Tras la erupción, preocupa ahora la “lluvia ácida”

Tras la erupción, preocupa ahora la “lluvia ácida”

El sur chileno sigue en alerta por el volcán.

EN PUERTO VARAS. Los soldados chilenos palean las cenizas. reuters EN PUERTO VARAS. Los soldados chilenos palean las cenizas. reuters
03 Mayo 2015
SANTIAGO.- Las lluvias torrenciales que azotaron en las últimas horas la región sureña chilena de Los Lagos, tienen en alerta a las autoridades y a la población. Es por los posibles deslizamientos y por la formación de “lluvia ácida”, luego del tercer pulso eruptivo que hiciera el jueves el volcán Calbuco, que desde el 22 de abril lanzó piedras y hasta 210.000 m3 de ceniza. Vulcanólogos aseguran que la mezcla del material piroplástico que expulsa el volcán con el agua podría provocar “lluvia ácida” y, dependiendo de la intensidad y acumulación, también podría causar lahares (deslizamiento de sedimento) que ocasionaría mayor caudal en los ríos e inundaciones.

“Cualquier estímulo extra, como lluvia, provocará que este material se deslice y remate sobre el cauce de los ríos”, explicó el geógrafo de la Universidad Católica, Pablo Osses. “El consejo es muy sencillo: salir de las zonas de los cauces y salir de las zonas de los deltas de desagües, desde donde llegan al mar o al lago estos ríos”, recomendó.

Alertó de “no tomar el agua directamente durante estos tiempos. La turbiedad es muy alta, así que no debe proveerse de este elemento en los cauces o en los lagos”.

Las autoridades chilenas estaban preocupadas por la posibilidad de que las lluvias que cayeron en la zona del volcán Calbuco provoquen aluviones secundarios en los ríos.

Los aluviones arrastran en casos de lluvia ceniza y arena emanada del volcán, lo que implican gran peligro para personas y construcciones.

“Se mantiene la zona de exclusión en 20 kilómetros en torno al cráter del volcán”, comunicó la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi). “El material piroclástico inestable acumulado en la parte superior del volcán, en sus laderas y zonas aledañas podría ser arrastrado por lluvia, dando origen a lahares secundarios a lo largo de los ríos que drenan al volcán y las cuencas vecinas”, precisó el organismo.

Más de 6.500 personas fueron evacuadas desde la primera erupción del volcán , mientras el comité de operaciones de emergencia (COE) confirmó una zona de exclusión de 20 kms alrededor del cráter.

El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) mantuvo vigente el nivel de alerta roja en la zona y no descartó nuevas erupciones y emisión de ceniza.

Ante este escenario, el alcalde de Puerto Montt -una de las más grandes ciudades del sur chileno que sufren las consecuencias de la erupción- Gervoy Paredes, definió como una “tranquilidad inquieta” la situación en la zona. Más de dos mil militares y cientos de voluntarios chilenos trabajan en labores de despeje y limpieza de material caído por la erupción en toda el área próxima a Puerto Montt.

La lluvia también se hizo presente en las localidades patagónicas argentinas de Esquel, El Bolsón y Bariloche, lo cual, en opinión del director de Defensa Civil de Chubut, Evaristo Melo, “es beneficioso ya que no permitirá que la ceniza se siga desplazando”. (Télam)

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