Carta de lectores
26 Abril 2015
EL INVENTOR DE “ARGENTINA”

En “Oro y espadas”, Daniel Balmaceda relata que durante 1593 apareció por Buenos Aires el sacerdote Martín del Barco Centenera, quien se convirtió en el máximo representante de la Iglesia local. Había llegado al Río de la Plata en 1575. Antes de desembocar en La Trinidad (así se llamaba entonces Buenos Aires), cumplió funciones en Asunción, Cochabamba, Lima y Tucumán. En sus encuentros con el alcohol, casi siempre ganaba el vino, y si empataban, igual Martín perdía en los penales. Fue procesado por emborracharse en lugares públicos, andar vociferando relaciones carnales con mujeres, dedicarse al comercio, convivir con una dama casada y utilizar su autoridad eclesiástica para acusar de “moros y judíos”, a todos los que le reprochaban su conducta. Un verdadero atorrante  que consideraba que la sotana le daba impunidad. Fue expulsado de América por sus atropellos y regresó a Europa en 1596. Allí escribió el poema titulado “Argentina”. La intención de Centenera fue darle un nombre poético a su obra referida al Río de la Plata y se decidió por Argentina debido a que el argentum es la forma latina de mencionar el mineral que hoy llamamos plata. La extensa obra del clérigo tiene escaso valor poético, pero es apreciada desde el punto de vista histórico. Fue condenado por sus abusos. El cura mercader, mujeriego y borracho que inventó el nombre de nuestro país, murió a los 67 años, en 1602, el mismo año en que se publicó su obra.

Salvador Gallucci


BICENTENARIO

He tomado conocimiento por LA GACETA sobre la convocatoria a unos foros llamados “Nueva Independencia”, a celebrarse en Tucumán entre el 2 y el 4 de julio. Con sólo prestar atención a la firma de Ricardo Forster, secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, nos damos cuenta de que forma parte del “Vamos por todo” proclamado ya hace tiempo por la señora Presidenta de la Nación. No importa lo que sucedió hace 200 años, sino la nueva historia que vamos a escribir, en la que de nuevo un reducido grupo de “porteños” se propone llevar a cabo lo que a lo largo de los años vienen proponiéndose y consiguiendo a medias. Doctor Poliche, con ese propósito, no sólo o no tanto “corre riesgo el futuro de nuestra Histórica Casa” como usted dice, sino la casa de todos los argentinos llamada patria. No tengo el título de historiador, pero a los riojanos les consta que ya llevo más de 30 años estudiando la figura de uno de los congresistas de la Asamblea del Año XIII y del Congreso de Tucumán, el diputado Pedro Ignacio de Castro Barros. En consecuencia, no me llama la atención (pero me duele) el propósito del señor Forster, porque en carta a “mi digno paisano y amigo, el Sr. Comandante don Juan Facundo Quiroga” (Córdoba, octubre 30 de 1821), Castro Barros le dice: “Hago un paréntesis a mis ocupaciones para satisfacer mi obligación, saludarle y darle algunas importantes noticias. De estas, sea la primera que en el 4 del que entra se instalará el Soberano Congreso, a pesar de la brusca oposición de los porteños, a quienes ya poco necesitaremos teniendo monedas de cordón” (con el oro de nuestro Famatina). Recordemos que el mencionado Congreso no llegó finalmente a sesionar porque Rivadavia, intuyendo que la cosa no iba a salir según sus propósitos portuarios, consiguió que algunos diputados no dieran quórum y así obtuvo la mayoría de votos para oponerse a la continuación de lo que los argentinos habían comenzado a elaborar en Tucumán. En otras palabras, Forster no hace más que levantar las banderas de Rivadavia. Modestamente ofrezco mis conocimientos en esta materia: el 25 de mayo de 1815 Castro Barros dijo en Tucumán: “El 25 de mayo de 1810 despertó de su letargo todo el vasto Continente de la América del Sud, para que rompiese sus inveteradas cadenas, recuperase sus antiguos derechos y ocupase un distinguido rango entre las naciones libres del mundo”. ¿No son estos los cuatro conceptos del Acta de la Independencia, anticipados públicamente un año antes por el diputado riojano? Despertó en 1810, pero se pronunció en 1816. Habría que invitar a Forster a leer el “Manifiesto a las naciones”, documento del Congreso en 1817 para explicar las razones del paso dado al declararnos independientes, que lleva la firma de Castro Barros como presidente.

Juan Aurelio Ortiz                                                                                                                                   Museo Castro Barros                                                                                                                      
Chuquis-La Rioja                                                                                                                 [email protected]

CARTA ABIERTA AL PAPA (i)

Permítanme arrimar opiniones por la forma y el contenido de las atrevidas cartas al papa Francisco de los señores Leuco y Roberts. Sólo bastó que la máxima autoridad del Cristianismo dijera: “Quiero mucho a Cristina”, refiriéndose a la militante, estadista y presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, para que salieran con la pretensión de aconsejar e informar al Sumo Pontífice. Quien hasta ayer era (sigue siéndolo) un líder universal, hoy es “una especie de gobernante mundial que se propone cambiar el curso de los tiempos” (Carlos Roberts, LA GACETA del 18/4). O sea: “Jorge, basta de elogiar los acuerdos con Irán, basta de enfrentar el poder económico”. En fin, terminemos con las utopías, no sigamos los consejos de Eduardo Galeano. Considero que lo del señor Leuco no fue un yerro, lo hizo a sabiendas, como algunas personas que andan por la vida buscando espacios sin respetar a su semejante, y logrado el propósito, piden disculpas y ya está. Por otro lado, lo expresado por la politóloga multinacional Gloria Álvarez (LA GACETA del 18/4) me dejó anonadado. Por ella me entero de que especuladores, como los “fondos buitres” que acuden a la Justicia “independiente”, exigen cautelares para no cumplir con las leyes; los traficantes de divisas, los que no tributan impuestos, los que acogotaron a Cuba por más de 50 años, mejor no hablar. Los que causan la muerte en el mar Mediterráneo de miles de inmigrantes que intentan escapar del hambre y la miseria, ¿esos son populistas? ¿Válgame Dios! Humildemente rindo homenaje al hacedor de la Biblia latinoamericana (“Las venas abiertas de América Latina”) al caminante y seguidor de utopías, Eduardo Galeano. Para ello acompañaré siempre los proyectos políticos de Kirchner, Cristina Fernández, Evo Morales, Rafael Correa, Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

Hugo Vallejo

M. Estrada 3.850

San Miguel de Tucumán

carta abierta al papa II

Emulando a Leuco y a Roberts, yo también le quiero escribir mi carta abierta al papa Francisco, no para decirle lo que ya sabe ni para indicarle lo que debe hacer, sería irrespetuoso de mi parte. “Querido ‘tocayo’, honorable papa Francisco: los tucumanos sabemos de sus múltiples compromisos y obligaciones, pero al ser representante de Dios en la Tierra, le pido, en nombre de los inundados del sur tucumano, que interceda para que deje de llover. Ya no hay niños bajo los puentes (ya quedan pocos puentes en pie), le prometemos arreglarlos hasta 2016, año del Bicentenario de la Independencia Argentina y del XI Congreso Eucarístico Nacional a realizarse en nuestra provincia. Sería buenísimo que se diera una escapada por estos lados. Empanadas, locro y vino no faltarán. Para nosotros sería histórico. Trate de acomodar su agenda así lo recibimos como se merece. Lo esperamos”.

Francisco Amable Díaz

Pedro G. Sal 1.180

San Miguel de Tucumán

MAESTRO DE LO HIPOTÉTICO

A la voz del jefe de Gabinete la escuchamos a primera hora, casi todos los días, siempre con duros reproches para los que no piensan como los K. Este incondicional vocero del gobierno no ahorra expresiones, palabras, burdos epítetos para juzgar y calificar a los que cada día se propone vilipendiar. Normalmente su lenguaje es procaz, incompatible para un hombre de su jerarquía. No es raro que hable de los brutos, los imbéciles e incapaces. Antepone el “podría ser”, “podría haber sucedido”. Este maestro de lo hipotético ataca sembrando dudas, a veces intrascendente. Las puertas de los tribunales están abiertas para que concrete sus dichos. Se olvida que como jefe de Gabinete cada palabra suya debería ser justa, mesurada, respetuosa. “Si yo fuera fiscal -dice- la madre del doctor Alberto Nisman, hace 88 días que estaría presa”. Me pregunto si opinaría lo mismo de Amado Boudou, Lázaro Báez, de López, de Manzur o de los tantos nuevos ricos. Una cosa es bien segura, atacando no se defiende lo indefendible, pero sus sentencias lo convierten en tergiversador de la verdad. En el libro de Mika Waltari, Siddharta decía: “Tus palabras suenan como zumbidos de mosca a mis oídos...” La historia no se la escribe con palabras, sino con resultados. Háblenos, por ejemplo, de los traficantes de droga en el país, de todos los segmentos que están involucrados; háblenos de inflación; de los paupérrimos haberes que cobran los jubilados; de la inseguridad. Hágalo concreta y minuciosamente, y con certezas.

Héctor L. Bravo

Ejército del Norte 429, 5° piso “A”

San Miguel de Tucumán

PROYECTO DE REFORMA

En estos momentos de ebullición electoral en todo el país, deseo elevar a consideración de algún legislador (honesto, que los hay y muchos) para que se haga eco en forma personal a conjuntamente con el bloque que representa, si es que están de acuerdo con mi proyecto de reforma. a) El sueldo total y máximo que debe percibir un ciudadano electo debe ser igual al que percibe el empleado público de mayor categoría. b) Desde el cargo de presidente de la nación, gobernadores, hacia abajo, legisladores, concejales, así como también todos aquellos que los Poderes respectivos designen como ministros, secretarios, etcétera. Si al momento de hacerse cargo de sus funciones públicas, se encontraban trabajando en empresas privadas o públicas, deberán solicitar licencia en su actividad “sin goce de sueldo” durante el período por el que fueron electos (siendo facultad de las empresas otorgarle o no la licencia), percibiendo la misma remuneración que tenían en su actividad. Lo mismo valdrá para los ciudadanos que desempeñan una actividad independiente, no debiendo en ningún caso superar el máximo de la remuneración indicada en “a”. c) Eliminación total de gastos reservados y todo otro adicional. d) El régimen de trabajo deberá modificarse, eliminando las prolongadas vacaciones (recesos de verano e invierno), deben tener las mismas reglas y reglamentos que rigen para todos los trabajadores. Designado en un cargo por el Poder Ejecutivo, el ciudadano debe tener intachables antecedentes personales, no haber tenido juicios o antecedentes policiales, estar capacitado por lo menos con una educación secundaria, y con pleno conocimiento de las funciones a ejercer (deberán ser presentadas en carácter de declaración jurada antes de asumir el cargo), las que deberán ser evaluadas convenientemente por profesionales con capacitación y títulos universitarios en cada una de la especialidades; en tal sentido se deberá solicitar a las universidades públicas y privadas, su colaboración a tales fines. Estas son algunas de las ideas que modestamente puedo aportar. Para que ello sea posible es imprescindible que la dirigencia política actual deje de priorizar los intereses personales por sobre los intereses del pueblo. Si queremos que la democracia cumpla acabadamente con sus preceptos, por tratarse del mejor sistema, debemos bregar para que la clase política no la desvirtúe y actúe con ética y honestidad, para que el pueblo vuelva a creer y tener esperanza. Debe existir una forma y también los hombres de bien (no los mesiánicos) que están capacitados para liderar, conducir, permitir y hacer participar a todos, no solamente cada dos o cuatro años cuando tenemos que votar; solamente con eso la democracia no alcanza, aparte de votar también queremos tener herramientas para controlar, por lo menos para que a quienes hemos elegido, cumplan con lo que prometieron como candidatos. Ya somos suficientemente maduros y no debemos permitir que nos sigan dividiendo en miles de pedazos que no hacen más que destruirnos; ha llegado el momento de unir al pueblo para recobrar la dignidad que los argentino nos merecemos.

Federico Yurcovich

Comentarios