Cartas de lectores
Cartas de lectores
25 Abril 2015
LOS NIÑOS

Qué lamentable lo que nos toca vivir respecto a los niños. Qué doloroso tomar conciencia de la falta de respeto por esa etapa que atravesamos todos y que cuando hay un problema matrimonial o de familia se los use de “bandera” con intereses mezquinos, cuando para todos debieran ser lo más sagrado de la humanidad. Mi costumbre es leer diarios y ver televisión para ampliar la información gráfica y reciente, y desde hace un tiempo, observo - muy lacerante para mí- el tratamiento que se da a las criaturas con la mediatización. ¿Es necesario? Me pregunto mil veces y siempre está mi respuesta: qué falta de ética, de moral, en los mayores, no puedo decir adultos, porque este término conlleva connotaciones sagradas: respeto, virtud, piedad. Hoy, los niños, no todos, no gozan de este privilegio de ser “sagrados” en la vida de cualquier familia. Abogo que todo tipo de situación que atraviese un niño, ya sea identidad, historia, salud, conflicto, no sea expuesto en los medios; como actualmente lo es, debieran ser observados por la Justicia y aplicar penas a los responsables. El profundo desamor y falta respeto en los que estamos inmersos en esta sociedad enferma, llega hasta la morbosidad del tratamiento que se le dan a las criaturas. Se pone en tela de juicio a media humanidad, el origen, su historia, su identidad, su salud. Trabajé con niños toda mi vida, sé del inmenso valor que tienen, la inteligencia emocional que viven y que, por desaciertos de los mayores totalmente delirantes, hasta se enferman, internalizando situaciones que mañana serán determinantes en sus vidas cuando cumplan rol de padres. Los sacha periodistas que se engolosinan con este duro y triste tema, no saben el daño que hacen por medio de la caja boba a un inocente, puro, que tiene un corazón que piensa. Sea cual fuere su situación, no se debe mediatizar. Y cabe una salvedad: es un deber de profesionales académicos salir por todos los medios a explicar con sencillez todo el daño que se está haciendo a un niño, y si bien el no esté escuchando o viendo, no faltará alguien que con morbosidad se le haga saber. Amigos, dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.

Delia Nora Arias



El tiempo de espera

La Legislatura aprobó una ley que regula el tiempo de espera para atención al público. Espero su inmediata promulgación en beneficio de la ciudadanía toda, en especial de los jubilados y discapacitados. En la obra social de 9 de Julio y Piedras inicié filas en la calle; nunca estuve menos de una hora 30 minutos, por un trámite. Renglón aparte: en un banco de Maipú y San Martín, la última vez estuve dos horas 20 minutos. Sacando número: Gentío de pie, escritorios de atención al público vacíos, jefe itinerante, un cajero en funcionamiento, con viento a favor, dos.

María Metayer de Bas



Problemas de Yerba Buena

Se supone que una administración municipal cuenta con profesionales preparados en cada área. Pero al observar lo que se hace, pareciera que no se consultan. Hace unos años, la platabanda de la avenida Aconquija fue limpiada de una maraña de cables eléctricos que ocultaban el hermoso paisaje de los cerros y la ciudad, y la polución visual se había controlado Luego comenzó una carrera para ver quién colocaba más elementos sobre esta, para recuperar el caos. Hoy, parece una obsesión colocar elementos de mala calidad y dudoso gusto, y lo peor, con cero mantenimiento. Lo que al poco tiempo se transforma en chatarra o escombros. Empezando por el Cristo. De la fea lápida que tenía un cartel de la ciudad, no queda nada. Rodeado de escombros. La zona del cruce quedó con los daños y la basura de las lluvias. Sin reacción. Los carteles que se siguen colocando. Las feas barandas que se colocan y cuyo objetivo resulta difícil entender. Quitan visión. En 2012 se reparó pavimento por sectores, y luego se lo rompió para colocar cloacas. Y hoy se vuelven a reparar los arreglos mal hechos. Es como azulejar el baño y después llamar al plomero. De nunca acabar. Los cruces que se hicieron son de dudosa calidad. Los refugios de varitas de poco uso, abandonados. Postes de todo tipo. Carteles luminosos con casi ninguno funcionando, pero sí su chatarra intacta. Un reloj de dudoso gusto. Se corta el césped sin levantar la basura, por lo tanto las bordeadoras dejan un licuado de botellas y papeles. Portal incaico abandonado. Troncos y raíces que iban a ser esculturas. Arbustos sin sentido. En La Virgencita un árbol está creciendo sin control. Ni hablar de los arreglos de pavimento tirando asfalto desde un camión sobre baches con agua y que se nivelan con el pasar de los vehículos, quedando un grosero borde. Una semana de vida. Los pavimentos articulados se tapan con asfalto. El asfalto con cemento. El cemento con ripio. Un nivel de control realmente llamativo. El día que una gestión entienda que la estética en esta ciudad, que incluye que las calles, limpieza, tránsito y objetos urbanos, sea atendida con calidad, podrán aspirar a mucho políticamente. Mensaje para los que vienen.

Daniel Mas



BARRIO AMPLIACIÓN SOEME

Quisiera dar respuesta al lector Iván Otazo (19/4)  que se me acusa de “discriminar a la pobreza”, a raíz de haber denunciado la usurpación de un predio ubicado en el barrio Ampliación Soeme. Me es difícil contener la indignación al comprobar la conocida estrategia destinada a desviar la atención pública y distraerla para que el problema de base quede sin resolver. Porque el problema principal es la usurpación. Los usurpadores han violado un derecho colectivo. No discrimino la pobreza, denuncio el delito. Para el Código Penal la usurpación es un delito y el usurpador es un delincuente: “el delito de usurpación será reprimido con prisión de seis meses a tres años”. El lector no aclara ante quiénes realizaron la gestión para apropiarse del terreno porque el predio pertenece al Instituto Provincial de la Vivienda, organismo que, ante la denuncia, que posee la firma de 107 vecinos, inició un proceso judicial por desalojo con número de expediente 483440/2015. El traslado de las casillas sí se realizó con ayuda del camión municipal. Los vecinos, llenos de indignación por el atropello, filmamos y sacamos fotos, que fueron guardadas como prueba y  subidas a las redes sociales para  lograr el repudio  de la gente. Los actores sociales nos sentimos hartos de que triunfe el delito y de que los inescrupulosos se queden con lo que no les pertenece. 

Graciela Jatib

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