Los orígenes del Ballet Contemporáneo

Beatriz Lábatte es una de las referentes indiscutibles de la danza contemporánea. Bailarina y coreógrafa, es una consultora permanente de instituciones nacionales y provinciales y jurado de numerosos festivales.

- Creaste lo que hoy se llama Ballet Contemporáneo, una formación poco común en el país.

- Entre los años 2000 y 2001 se gestó la creación de un grupo oficial de danza contemporánea en el ámbito de la entonces Secretaría de Cultura y por gestión de Ricardo Salim. Durante el primer año se dictó un curso anual a mi cargo y en el año 2001 se formó el Grupo de Danza Contemporánea que hizo su debut en el Teatro San Martín en noviembre de ese año. Durante esos primeros años trabajé en el grupo como directora, maestra y coreógrafa. Efectivamente, en nuestro país son muy pocas las provincias que han generado esos espacios en los marcos de la cultura oficial, y creo que, indudablemente, se trata de espacios muy importantes a través de los cuáles se puede gestionar y operar en la constitución y el desarrollo de un campo específico para esa modalidad de la danza escénica.

- ¿Qué lugar ocupa la danza contemporánea?

- Creo que la danza contemporánea tiene actualmente un espacio de relativa importancia en el campo de las artes escénicas de nuestra ciudad capital, no me atrevería a generalizarlo a nivel de la provincia. Considero importantísimos los espacios institucionales oficiales que incluyen la danza contemporánea entre sus programas y sus actividades; me refiero puntualmente a la Carrera Universitaria de Danza Contemporánea de la UNT, un espacio creado por la infatigable labor de Elba Castría, pionera de la danza moderna entre nosotros, y también al mencionado espacio del actual Ballet Contemporáneo del Ente Cultural. Ahora, el desarrollo y el crecimiento del campo independiente sería otro tema; en ese sentido siempre espero una presencia más potente y destacada.