El destino incierto de la ex estación El Provincial

El destino incierto de la ex estación El Provincial

En muchos casos, llegar a viejo tiene más contras que pros, por lo menos, en Tucumán. Ello no sucede solamente con las personas, sino también con los inmuebles que tienen un valor histórico o arquitectónico. Son víctimas de la burocracia, el olvido, la indiferencia. Eso ocurre, por ejemplo, con la ex estación ferroviaria El Provincial, ubicada en la avenida Roca al 600, a nueve cuadras de la plaza Independencia, que sigue deteriorándose.

La sede soportó varios conflictos. En 2011, los vendedores ambulantes se instalaron en su vereda y amenazaron con no moverse de allí. En noviembre de 2013, la crónica de LA GACETA señalaba: “Viven y trabajan en El Provincial, y se oponen a ser desalojados. Alrededor de 60 familias no aceptan que los ambulantes se instalen en el predio de avenida Roca al 600, donde pretende instalarlos el Gobierno. Protestaron con un corte de tránsito”. En marzo de 2014, informábamos. “Agentes de la Unidad Regional Capital montaron desde las primeras horas del día un operativo para evitar que ingresen ocupantes ilegales al edificio de la ex estación de trenes El Provincial... La fuerza fue alertada por vecinos de la zona, debido al movimiento que se observó en el lugar entre la medianoche y la madrugada. Con cintas y palos, decenas de ambulantes delimitaron el espacio verde comprendido entre avenida Roca y las calles Ayacucho y Chacabuco. En su mayoría mujeres, reclaman un lugar para afincarse después de abandonar las peatonales del microcentro”.

Una experta en patrimonio le dijo en 2012 a LA GACETA: “Es una tristeza total lo que pasó con ese edificio. Hay un problema muy grande de desidia, porque no se trata sólo de un edificio sino de un hito en la historia social de Tucumán... No es sólo una estación, sino un lugar con significado muy grande para los tucumanos que no debería perderse... el Estado debería hacer un trabajo conjunto con sus reparticiones para poner en pie el viejo edificio y darle una uso integrado al funcionamiento actual de la ciudad”.

La estación se inauguró el 8 de septiembre de 1889 durante la gobernación de Lídoro Quinteros. En 1899, la compañía propietaria Ferrocarril Noroeste Argentino vendió sus acciones al Ferrocarril Central Córdoba. La línea dejó de operar en 1978. En 2002, el Organismo Nacional de Bienes del Estado (Onabe) le transfirió a la Provincia el edificio con la condición de que se lo destinara a un museo ferroviario. En 2005, el Gobierno provincial solicitó la ampliación del destino de los predios para poder construir dos escuelas. Esta fue concedida y también se solicitó un plan de financiación para el pago de lo que ese organismo pedía por la transferencia de dominio, pero ello no se concretó, por lo que la Provincia no dispone del título de propiedad. El edificio está protegido por la ley 7.535, de Patrimonio Cultural.

En manos de rosarinos, cordobeses, mendocinos o salteños, este legado se habría convertido en museo ferroviario, donde se conjugara lo antiguo con lo moderno, y en su espacio verde se habría construido quizás un anfiteatro o habría tal vez actividades artísticas y recreativas para chicos en forma permanente. No se entiende que desde 2005 a la fecha, la Provincia la Provincia no haya conseguido el título de propiedad. ¿Burocracia? ¿Inoperancia? ¿Desinterés? ¿Falta de decisión política? ¿Desamor de la clase dirigente por el patrimonio cultural de Tucumán? Han transcurrido 37 años desde que partió el último tren; la ex estación ha sido desmantelada y su deterioro edilicio se acentúa. Sería positivo que próximo gobierno borrara esa ingratitud por las cosas que tienen que ver con nuestra historia e identidad.

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