05 Mayo 2015
No se precisaron los ajustes de escalas en función de cada salario
El tributarista Luis Comba aseguró que de los anuncios del Gobierno sobre las reducciones de Ganancias no surge claramente qué tipo de ajuste se llevará a cabo con la medida. “Sólo se han conocido ejemplos de cómo serían los cambios en las escalas. Es decir, lo que paga hoy un trabajador y lo que pagaría con el reajuste. Esto implica supuestas reducciones estimadas entre el 18% y el 69% del monto del impuesto”, explicó.
"Cualquier cambio, por mínimo que sea, es una mejora para los contribuyentes”
El especialista dividió los problemas del Impuesto a las Ganancias en dos áreas. Por un lado, puso los montos actuales del mínimo no imponible, la deducción especial y las cargas de familia. Por otro lado, señaló a las escalas del tributo. “Un ajuste serio debería contemplar ambas situaciones. Pero cualquier cambio, por mínimo que sea, representa una mejora para los contribuyentes”, consideró en diálogo con LA GACETA.
“Elevar el mínimo no imponible ayudaría a todos los trabajadores”
Comba observó que los motivos por los cuales el Estado no eleva el mínimo no imponible se debe a que sólo quiere beneficiar a los trabajadores de menores ingresos. “Aumentado el mínimo no imponible se beneficiarían todos. Sin embargo, en modificaciones previas, se crearon distintas escalas de deducciones y se afectó de manera diferente a los contribuyentes”, subrayó el experto.
“Este cambio en las escalas no implica un reconocimiento de la inflación”
El tributarista afirmó que este ajuste de las escalas de Ganancias no implica un reconocimiento de la inflación por parte del Gobierno. “De existir este reconocimiento, las escalas deberían crecer significativamente para todos los contibuyentes. En 2000, una renta anual de $ 10.000, que equivalía a U$S 10.000, pagaba el 9% de Ganancias. Hoy, una renta anual de $ 100.000, que equivale a U$S 10.000, paga cerca del 30 %”, argumentó.
“Ganancias no es un tributo equitativo, el gobierno debe darle racionalidad”
Comba afirmó que, en la teoría, el Impuesto a las Ganancias determina un resultado de manera similar para todos y luego aplica una tasa progresiva. “Es imprescindible que el Estado le de racionalidad a Ganancias. Un contribuyente que en 2003 ganaba $ 10.000, hoy no paga el impuesto aunque gane $ 50.000. Si ese contribuyente ganaba $ 16.000 en 2003, y hoy gana $ 25.000, debe tributar. Por esto no es un tributo equitativo”, insistió.
“Las deducciones personales no cubren la capacidad contributiva”
Por último, el tributarista señaló que la rebaja en Ganancias, que dispuso el Gobierno, es una pérdida de recaudación. Sin embargo, recalcó que los valores actuales de las deducciones personales no cubren un mínimo de la capacidad contributiva. “Entones la pregunta no debería ser si se pierde o no recaudación, sino cuál es el umbral por debajo del cual el Estado, que se precie de justo, no debería cobrar Ganancias”, finalizó Comba.
El tributarista Luis Comba aseguró que de los anuncios del Gobierno sobre las reducciones de Ganancias no surge claramente qué tipo de ajuste se llevará a cabo con la medida. “Sólo se han conocido ejemplos de cómo serían los cambios en las escalas. Es decir, lo que paga hoy un trabajador y lo que pagaría con el reajuste. Esto implica supuestas reducciones estimadas entre el 18% y el 69% del monto del impuesto”, explicó.
"Cualquier cambio, por mínimo que sea, es una mejora para los contribuyentes”
El especialista dividió los problemas del Impuesto a las Ganancias en dos áreas. Por un lado, puso los montos actuales del mínimo no imponible, la deducción especial y las cargas de familia. Por otro lado, señaló a las escalas del tributo. “Un ajuste serio debería contemplar ambas situaciones. Pero cualquier cambio, por mínimo que sea, representa una mejora para los contribuyentes”, consideró en diálogo con LA GACETA.
“Elevar el mínimo no imponible ayudaría a todos los trabajadores”
Comba observó que los motivos por los cuales el Estado no eleva el mínimo no imponible se debe a que sólo quiere beneficiar a los trabajadores de menores ingresos. “Aumentado el mínimo no imponible se beneficiarían todos. Sin embargo, en modificaciones previas, se crearon distintas escalas de deducciones y se afectó de manera diferente a los contribuyentes”, subrayó el experto.
“Este cambio en las escalas no implica un reconocimiento de la inflación”
El tributarista afirmó que este ajuste de las escalas de Ganancias no implica un reconocimiento de la inflación por parte del Gobierno. “De existir este reconocimiento, las escalas deberían crecer significativamente para todos los contibuyentes. En 2000, una renta anual de $ 10.000, que equivalía a U$S 10.000, pagaba el 9% de Ganancias. Hoy, una renta anual de $ 100.000, que equivale a U$S 10.000, paga cerca del 30 %”, argumentó.
“Ganancias no es un tributo equitativo, el gobierno debe darle racionalidad”
Comba afirmó que, en la teoría, el Impuesto a las Ganancias determina un resultado de manera similar para todos y luego aplica una tasa progresiva. “Es imprescindible que el Estado le de racionalidad a Ganancias. Un contribuyente que en 2003 ganaba $ 10.000, hoy no paga el impuesto aunque gane $ 50.000. Si ese contribuyente ganaba $ 16.000 en 2003, y hoy gana $ 25.000, debe tributar. Por esto no es un tributo equitativo”, insistió.
“Las deducciones personales no cubren la capacidad contributiva”
Por último, el tributarista señaló que la rebaja en Ganancias, que dispuso el Gobierno, es una pérdida de recaudación. Sin embargo, recalcó que los valores actuales de las deducciones personales no cubren un mínimo de la capacidad contributiva. “Entones la pregunta no debería ser si se pierde o no recaudación, sino cuál es el umbral por debajo del cual el Estado, que se precie de justo, no debería cobrar Ganancias”, finalizó Comba.
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