El abandono de la ex sede de la Dirección de Rentas

El abandono de la ex sede de la Dirección de Rentas

Son testigos del paso del tiempo. Forman parte de la identidad de un pueblo. Constituyen un tesoro invalorable porque permiten conocer cómo el pasado de una comunidad. Hay edificios antiguos que no son sólo valiosos por representar el pasado, sino también como una expresión arquitectónica y artística de una época. Tucumán no se ha caracterizado justamente por la conservación de ese legado de nuestros antepasados. Hay íconos de la ciudad que se deterioran progresivamente sin que se observe una acción estatal para revertir esta realidad.

Ello sucede con el inmueble ubicado en la ochava noroeste de las calles San Martín y Maipú. Allí funcionó el Banco de la Nación Argentina hasta 1981, cuando se cambió a su actual sede en la ochava sudeste. El edificio, diseñado en 1908 por el ingeniero y arquitecto Domingo Selva, autor también de la Casa de Gobierno y de la Sociedad Sarmiento, e inaugurado del 12 de junio de 2011, fue ocupado por la Dirección General de Rentas de la Provincia, hasta que ese organismo se cambió a 24 de Septiembre al 900. En 2010 se realizó un concurso de “Ideas de refuncionalización, ampliación y puesta en valor del edificio”. Resultó ganador el proyecto de Santiago Cocco Buldaín, del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo de Buenos Aires. El fallo del jurado destacaba que la propuesta reunía de forma lograda los requerimientos en cuanto a la relación urbano-arquitectónica, el equilibrio funcional del conjunto edilicio y la factibilidad económica y tecnológica para la materialización del proyecto. El entonces interventor de la Caja Popular, Francisco Sassi Colombres, afirmó que se comenzaría a trabajar para la concreción de la idea. “En breve arrancaremos con los distintos estudios y las previsiones presupuestarias para que a fin de año tengamos una visión global del costo del proyecto y cómo financiarlo”, anunció. Mientras que el titular del Colegio de Arquitectos de la provincia señaló que había sido un concurso “muy exitoso que nos alienta a llevar distintas propuestas al poder político para hacer obras en la ciudad, dentro del marco del Bicentenario”. La Caja Popular, propietaria del inmueble, informó que se iba a efectuar el estudio de suelo para determinar en qué condiciones se hallaba el edificio, en el sector que da hacia la San Martín, casi junto al Banco del Tucumán, donde hay una pérdida permanente de agua, que dicho sea de paso, se mantiene hasta la actualidad.

El valioso inmueble ex edificio de Rentas fue uno de los seis por los que los tucumanos se movilizaron durante 83 días a principios de 2008. La Legislatura provincial había sancionado el 20 de diciembre de 2007 una ley por la que el Poder Ejecutivo podía desprenderse de los edificios que protegía y venderlos. Debido a la presión popular, el gobernador tuvo que vetarla.

Han transcurrido cinco años desde entonces. El valioso inmueble se deteriora día a día inexplicablemente. Llegará un momento en que la destrucción edilicia será tal que se sostendrá que será menos costoso demolerla que recuperarla. Tal vez podrían argumentarse las mentadas “restricciones presupuestarias” para justificar la inacción del Ejecutivo, sin embargo, ello se contrapondría a los más de 130 millones que se invirtieron en la actual sede inteligente de la Legislatura. Es lamentable que un edificio emblemático de la ciudad que bien podría adecuarse para un centro cultural, siga en esa situación de abandono. Quizás el próximo gobierno tenga una mayor sensibilidad para conservar a estos “bisabuelos” de la familia tucumana. Si existiera voluntad y decisión política bien podría volver a la vida en el año del bicentenario de nuestra Independencia.

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