Un entorno animal con personajes desvalidos

Un entorno animal con personajes desvalidos

Un elenco jujeño dirigido por Rodolfo Pacheco presenta “Quería taparla con algo”, la obra de Jorge Accame sobre una mujer en un taller mecánico

EN RIESGO. Sara Elizabeth Pérez es la protagonista mujer de la obra. prensa “quería taparla con algo” EN RIESGO. Sara Elizabeth Pérez es la protagonista mujer de la obra. prensa “quería taparla con algo”
25 Abril 2015
A un taller mecánico donde trabajan cinco hombres con apodos de animales llega temprano en una mañana, una mujer que escapó de un psiquiátrico y las historias personales se mezclan en un ambiente donde impera un clima exasperado, machista y violento. Ese es el inicio de “Quería taparla con algo”, el texto que el grupo jujeño Teatro de la Vuelta del Siglo presentará hoy y mañana en La Sodería, en una gira por la región.

El texto fue escrito por Jorge Accame (el mismo autor de “Venecia”), quien -según le dijo a LA GACETA el director y protagonista de la obra, Rodolfo Pacheco- “propone un intertexto entre la fábula y el personaje de Laurencia de ‘Fuenteovejuna’, una nueva mujer indefensa, sin conciencia para pensar y obrar según su voluntad”.

- En medio de un ambiente fuertemente masculino, ¿qué implica la llegada de esa mujer?

- Es una obra de género que nos hace reflexionar sobre nuestra condición humana. El eje narrativo es el orden y el desorden ante la aparición de la loca. Se constituye un nuevo orden en el grupo, y se arma un machismo primitivo, salvaje que avanza hasta la tragedia. Este taller es una cárcel con personas abandonadas, que genera vínculos inesperados. A través esta trama se suceden rituales, ceremonias oscuras que regulan un orden de convivencia y nos revelan comportamientos de la vida cotidiana del Mono, la Cabra, el Tucán, la Hiena y el Pescado.

- ¿Qué cosas están juego?

- Hay un juego de fuerzas que no es genuino y de poderes que se creen tener sobre las personas, con una referencia a la Argentina de la dictadura. La condensación poética está en la figura del Tucán, el héroe, el idealista devorado que propone un entramado social que hoy nos interpela. El mayor de todos, la Cabra, es un personaje que sobrevivió al proceso militar y se hizo más fuerte. Dice que no tiene nada que perder porque no le dejaron nada. Gana su Siberia, su lugar en el mundo que eligió.

- “Quería...” surge de un cuento. ¿Cómo fue el paso a la dramaturgia que hizo Accame?

- El primer formato original de la fábula es un cuento de Accame que publica en su libro “Cumbia”. En un taller con Mauricio Kartun surge la versión teatral. Está aún en movimiento, porque el autor va a ver las funciones y constata en cada presentación el funcionamiento de su dramaturgia. Es de los escritores que asiste a los ensayos y no para hasta dejar las palabras en boca de los actores hecha un guante, de calce justo.

- ¿Cómo fue el proceso de puesta en escena?

- En el montaje usé una poética cruda, con un gran despojo. Quisimos mostrar algo que quizás puede ocurrir o está ocurriendo. Deje que se mostrara el entrenamiento, que lo barroco fuese la palabra y que los cuerpos generen situaciones tensas. En estas condiciones, Accame ajustó la dramaturgia de su obra.

- ¿Quiénes conforman el elenco y cómo los eligió?

- Nos une un proyecto teatral que sostenemos desde hace 12 años, la mayoría de los actores ha trabajado conmigo en otras puestas. Conmigo están Sara Elizabeth Pérez, Saturnino Peñalva, Gustavo Ramírez, Joaquín Ramos y Ariel Posse Varela, con el aporte musical de Juan Muñoz.

- Esta es la quinta obra de Accame que dirige, ¿por qué?

- Lo conozco desde hace 10 años, desde “Hermanos”, un ensayo sobre una familia de clase acomodada que “de trabajar ni hablar”, hasta ahora con “Quería...”. En todas trabajé bien con este autor, y me sentí aportando el espacio y los cuerpos a una palabra que se volvía viva. Cada obra me ha llevado a un universo distinto e imprevisible.

DOS FUNCIONES

• Hoy a las 22 y mañana a las 21, en La Sodería (Juan Posse 1.141).

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