro. Los violentos tienen vía libra para actuar. Ellos nunca van preso. Y si alguien piensa que agredir a futbolistas profesionales es el punto máximo al que se puede llegar, se equivoca. Ellos ya se están preparando para establecer un nuevo récord en esta loca carrera. Nada los detendrá. El camino sigue despejado para ellos.

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