Por Guillermo Monti
25 Abril 2015
BETTER CALL SAUL.
A
Amazon
Aunque corre en desventaja con Netflix, el conglomerado de Jeff Bezos empezó pisando fuerte y produjo la serie más irreverente, disfuncional e inteligente de 2014. “Transparent”, con segunda temporada en marcha, hizo de Jeffrey Tambor la estrella que siempre mereció ser y rescató a la estupenda Gaby Hoffmann para la causa. Del papá travestido que encarna Tambor y su familia queda mucho para contar. El ovillo de la serie nace en su creadora, Jill Soloway, uno de los cerebros detrás de la inolvidable “Six feet under”. Tras lanzar al ruedo la trepidante “Mozart in the jungle” Amazon prepara “El hombre en el castillo”, adaptación del clásico de Philip K. Dick sobre unos Estados Unidos dominados por nazis y japoneses.
B
“Better call Saul”
También podría escribirse “Breaking bad”. A fin de cuentas, las aventuras de Saul Goodman hacen las veces de spin off/precuela de la saga encarnada por Walter White. Bob Odenkirk, extraordinario ladero de Bryan Cranston, montó sobre sus hombros la responsabilidad del protagónico, una vara elevadísima teniendo en cuenta lo que “Breaking bad” representa. Vince Gilligan, padre de ambas criaturas, nos cuenta la mutación de Saul a paso lento y muy seguro.
C
Castillos de naipes
El pasado 2 de abril Netflix confirmó la cuarta temporada de “House of cards”. Hasta aquí fueron 39 los episodios que raspan la olla de la política hasta el borde de la irrealidad. Pero de ficción no hay nada en la historia del matrimonio Underwood y las alquimias de la que es capaz para alcanzar y retener el poder. Si “The west wing” hizo de la apelación a los mejores valores su bandera, y si “Veep” es capaz de reírse de la institucionalidad con una franqueza total, “House of cards” se libera de cualquier pátina de moralidad para enseñar por qué los escrúpulos son un estorbo en el juego de los que mandan y los que obedecen.
D
DC
Lo que tanto le cuesta a DC Comics en el cine (crear un universo en el que sus personajes interactúen armónicamente) está consiguiéndolo en la TV. Empezó con “Arrow”, un aggiornamiento de Flecha Verde a los tiempos que corren, y siguió con un spin-off: “The Flash”, protagonizado por el ex Glee boy Grant Gustin. Lo que viene es “Supergirl”, con Melissa Benoist como la prima de Superman, y -posiblemente- “Atom”, otro spin-off de “Arrow”, protagonizado por Brandon Routh. Cuatro series producidas por Greg Berlanti e integradas en la misma línea espacio-temporal, el sueño húmedo de los fans. Por cuerdas separadas avanza “Gotham”, tan bien hecha por Bruno Heller y tan bien actuada que ya tiene el OK para la segunda temporada. Nacen los villanos más famosos del comic mientras Bruce Wayne va haciéndose hombrecito y el inspector Gordon le pone el pecho a la corrupción.
E
“Extant”
El 1 de julio Halle Berry volverá a subirse a esta montaña rusa que combina inteligencias artificiales -gracias por tanto, Isaac Asimov- con teorías conspirativas y presencias alienígenas.
F
“Fargo”
Ni Martin Freeman ni Billy Bob Thornton ni la extraordinaria Allison Tolman formarán parte de la segunda temporada, con fecha de estreno fijada para septiembre/octubre. Una lástima, pero inevitable tratándose de una historia ambientada tres décadas antes de los hechos que nos contaron el año pasado. De la película original quedaron los hermanos Coen como productores ejecutivos y la magnífica pintura de esa ristra de perdedores natos que se mueven por los blanquísimos paisajes del Estados Unidos real y profundo. Reflejar honestidad, inocencia, maldad y torpeza en el mismo combo es un milagro narrativo. “Fargo” lo hizo.
G
“Game of thrones”
“Podemos hacer 10 temporadas”, sacan chapa David Benioff y D.B. Weiss, los motores detrás del fenómeno. Con el material que manejan podrían ser muchas más, en especial desde que la trama va despegándose de los libros firmados por George R.R. Martin. No hizo falta que Cristina -nuestra Khalesi- expresara su admiración por Daenerys Targaryen para comprobar que la serie pasó hace rato las fronteras de la cultura pop. Los primeros cuatro capítulos de esta quinta temporada se le filtraron a HBO, pero el rating no bajó ni una décima. Al contrario. Los fans le hacen pito catalán al streaming porque, como en los viejos tiempos, reunirse frente a la TV cada domingo a las 22 es un ritual digno de los Siete Reinos.
H
“Helix”
Silenciosamente, a lo largo de siglos, un grupo de inmortales va construyendo su poder. ¿Qué quieren? Terminar con el resto de la humanidad, por supuesto, en una escalada sazonada con abundantes dosis de horror, decapitaciones, maldad y secretos escritos con sangre. Bonus track: “Dominion” (arcángeles caídos, mucho sexo y el mesías de turno) y “Defiance” (ciudad en la que conviven humanos y alienígenas en un futuro, cómo no, absolutamente distópico).
I
“Intruders”
La pregunta es, ¿habrá segunda temporada de esta joya de BBC America, basada en la novela de Michael Marshall Smith? Mmmm... Exquisita en su puesta en escena, precisa en ese tránsito tan complejo de lo onírico a la violencia explícita, “Intruders” funciona como una colección de infinitas mamushkas que emergen sin cesar hasta que todo encaja y se entiende. La historia de seres que van reencarnándose en el seno de una sociedad secreta genera angustia y adicción. Y la pequeña Millie Brown, vociferando con el espíritu de un asesino serial en el cuerpo, es de lo más estremecedor que se vio en los últimos tiempos.
J
Jessica Lange
Ella no formará parte de la quinta temporada de “American Horror Story”, un garrotazo para la serie que producen Ryan Murphy y Brad Falchuk. De historias espeluznantes se nutre el programa, pero también de uno de los mejores elencos de la televisión contemporánea, y Jessica Lange fue hasta el momento la más preciada de esas gemas. AHS pasó por una casa llena de fantasmas, por un siniestro manicomio, por un aquelarre y por el circo de fenómenos inspirado en la grandiosa “Freaks”. Este año la cosa será en un hotel y con Lady Gaga en el cast. Veremos.
K
Knickerbocker
Así se llama el hospital que Steven Soderbergh adoptó como reflejo de la sociedad neoyoquina de principios del siglo XX. Tiempo de cambios de paradigmas, cuando la vida empezaba a mirarse tamizada por la ciencia mientras la sociedad seguía aferrada a sólidos prejuicios de clase. En “The Knick”, cuya segunda temporada Cinemax prepara a todo vapor, Clive Owen es el cirujano John Thackery, un adelantado a su época que experimenta en el quirófano mientras los demonios personales lo atiborran de toda clase de drogas. Pululan las relaciones interraciales, pandilleros, corrupción, una monja experta en abortos y Eve Hewson (hija de Bono), todo un ángel redentor.
L
Leftovers
¿Qué podia hacer Damon Lindelof después de “Lost”? Insistir con una nueva serie poblada de personajes riquísimos, humanos y contradictorios, siempre expuestos al más extremo de los escenarios. En este caso, la desaparición del 2% de la población mundial (140 millones de personas). ¿Qué pasó? ¿Cómo? ¿Por qué? Nadie sabe, sólo se trata de seguir viviendo. Nace una secta de individuos vestidos de blanco, que hacen voto de silencio y fuman sin parar. En el medio, el sheriff interpretado por Justin Theroux intenta unir a su disgregada familia. Se viene la segunda temporada, por HBO. Im-per-di-ble. Bonus track: “The returned” recorre el camino inverso. ¿Qué hacemos con quienes vuelven del más allá?
M
Marvel
El universo cinemático de Marvel es un formidable negocio de la pantalla grande. Pero, ¿y la TV? Poco a poco el camino va aclarándose, porque “Marvel Agents of SHIELD” nació con el pie izquierdo y debió aguardar a la segunda temporada para acomodarse. Mucho mejor le fue a “Agent Peggy Carter”, una mid-season de ocho episodios que dejó con ganas de más. Y qué decir de “Daredevil”, cuyos 10 episodios subió Netflix y se consumen de un tirón. Eso sí: lo mejor no es Charlie Cox en la piel del superhéroe, sino Vincent D’Onofrio y Rosario Dawson. Menos suerte tuvo “Constantine”. En fin, lo que le sobra a Marvel son personajes, y de allí las cuatro series que Netflix prepara: “AKA Jessica Jones”, “Luke Cage”, “Iron Fist” y “The Defenders”. Uf.
N
Netflix
Bueno, barato, en casa, en la pantalla que se nos ocurra. Todos los capítulos de una serie juntos, para ver en el momento, el lugar y la forma en que se nos plazca. Producciones originales, películas, documentales, tanto que se necesitarían varias vidas para recorrer el catálogo. El futuro llegó hace rato. ¿Y ahora qué viene?
O
“Orange is the new black”
El 12 de junio Netflix subirá la tercera temporada y ya está confirmada la cuarta. El dato subraya el poder argumental, estético y actoral del drama carcelario femenino creado por Jenji Kohan y -atención- basado en una historia real. Cuando se creía que “Oz” marcaba el techo del subgénero llegó Piper Chapman y avanzó varios casilleros.
P
“Penny Dreadful”
El primer capítulo de la segunda temporada dejó los corazones ardiendo. Larga vida entonces a esta maravillosa ensalada de monstruos decimonónicos, apuntalada por un hierático Timothy Dalton, pero -sobre todo- por ese portento de mujer y actriz llamado Eva Green. ¿Se puede mezclar brujas, médiums, vampiros y hombres lobos con Frankenstein y Dorian Grey? Por supuesto, y es irresistible.
Q
¿Quién mató a Laura Palmer?
Todo empezó con “Twin Peaks”, que resucitará en la pantalla pero sin David Lynch, a menos que lo convenzan de retomar el proyecto (del que acaba de bajarse). Pero “Twin Peaks” sin David Lynch es como Queen sin Freddy Mercury. Mientras tanto, después de varios fracasos en el cine, M. Night Shyamalan estrena serie propia: “Wayward Pines”. Matt Dillon viaja a un pueblito irrelevante a investigar un crimen sin pies ni cabeza. ¿A qué suena?
R
Ragnar Lothbrok
Puesto a producer ficción, History Channel se destapó con una serie ineludible. “Vikings” -que irá por la cuarta temporada- sigue las andanzas del rey Ragnar Lothbrok y su pandilla por la cristiandad. Hay saqueos en nombre de Odin y mucho sexo conviviendo con una lectura intercultural sostenida por la riqueza de los guiones. Bonus track: “Marco Polo”, de Netflix, no dio semejante talla.
S
“Sherlock”
Traer a Holmes, a Watson y a Moriarty al presente sólo podía sostenerse desde los altísimos estándares de calidad de la BBC. O sea, emplear los mejores guionistas y actores, y limitar la cantidad de episodios a lo estrictamente necesario. Tres por temporada, en este caso. La dupla Benedict Cumberbartch-Martin Freeman resplandece en materia de opuestos televisivos que se atraen. Bonus track de la TV inglesa: “Black mirror”, o los incontables modos que encuentran los medios y la tecnología para manipular nuestras vidas.
T
“True Detective”
La mejor película policial de la década estuvo segmentada en ocho episodios. Nic Pizzolatto enseñó a las generaciones presentes y futuras cómo se construye un personaje. El resto quedó en manos de Matthew McConaughey y Woody Harrelson, capturados en un millón de gestos por la cámara de Cary Fukunaga. La segunda temporada muda el escenario a California, cambia por completo el elenco y también prescinde del director. Los escépticos pusieron el grito en el cielo, pero ¿nadie confía en Pizzolatto, el padre de la criatura?
U
“Under the dome”
Stephen King escribió la novela y -esperemos- en la tercera temporada se sabrá por fin por qué pasa lo que pasa en Chester’s Mill. Lo del pueblo encerrado bajo una bóveda impenetrable es apenas el principio. Bonus tracks fantásticos: “Outlander” (el más romántico viaje en el tiempo), “12 Monos” (otra de viajes en el tiempo, pero para salvar el mundo, basada en la película de Terry Gilliam), “Forever” (protagonizada por un forense… inmortal) y “The last ship” (la tripulación de un barco de guerra va de aquí para allá buscando la cura para el virus que diezmó la humanidad).
V
Vampiros
De “Buffy” a “True blood” corrió demasiada agua bajo el puente. El desafío hoy es “The strain”, nacida de la trilogía escrita por Guillermo del Toro y Chuck Hogan. Lo que parecía un virus suelto en Nueva York es, en realidad, una invasión de chupasangres con todas las letras. El equipo dirigido por Corey Stoll y la argentina Mia Maestro intenta cazar al vampiro mayor, pero por detrás hay una conspiración que va más allá de colmillos y estacas. En julio empieza la segunda temporada.
W
Wesen
Así se denomina el submundo de seres que conviven con nosotros en “Grimm”. Hay wesen buenos y malos, y a estos últimos persigue y neutraliza el grimm que encarna David Giuntoli. También hay unas brujas horribles llamadas hexenbiest y una nobleza -con rey y todo- que ejerce un dominio para nada democrático entre tanto monstruo cuasihumanizado. Se acaba la cuarta temporada y ya está confirmada la quinta.
X
“X Files”
David Duchovny y Gillian Anderson se cansaron de andar por la vida vestidos de Mulder y Scully y tiraron la toalla después de nueve temporadas y 202 capítulos. Creyeron que los aguardaba un futuro de estrellas de cine. Vuelven a la casita de los viejos junto a Chris Carter, orfebre de la serie que destapó la olla de la mejor sci-fi en la TV. Serán apenas seis capítulos… por ahora.
Y
Yuppies
En la línea temporal de “Mad men” no existía el modelo de ejecutivo superficial, eficiente y descartable que entronizó el Wall Street de los 90, pero bien puede aplicarse a sus personajes. Fascinante, el mundo de la publicidad en la Nueva York de los 60 es el terreno que pisa Don Draper y del que nos despedimos en esta, la séptima temporada. Sofisticada, inteligente y maravillosamente actuada, el vacío que deja “Mad men” no es menor.
Z
Zombies
Con “The walking dead” pasa lo mismo que con “Game of thrones”. Los puristas del comic patalean por cada cambio que el equipo conducido por Robert Kirkman introduce en la historia. No es fácil satisfacer a todos. Mientras, TWD ya cuenta con sexta temporada y un spin-off (ambientado en California y con distinto reparto, para más datos) confirmados. A esta altura a nadie se le ocurre pensar que TWD es una serie sobre zombies. Lo realmente sabroso ocurre en el seno del grupo liderado por Rick Grimes. Bonus track: otra joya inglesa, “In the flesh”. ¿Qué pasaría si se encuentra una cura y los zombies retornan a casa? “In the flesh” tiene la inquietante e irresistible respuesta.
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