Cartas de lectores
 la gaceta / foto de hector peralta (archivo) la gaceta / foto de hector peralta (archivo)
27 Abril 2015

Deporte tucumano

Que tristeza provoca observar la situación de decadencia en que se encuentra actualmente el deporte tucumano. Cada año es peor. Cada año que pasa quedamos más al margen de todo lo que está ocurriendo en el país. En fútbol, en la Argentina se está jugando por vez primera un campeonato de primera división del que participan 30 equipos, y no hay ninguno de Tucumán. En básquet hay una Liga Nacional que se juega desde hace varios años, pero una sola vez un equipo tucumano tuvo un efímero paso, hace largo tiempo ya. En voley también ocurre otro tanto: se juega una liga en la cual se encuentran representadas pequeñas ciudades del interior del país, pero la nuestra, desgraciadamente, no figura. En automovilismo contamos apenas con un viejo autódromo, que ahora sólo sirve para las “picadas” de transgresores motociclistas. Nos tenemos que resignar en ver cómo la vecina Termas de Río Hondo alberga competencias de primer orden internacional, y también nacional. En boxeo, en otras épocas brillaba Villa Luján con fantásticas veladas; hoy sólo hay peleas de segundo o tercer orden. Solamente el rugby “nos salva”, gracias al seleccionado tucumano que gana campeonatos argentinos frecuentemente, y a los jugadores y los entrenadores destacados de esa disciplina, que brillan en la Selección argentina. Pero, lamentablemente, no se trata del más popular de los deportes. El hecho de no poder contar con un estadio de fútbol adecuado representa para los tucumanos la circunstancia de debamos perdernos de recibir grandes partidos o campeonatos. Se juegan copas americanas, argentinas o torneos de verano en Salta, en Catamarca, en San Juan, en Formosa y en otras provincias que invirtieron oportunamente en infraestructura. Los Pumas siempre pasan de largo y van a jugar en Salta, sólo por citar un ejemplo. Podría seguir enumerando casos como ese, pero creo que con estos datos ya es suficiente para darnos cuenta de la situación de decadencia a la que me refiero. ¿Cambiará algún día, o la seguiremos “mirando por TV”?.

Oscar Alberto Beltrán
Avenida Belgrano 3.350
San Miguel de Tucumán


¿La Anses es de los jubilados?

Respecto de la Anses quisiera hacer la siguiente reflexión. Siempre se dijo que esa es la casa de los jubilados, aquellos que hemos aportado toda la vida de trabajo para poder contar con una institución a la cual concurrir para hacer trámite vinculados a nuestra condición de ciudadanos que ya se han retirado de la actividad laboral. Pero apenas llegamos a esa entidad ya nos damos el primer golpe: no podemos pasar sin hacer la respectiva cola de varias horas; en ocasiones, desde la noche anterior. Cuando llegamos al mostrador, nos damos cuenta de que no tan sólo los jubilados son atendidos en esa dichosa cola (allí también concurren todos los que tienen planes sociales). Y los dueños de la Anses, que somos los jubilados, no tenemos un lugar adecuado para que nos atiendan. Creo que así como los gobernantes utilizan nuestro dinero para lo indicado, y también para otorgar prestamos con intereses irrisorios a determinadas empresas, deberían primero contar con lugares adecuados para atender a los jubilados. Por caso, hemos leído y escuchado comentarios de que en hay sucursales de Anses donde es desastrosa la atención. Hasta el punto de que algunas cuentas con oficinas en planta alta, con la dificultad que ello representa para las personas mayores. Por lo expuesto, esperamos que los responsables principales de la Anses en esta provincia (son muchos, por cierto), tomen conciencia y a la mayor brevedad y solucionen todos estos inconvenientes.

Mario Rivet Vozza
[email protected]

Publicidad


Un mandamiento sobre la niñez

Hace más de 2.000 años, Jesús proclamó “Dejad que los niños vengan a mi porque a ellos les pertenece el reino de los cielos”. Todo aquel que quiera entrar al reino debe ser como un niño. El hombre, lamentablemente, no entendió este mensaje. De lo contrario, no habría niños en las calles. El problema principal que tienen muchos de esos niños es su propio hogar, que se encuentra diezmado por el alcohol, la droga, el tabaquismo, la violencia de género, etcétera. La falta de cariño es un común denominador en todos ellos. ¿Cómo se cura o se atenúa todo este problema? Soy de la opinión de que existe solamente una respuesta: Amor. Jesús dejó este nuevo mandamiento: amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Jacinto Barrionuevo
[email protected]

Publicidad


Ingreso irrestricto a la UNT

En la sesión de la Asamblea Universitaria se aprobó el Preámbulo del Estatuto Universitario, sin la inclusión del concepto de “ingreso irrestricto”. Según el diccionario, el término “concepto” refiere a “una concepción o caracterización sobre algo”. Pero, ¿estamos, solamente, ante un problema de caracterización o de concepto? Si se analiza la política educativa, de conjunto, se puede decir que está en marcha un operativo para impedir el libre ingreso de la juventud a la educación superior. ¿Razones? En la secundaria se están imponiendo las llamadas “habilidades y saberes”, que reemplazan a la formación científica y universal de una carrera de grado por las denominadas tecnicaturas, diplomaturas y modalidades de contenidos empíricos y vigencia momentáneas. Ya no es objetivo educar al “soberano” a través de una carrera universitaria, sino adaptarlo a las necesidades del mercado como fuerza laboral precaria. De este modo, el ciudadano ya no tendría condiciones para ser empleado como mano de obra calificada. Otra de las razones es la implementación de hecho -no de derecho- de exámenes de ingresos, como sucede en muchas facultades. El argumento es que “sobran” médicos, abogados, ingenieros, etcétera. ¿Cómo puede sobrar el saber y la educación? La única razón que asiste a este argumento bárbaro es el capitalismo: un sistema que, hace rato, se ha vuelto incompatible con el desarrollo y aprovechamiento de las fuerzas productivas de la sociedad, al negar la elevación cultural de la mayoría. Pero también hay razones políticas. En el libro de la UNT “Actas del Primer Congreso sobre la Historia de la Universidad Nacional de Tucumán”, se relata: “Las agrupaciones estudiantiles unifican su lucha contra el modelo de universidad impuesto por la dictadura y arremeten contra las políticas del cupo y del arancel. Así se llega a organizar (por medio de una comisión interfacultades creada hasta tanto se normalizara la Federación Universitaria de Tucumán) un plan de lucha contra la política del examen de ingreso, del cupo y de los aranceles. Ese plan de lucha culmina el 19 de marzo de 1983 con una masiva movilización al Rectorado, la primera después del golpe militar del 24 de marzo de 1976, durante la cual se le entrega un petitorio al interventor Carlos Raúl Landa. Él pronuncia entonces esas ridículas palabras, en el uso particular del idioma que hacía, para referirse a la Reforma Universitaria de 1918 y asegurar que se encontraba “periciclitada y patética”. En la actualidad, los 57 votos en la Asamblea Universitaria de la UNT en contra de consagrar el ingreso irrestricto en el Preámbulo estatutario, parecen considerar, al igual que Landa en su momento, que están “periciclitados” los objetivos de una universidad pública, laica y gratuita. Claramente, en la UNT se ve la continuidad, en democracia, de las “fuerzas mas conservadoras” (según el libro citado) que resistieron, con complicidades, la llamada “normalización universitaria” desde 1982..

Pedro Pablo Verasaluse
[email protected]


Una plaza abandonada

Existe en San Miguel de Tucumán, específicamente en la calle Villarroel al 500 (Villa 9 de Julio), una placita en total estado de abandono: no tiene alumbrado público, le sobra la maleza y los juegos infantiles se encuentran destrozados. Solamente cuando se acercan las elecciones, y por un espacio muy corto de tiempo, se puede decir que esa plaza se parece a un paseo público. Eso sí, el entorno se encuentra ampliamente pintado con toda clase de propaganda electoral de los políticos del barrio. Como si lo descrito no bastase, durante la última tormenta de diciembre del año pasado cayó una gruesa rama sobre el tendido eléctrico. Se solicito oportunamente a la Dirección de Espacios Verdes de la Municipalidad capitalina, así como también a Defensa Civil, una solución a este problema. Hasta la fecha, esa solución todavía no ha llegado. En ese lugar, a pesar del abandono, los niños concurren a jugar. ¿Quién se hará responsable si ocurre una tragedia? En la misma plaza, los vecinos del complejo de departamentos cercano costearon y colocaron canastos para los residuos, pero a pesar de la buena intención han terminado por transformarse en un verdadero foco infeccioso, ya que la empresa encargada de recoger los residuos domiciliarios parece estar siempre apurada y levanta únicamente las bolsas que se encuentran arriba. Las de abajo siempre quedan. ¿Nadie controla esa irregularidad? Parece que no. Legisladores, concejales y funcionarios del barrio, oficialistas y opositores, muy bien pagados, deberían dejar un momento la campaña por el poder, pasar por el lugar y aportar soluciones. Los vecinos lo agradecerán.

Pedro Toscano
[email protected]


Comentarios