Mientras más dinero hace la gente, menos duerme

Mientras más dinero hace la gente, menos duerme

Dormir menos de seis horas por noche resulta en deterioro cognitivo y afecta la productividad en el trabajo

LA COSTUMBRE DE ESTOS TIEMPOS. Más horas de trabajo tienden a desplazar a las horas de sueño, señalan los especialistas. LA COSTUMBRE DE ESTOS TIEMPOS. Más horas de trabajo tienden a desplazar a las horas de sueño, señalan los especialistas.
25 Abril 2015
Hay muchas ventajas al ganar más dinero, pero conseguir una buena noche de sueño puede no ser una de ellas. Resulta que, en general, mientras más dinero hace la gente, menos duerme. Eso ha sido cierto desde hace décadas en Estados Unidos, y también en otros países. En promedio, los adultos que tienen los mayores ingresos -alrededor de U$S 98.000 para una familia de cuatro miembros- duermen 40 minutos menos que las personas en las familias de menores ingresos. Y entre quienes duermen poco -los que están en el 10% de menor descanso nocturno- las personas de altos ingresos están sobrerrepresentadas, según la encuesta del gobierno en la que tienen mayor confianza los investigadores del sueño.

Dormir muy poco es realmente malo para su salud. Los investigadores han demostrado que, para la mayoría de la gente, dormir menos de seis horas por noche resulta en deterioro cognitivo. La falta de sueño también se asocia con otros problemas de salud y un mayor riesgo de morir en un accidente de automóvil. En general, el factor que parece ser el más estrechamente vinculado con la cantidad de tiempo que duerme la gente es la cantidad de tiempo que trabaja. Más horas de trabajo tienden a desplazar a las horas de sueño. Las personas que trabajan en dos empleos duermen menos que nadie, según un estudio reciente, y son los más propensos a estar en el 10% de los durmientes, a veces llamados “duermen-poco.’’

Considere la Gran Recesión: los estadounidenses dormían más durante 2009, 2010 y 2011, cuando el desempleo era alto. Eso, probablemente no se debía a que el estrés era bajo o la actitud sobre el sueño era más saludable; se debía a que una menor cantidad de personas estaban trabajando. O este hecho: las personas retiradas duermen más que las personas en edad de trabajar, a pesar de que la necesidad biológica de sueño en realidad disminuye en la vejez.

“El principal factor determinante del dormir poco es el trabajo’’, dice Mathias Basner, profesor en la Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania, que ha estudiado a las personas que duermen poco. “Las personas que trabajan muchas horas son mucho más propensas a ser de los ‘duermen-poco’’’.

Otras actividades que parecen estar desplazando desproporcionadamente el tiempo de sueño de los ‘duermen-poco’ son los desplazamientos hacia y del trabajo, ver televisión por la noche, y el arreglo personal en la mañana, de acuerdo con el trabajo de Basner. Si está tratando de dormir más, sin recortar el horario de trabajo, Basner recomienda evitar la televisión antes de dormir, pasar menos tiempo arreglándose para el trabajo y vivir más cerca de su lugar de trabajo. Estos hallazgos provienen de una encuesta llamada Encuesta de Uso del Tiempo Estadounidense. Investigadores del gobierno pidieron a un conjunto de estadounidenses que registraran cada minuto de actividad en un solo día, y las resultantes dan un retrato de cómo pasa su tiempo la gente.

La teoría dominante

Que los ricos duermen menos, es la teoría dominante. Sin embargo, un análisis reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) parece contradecir estas creencias largamente sostenidas sobre el sueño. En una carta publicada durante marzo, en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad, los investigadores encontraron que las personas que ganan menos del nivel federal de pobreza, eran más propensas a decir que duermen menos de seis horas, que cualquier otro grupo de ingresos. La impactante gráfica impulsó varios artículos de noticias, que describen al sueño como un “artículo de lujo’’.

Esos datos provenían de una encuesta diferente, llamada Encuesta Nacional de Salud, que pidió a la gente que estimara la cantidad de horas de sueño obtenida en un día promedio. Y esa metodología puede ayudar a explicar por qué hay tanta diferencia con la literatura existente. En los datos de la Encuesta de Uso del Tiempo, la gente da cuenta de cada minuto del día anterior; es decir, la memoria está fresca y todo tiene que sumar. Pero en la encuesta ENS, la gente sólo tenía que calcular un promedio, un método en el cual es menos probable lograr un resultado exacto, dijeron varios expertos en sueño. Sin embargo, según Daniel Hamermesh, profesor de economía en la Universidad de Texas en Austin y la Real Universidad de Holloway en Londres, las personas de mayores ingresos dormían menos que las personas pobres. Y la gente de mayores ingresos tenía más probabilidades de estar entre el grupo que dormía menos.

Hamermesh tiene una teoría económica acerca de por qué la relación existente entre el ingreso y el sueño parece ser tan fuerte: cuanto más se puede ganar, más vale la pena sacrificar horas de sueño por trabajo. Hay límites, por supuesto, ya que la falta de sueño trae una merma en la productividad y descontento.

Aún así, el estudio de CDC plantea algunas preguntas interesantes acerca de si hay una fracción importante de estadounidenses de bajos ingresos que no duermen lo suficiente. Las personas que tienen los ingresos más bajos no son todas iguales. Algunos trabajan muchas horas por salarios bajos y encadenan varios trabajos; otros pueden trabajar sólo a tiempo parcial o no trabajan en absoluto. Esos dos grupos de personas de bajos ingresos tienen patrones de sueño muy diferentes.

Tal vez todos tengamos que dormir con esto antes de llegar a una conclusión firme. Al pedirle que explicara los distintos resultados a Lindsay Negro, la investigadora de CDC que publicó el reciente informe, dijo que la respuesta no es clara. “Sus resultados son correctos’’, dijo, refiriéndose a Hamermesh. “Así como también los míos”, finalizó.

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