25 Abril 2015
El robo que ocurrió el miércoles en la Escuela Técnica N° 1 de Famaillá acentuó la preocupación en la dirigencia de los gremios ATEP y AMET. Ese día, alrededor de las 8.30, dos asaltantes ingresaron a una de las aulas de ese establecimiento escolar y, amenazándolos con una pistola, les robaron celulares, billeteras y hasta las llaves de las motos de algunos de los alumnos. Por el asalto se habían detenido a dos sujetos pero uno de ellos, según informaron ayer fuentes policiales, fue liberado luego de que el fiscal de Instrucción de la II° Nominación del Centro Judicial Monteros, Jorge Ariel Carrasco, considerara que no estaría vinculado con el robo.
En este contexto, funcionarios del Poder Ejecutivo reconocieron que hay circunstancias que sobrepasan las medidas que fueron tomadas para mitigar los continuos ataques de los que son blanco las escuelas públicas, pero resaltaron los resultados que, según explicaron, lograron en relación a la seguridad en los establecimientos.
Al referirse a esta situación, la ministra de Educación, Silvia Rojkés de Temkin, remarcó que desde esa cartera se viene trabajando junto con el jefe de Policía, Dante Bustamante, en distintas iniciativas para mejorar la seguridad. “Tuvimos muchas mejoras, pero a pesar del trabajo que venimos haciendo hay situaciones que nos sobrepasan como fue el robo en Famaillá. Hablé con el director de ese establecimiento (Vicente Aguilar) y me dijo que la situación ya había sido resuelta”, subrayó.
El año pasado, luego de una ola de asaltos a distintas escuelas, Educación acordó con la cartera de Seguridad instalar un sistema de alarmas en los establecimientos más golpeados por la inseguridad. “El sistema de alarmas ya fue instalado en algunas escuelas de la capital y tenemos intención de ampliarlo. Ese proyecto nos lo propusieron desde la Policía para que el 911 se ocupe de la prevención”, explicó la ministra.
En este sentido señaló que desde la Policía se explicó que las llamadas al 911 deben realizarse ante cualquier situación sospechosa que se observe y no solamente cuando está ocurriendo un ilícito. Así, según se informó, es más sencillo el trabajo de prevención.
Por otra parte, la ministra destacó el trabajo social que realiza Educación en los barrios. “Avanzamos en el trabajo con las comunidades para afianzar la apropiación de la escuela (como parte de la sociedad) para prevenir ataques. En estos casos un grupo de vecinos tiene un contacto directo con la policía para llamarlos en caso de ser necesario”, concluyó Rojkés de Temkin.
El secretario de Seguridad, Paul Hofer, a su vez dijo que se trabajó en las escuelas con mayor grado de conflictividad y que se reforzó la presencia policial. “Tenemos los corredores de seguridad que consisten en que haya una fuerte presencia policial en las calles en donde están los establecimientos. En cuanto al sistema de alarmas, hay varias escuelas de Villa Alem y Villa Amalia que ya cuentan con este servicio”, afirmó.
También dijo que, en muchas ocasiones, la Policía interviene para evitar ataques vandálicos. “La sociedad padece de una profunda falta de pertenencia de los edificios públicos. Siempre se busca dar respuestas a las escuelas pero también es cierto que tenemos casos de vandalismo. Es por eso que desde el ministerio decimos que el combate de la inseguridad también requiere un trabajo con la sociedad”, analizó.
En este contexto, funcionarios del Poder Ejecutivo reconocieron que hay circunstancias que sobrepasan las medidas que fueron tomadas para mitigar los continuos ataques de los que son blanco las escuelas públicas, pero resaltaron los resultados que, según explicaron, lograron en relación a la seguridad en los establecimientos.
Al referirse a esta situación, la ministra de Educación, Silvia Rojkés de Temkin, remarcó que desde esa cartera se viene trabajando junto con el jefe de Policía, Dante Bustamante, en distintas iniciativas para mejorar la seguridad. “Tuvimos muchas mejoras, pero a pesar del trabajo que venimos haciendo hay situaciones que nos sobrepasan como fue el robo en Famaillá. Hablé con el director de ese establecimiento (Vicente Aguilar) y me dijo que la situación ya había sido resuelta”, subrayó.
El año pasado, luego de una ola de asaltos a distintas escuelas, Educación acordó con la cartera de Seguridad instalar un sistema de alarmas en los establecimientos más golpeados por la inseguridad. “El sistema de alarmas ya fue instalado en algunas escuelas de la capital y tenemos intención de ampliarlo. Ese proyecto nos lo propusieron desde la Policía para que el 911 se ocupe de la prevención”, explicó la ministra.
En este sentido señaló que desde la Policía se explicó que las llamadas al 911 deben realizarse ante cualquier situación sospechosa que se observe y no solamente cuando está ocurriendo un ilícito. Así, según se informó, es más sencillo el trabajo de prevención.
Por otra parte, la ministra destacó el trabajo social que realiza Educación en los barrios. “Avanzamos en el trabajo con las comunidades para afianzar la apropiación de la escuela (como parte de la sociedad) para prevenir ataques. En estos casos un grupo de vecinos tiene un contacto directo con la policía para llamarlos en caso de ser necesario”, concluyó Rojkés de Temkin.
El secretario de Seguridad, Paul Hofer, a su vez dijo que se trabajó en las escuelas con mayor grado de conflictividad y que se reforzó la presencia policial. “Tenemos los corredores de seguridad que consisten en que haya una fuerte presencia policial en las calles en donde están los establecimientos. En cuanto al sistema de alarmas, hay varias escuelas de Villa Alem y Villa Amalia que ya cuentan con este servicio”, afirmó.
También dijo que, en muchas ocasiones, la Policía interviene para evitar ataques vandálicos. “La sociedad padece de una profunda falta de pertenencia de los edificios públicos. Siempre se busca dar respuestas a las escuelas pero también es cierto que tenemos casos de vandalismo. Es por eso que desde el ministerio decimos que el combate de la inseguridad también requiere un trabajo con la sociedad”, analizó.
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