04 Mayo 2015
REUTERS
LAS VEGAS. - Mucho revuelo para nada. El duelo entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao calificado de “pelea del siglo” fue desde el punto de vista deportivo un combate del montón. Ya antes de darse a conocer el veredicto, el ganador, seguro del triunfo, saltó a las cuerdas del ring, pero fue abucheado por la mayoría de los 16.507 espectadores.
El extrovertido estadounidense ganó en Las Vegas el tan esperado combate multimillonario por puntos contra el filipino. Pero la “pelea del siglo” no mereció ni la expectactiva ni la histeria que provocó. El duelo quedará en la memoria por la astronómica suma de ingresos -hasta 400 millones de dólares- y no la calidad deportiva.
“Pelea de mierda”, fue el comentario del ex campeón mundial alemán Graciano Rocchigiani en una charla de expertos. Mucho más interesante que los 12 asaltos fue el desfile de celebridades, con las estrellas de Hollywood como Clint Eastwood y Leonardo Di Caprio, y con grandes del deporte como Steffi Graf y Andre Agassi.
Pero Mayweather, aun después del decepcionante espectáculo, no se mordió la lengua: “Nací ganador y moriré ganador. Voy diez pasos por delante de todo boxeador”, afirmó el campeón mundial. Pacquiao declaró en el mismo ring que se consideraba ganador.
Más sorprendente fue el anuncio del filipino de 36 años de que había boxeado lesionado en el hombro derecho. La petición, dos horas antes de comenzar la pelea, de que se le administrara un inyección para combatir la inflamación, fue rechazada por la Autoridad de Boxeo de Nevada, según Bob Arum, promotor del filipino.
“En el tercer asalto sentí un dolor en el hombro”, explicó Pacquiao, que encajó su sexta derrota en 65 combates. Su entrenador Fredie Roach agregó que su pupilo no pudo golpear de modo constante con su gancho de derecha porque la lesión se lo impedía.
Mayweather desechó las supuestas molestias de su rival y dijo que él había hallado el camino del triunfo con lesiones en manos y brazos. También sorprendió al anunciar que en breve renunciará a su cinturón de campeón.
Esa decisión resultó por completo inesperada. Está claro que Mayweather, después de sus 48 victorias en 48 combates, no tiene que demostrar más nada. Es más que el hombre de grandes bolsas en el boxeo, que anoche ganó por lo menos 180 millones de dólares y que el que ahora posee los cinturones de la AMB, CMB y OMB. “Ya es hora de dejar que los más jóvenes peleen por esos títulos. No soy codicioso”, afirmó Mayweather, que en 2014 encabezó la lista Forbes de deportistas más ricos con 105 millones de ganancias.
En septiembre, el púgil de 38 años subirá por última vez al ring. En caso de ganar, igualaría el récord del peso pesado Rocky Marciano de 49 victorias, sin derrota.
Mayweather boxeó mas efectivo. Una tercera parte de sus golpes llegaron a su destino, mientras que Pacquiao apenas conectó el 20%. Dos jurados lo vieron ganar 116-112 y el otro 118-110.
No convencieron ninguna de las dos superestrellas, que parecen estar ya en el ocaso de su carrera. La revista norteamericana “Sports Illustrates” comentó con acierto: “La pelea del siglo fue un fiasco”.
El extrovertido estadounidense ganó en Las Vegas el tan esperado combate multimillonario por puntos contra el filipino. Pero la “pelea del siglo” no mereció ni la expectactiva ni la histeria que provocó. El duelo quedará en la memoria por la astronómica suma de ingresos -hasta 400 millones de dólares- y no la calidad deportiva.
“Pelea de mierda”, fue el comentario del ex campeón mundial alemán Graciano Rocchigiani en una charla de expertos. Mucho más interesante que los 12 asaltos fue el desfile de celebridades, con las estrellas de Hollywood como Clint Eastwood y Leonardo Di Caprio, y con grandes del deporte como Steffi Graf y Andre Agassi.
Pero Mayweather, aun después del decepcionante espectáculo, no se mordió la lengua: “Nací ganador y moriré ganador. Voy diez pasos por delante de todo boxeador”, afirmó el campeón mundial. Pacquiao declaró en el mismo ring que se consideraba ganador.
Más sorprendente fue el anuncio del filipino de 36 años de que había boxeado lesionado en el hombro derecho. La petición, dos horas antes de comenzar la pelea, de que se le administrara un inyección para combatir la inflamación, fue rechazada por la Autoridad de Boxeo de Nevada, según Bob Arum, promotor del filipino.
“En el tercer asalto sentí un dolor en el hombro”, explicó Pacquiao, que encajó su sexta derrota en 65 combates. Su entrenador Fredie Roach agregó que su pupilo no pudo golpear de modo constante con su gancho de derecha porque la lesión se lo impedía.
Mayweather desechó las supuestas molestias de su rival y dijo que él había hallado el camino del triunfo con lesiones en manos y brazos. También sorprendió al anunciar que en breve renunciará a su cinturón de campeón.
Esa decisión resultó por completo inesperada. Está claro que Mayweather, después de sus 48 victorias en 48 combates, no tiene que demostrar más nada. Es más que el hombre de grandes bolsas en el boxeo, que anoche ganó por lo menos 180 millones de dólares y que el que ahora posee los cinturones de la AMB, CMB y OMB. “Ya es hora de dejar que los más jóvenes peleen por esos títulos. No soy codicioso”, afirmó Mayweather, que en 2014 encabezó la lista Forbes de deportistas más ricos con 105 millones de ganancias.
En septiembre, el púgil de 38 años subirá por última vez al ring. En caso de ganar, igualaría el récord del peso pesado Rocky Marciano de 49 victorias, sin derrota.
Mayweather boxeó mas efectivo. Una tercera parte de sus golpes llegaron a su destino, mientras que Pacquiao apenas conectó el 20%. Dos jurados lo vieron ganar 116-112 y el otro 118-110.
No convencieron ninguna de las dos superestrellas, que parecen estar ya en el ocaso de su carrera. La revista norteamericana “Sports Illustrates” comentó con acierto: “La pelea del siglo fue un fiasco”.
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