05 Mayo 2015
HERIDO. Walter Gatti tiene 18 años y permanece detenido en la comisaría de Alderetes; en su brazo izquierdo tiene una profunda herida cortante. LA GACETA / FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO
“Me ha hincao” (sic). Eso fue lo último que logró balbucear Carlos Alberto Gatti antes de desmayarse en el interior de su casa. Su madre, al escucharlo y verle el pecho ensangrentado, corrió a la calle gritando y pidiendo ayuda. Walter Alejandro Gatti, su otro hijo, huía hacia la oscuridad del pasaje Alurralde; había apuñalado a su hermano.
El asesinato ocurrió ayer a la madrugada en el asentamiento Unión, en Alderetes. “Me había levantado a las cuatro para buscar la camioneta en la que salgo a hacer el reparto de carne. Cuando paramos frente a la casa, la vi a mi mamá que salía gritando. No sabía qué pasaba y ella me dijo: ‘miralo a tu hermano; está tirado en el suelo’. Lo único que hice fue entrar a la casa, alzarlo y meterlo en la camioneta para llevarlo al dispensario”, explicó Hugo Daniel Gatti, de 23 años, otro de los hermanos de la víctima.
Fuentes de la investigación indicaron que, como el agresor todavía no había prestado declaración, desconocían ayer si se había producido una pelea entre ambos hermanos. Sin embargo, sospechaban que la víctima había intentado defenderse debido a que el homicida presentaba un profundo corte en un brazo.
Sin signos vitales
Al llegar al CAPS de Alderetes, según dijeron los familiares de Carlos, que tenía 17 años, los profesionales que estaban de guardia dormían. “El policía no las podía despertar a la doctora y a la enfermera. La ambulancia estaba ahí pero nos decían que tenía que venir otra ambulancia”, agregó el hermano de la víctima.
El director de la Policlínica Alderetes, Juan José Kasiañuk, dijo que es habitual que los profesionales que están de guardia duerman cuando no tienen pacientes. Pero aclaró que la médica y la enfermera sí asistieron a la víctima quien, según un informe clínico, llegó sin signos vitales al CAPS.
Kasiañik también remarcó que cuentan con todos los elementos necesarios para reanimar a un paciente convaleciente, pero que Gatti había recibido una herida mortal que -según el informe- le causó la muerte a las 5. Hugo Gatti dijo que ya habían sufrido un ataque similar de su hermano: “el año pasado él me había apuñalado en el pecho a mí. Pero me salvé porque me atendieron rápido”.
Walter Gatti tiene 18 años. Fue detenido ayer por los policías de Alderetes y está alojado en la comisaría de esa ciudad.
Síndrome de abstinencia
María de los Ángeles Suárez, tía de la víctima, contó que Walter consumía “paco” y que el año pasado estuvo internado cinco meses en la clínica de rehabilitación “Las Moritas”. “Pero cuando salió volvió a drogarse. Cuando no consumía se ponía muy agresivo”, recordó.
El secretario de Estado de Prevención y Asistencia de las Adicciones, Lucas Haurigot Posse, dijo que el “paco” daña el sistema nervioso, causando agresividad y pérdida de control en los impulsos.
El asesinato ocurrió ayer a la madrugada en el asentamiento Unión, en Alderetes. “Me había levantado a las cuatro para buscar la camioneta en la que salgo a hacer el reparto de carne. Cuando paramos frente a la casa, la vi a mi mamá que salía gritando. No sabía qué pasaba y ella me dijo: ‘miralo a tu hermano; está tirado en el suelo’. Lo único que hice fue entrar a la casa, alzarlo y meterlo en la camioneta para llevarlo al dispensario”, explicó Hugo Daniel Gatti, de 23 años, otro de los hermanos de la víctima.
Fuentes de la investigación indicaron que, como el agresor todavía no había prestado declaración, desconocían ayer si se había producido una pelea entre ambos hermanos. Sin embargo, sospechaban que la víctima había intentado defenderse debido a que el homicida presentaba un profundo corte en un brazo.
Sin signos vitales
Al llegar al CAPS de Alderetes, según dijeron los familiares de Carlos, que tenía 17 años, los profesionales que estaban de guardia dormían. “El policía no las podía despertar a la doctora y a la enfermera. La ambulancia estaba ahí pero nos decían que tenía que venir otra ambulancia”, agregó el hermano de la víctima.
El director de la Policlínica Alderetes, Juan José Kasiañuk, dijo que es habitual que los profesionales que están de guardia duerman cuando no tienen pacientes. Pero aclaró que la médica y la enfermera sí asistieron a la víctima quien, según un informe clínico, llegó sin signos vitales al CAPS.
Kasiañik también remarcó que cuentan con todos los elementos necesarios para reanimar a un paciente convaleciente, pero que Gatti había recibido una herida mortal que -según el informe- le causó la muerte a las 5. Hugo Gatti dijo que ya habían sufrido un ataque similar de su hermano: “el año pasado él me había apuñalado en el pecho a mí. Pero me salvé porque me atendieron rápido”.
Walter Gatti tiene 18 años. Fue detenido ayer por los policías de Alderetes y está alojado en la comisaría de esa ciudad.
Síndrome de abstinencia
María de los Ángeles Suárez, tía de la víctima, contó que Walter consumía “paco” y que el año pasado estuvo internado cinco meses en la clínica de rehabilitación “Las Moritas”. “Pero cuando salió volvió a drogarse. Cuando no consumía se ponía muy agresivo”, recordó.
El secretario de Estado de Prevención y Asistencia de las Adicciones, Lucas Haurigot Posse, dijo que el “paco” daña el sistema nervioso, causando agresividad y pérdida de control en los impulsos.
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