Barrio Manantial Sur: Vivienda no puede precisar una fecha para el traslado

Barrio Manantial Sur: Vivienda no puede precisar una fecha para el traslado

"No puedo decir una fecha. Sería una irresponsabilidad de mi parte decir que tal día se van a trasladar", dijo Durán, interventor del IPV.

BARRIO MANANTIAL SUR. ARCHIVO LA GACETA  BARRIO MANANTIAL SUR. ARCHIVO LA GACETA
05 Mayo 2015
Cada minuto que pasa se vive como si fuera un día. Las familias evacuadas de las orillas de los ríos Muerto y Lules sienten que han transitado los dos meses más largos de sus vidas. Y la ansiedad por relocalizarse en las casas que les prometieron en El Manantial Sur sacude también los despachos de las autoridades provinciales y municipales, que sostienen que hay tiempos que no se pueden acelerar.

“No puedo decir una fecha. Sería una irresponsabilidad de mi parte decir que tal día se van a trasladar. Solamente puedo decir que estamos trabajando a full en ese tema, tratando de que salga todo lo más rápido posible”, dijo ayer Gustavo Durán, interventor del Instituto de la Vivienda (IPV).

El funcionario explicó que si bien las casas están listas, todavía falta conectar los servicios fundamentales: el agua, las cloacas y la electricidad. Además, se está realizando el tendido de gas, por lo que hay zanjas de hasta 1,5 metro de profundidad. “Además de los servicios, el barrio tiene que estar en condiciones porque tampoco vamos a poner en peligro a las familias”, señaló.

El pago de las casas

A los vecinos que ya fueron llamados para armar sus carpetas en Vivienda les solicitaron, entre otros documentos, boletas de sueldo en el caso que las tuvieran. Con esto creció la incertidumbre acerca de si deberán o no pagar por esas 250 casas que les fueron asignadas en el barrio 2.500 Viviendas, en Manantial Sur. Al respecto, Durán buscó tranquilizar a los beneficiarios: “tenemos un Decreto que habilita a que las personas que no pueden pagar por esas viviendas, no las paguen. Tenemos la facultad para evaluar cada caso. Pero más allá de eso, necesitamos pedir toda la documentación exigida por las normas nacionales para evaluar y tener registros de la gente que va a ir a vivir. Además no es nada complicado lo que se les pide: el que trabaja tiene su boleta de sueldo y el que no, no”, explicó. Además de boletas de sueldo, los vecinos comentaron que les pidieron certificados de buena conducta, documentos que, según el funcionario, componen todo trámite de asignación de viviendas en el IPV.

Respecto del pago, el Decreto de Necesidad y Urgencia N° 2/3 (ME), del 16/03/2015 hace referencia al pago de las casas en el caso de que los adjudicatarios tengan capacidad económica para hacerlo. Expresamente indica que el monto de las cuotas “no podrá afectar más del veinte por ciento (20%) de los ingresos del grupo familiar y el plazo de financiación no podrá superar las quinientas (500) cuotas, en el caso de que cuente con la capacidad económica para ello”. Caso contrario, “el saldo del precio no incluido en la financiación, como así también el precio del terreno si correspondiere y cualquier otro gasto no contemplado por la presente norma, deberá ser subsidiado por el Organismo de aplicación (el IPV)”.

Desde el Ministerio de Desarrollo Social continúan asistiendo a las familias que quedaron aisladas o perjudicadas por las inundaciones, pero poco pueden hacer para acelerar los trámites de aquellos que necesitan ser reubicados. Así lo expresó Beatriz Mirkin, titular de esa cartera. “Nuestra tarea en esos casos fue hacer el relevamiento e informar a Vivienda cuáles eran las familias que necesitaban traslado porque habían perdido todo. El cuidado de esas personas, puntualmente en Lules, Yerba Buena y Las Piedritas, quedó en manos de los respectivos municipios. Paralelamente, nosotros continuamos asistiendo a familias de toda la provincia y también seguimos trabajando en el mejoramiento de viviendas”, detalló la funcionaria.

Según la ministra, hace por lo menos un mes que han sido enviados los informes. “Pero entendemos que hay demoras porque faltan cosas de infraestructura y servicios”, dijo, al tiempo que remarcó el peligro que implica que familias como las del río Muerto vuelvan a sus casas, que quedaron al borde del barranco. “Es comprensible el apuro, es gente que no tiene dónde volver, pero las entregas en El Manantial no estaban previstas para tan pronto”, puntualizó e informó que en Lules, de las 48 familias a ser reubicadas, 45 aceptaron ir a El Manantial.

César Dip, intendente de Lules, explicó que desde el municipio se está ayudando a las familias a juntar los papeles que les solicitaron de Vivienda para completar las carpetas. También dio su opinión acerca de un eventual cobro por las nuevas casas: “me parecería injusto que algunos paguen por esas casas y otros no, porque todos han pasado por lo mismo. Perdieron todo. Llegado el caso, vamos a gestionar que se los exima del pago a todos por igual”, definió.

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