Vivir sin analgésicos, esa misión imposible

Vivir sin analgésicos, esa misión imposible

En los últimos años aumentó de manera preocupante el consumo de antinflamatarios y la mayoría los toma sin indicación médica.

HÁBITO. El 35% de los que consumieron pastillas antiinflamatorias lo hicieron porque las usan siempre. fisiocrem.com HÁBITO. El 35% de los que consumieron pastillas antiinflamatorias lo hicieron porque las usan siempre. fisiocrem.com
¿Te duele algo? Seguro hay una pastilla para eso. Si la molestia es en los músculos, te conviene un analgésico. Igual si te duele la cabeza. O el codo. O lo que sea. Cualquiera te lo recomendará: la televisión, tu vecino, tu compañero de trabajo. Los conocemos como aspirina, ibuprofeno o paracetamol, entre otros. Y tenemos una falsa creencia: que nos solucionarán todo, que son inocuos y que podemos tomarlos ilimitadamente.

“La automedicación es tan grave que hoy hablamos de la cultura de la medicalización de la vida cotidiana. Para todo necesitamos un remedio. Es realmente preocupante”, sostiene Lucila Unías, docente de la cátedra de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNT e integrante del Grupo Argentino para el uso Racional del Medicamento (Gapurmed).

Más de la mitad de los argentinos (53%) consume medicamentos sin recomendación del médico, de acuerdo con una encuesta realizada por la consultora Voices. El remedio más usado es el analgésico. Siete de cada 10– más de 20 millones de personas - consumieron analgésicos y antiinflamatorios en el último año.

El uso de los antiinflamatorios es más frecuente entre las mujeres. Otro dato que reveló el estudio: el 35% de los que consumieron estas pastillas lo hicieron porque las usan siempre.

Los profesionales hablan hoy de patología farmacológica. Y advierten sobre los peligros de esto. El abuso de analgésicos puede tener serios efectos colaterales.: pueden provocar hemorragias y úlceras, aumentar las alergias y afectar el corazón. Hay más: el consumo diario de analgésicos produce un efecto de acostumbramiento a la droga, por lo que el efecto de alivio deseado nunca se alcanza.

Es casi una misión imposible vivir sin analgésicos. Esta situación muestra nuestra incapacidad de lidiar con aquello que nos incomoda, añaden los expertos.

El estrés, las malas posturas y la falta de actividad física incrementaron el uso abusivo de los analgésicos, sostuvo el médico Maximiliano Müller, jefe de la Unidad de Tratamiento del Dolor del hospital Padilla. Esta unidad se creó hace dos años y se dedica a diagnosticar y tratar el síndrome doloroso considerado una enfermedad en sí misma.

Otro problema es que también muchos profesionales recetan demasiados analgésicos, contribuyendo al paradigma médico que apunta al tratamiento de los síntomas y no de las causas, lo cual tiene pocos beneficios duraderos, apuntó Müller.

Según datos de la Fundación Dolor, el consumo de analgésicos es mayor en las mujeres y en los grupos de 19 a 25 años y de 40 a 55 años.

Los especialistas también relacionan el consumo de medicamentos de venta libre con la exposición constante a campañas publicitarias, muchas de ellas con mensajes engañosos o que ocultan información importante sobre sus riesgos.

Comentarios