24 Abril 2015
PERICIA CLAVE. Los informes balísticos serían indicio, según la fiscal, de que se trató de un “autoatentado”. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
La causa por el supuesto “autoatentado” protagonizado por un empleado del legislador amayista Alfredo Toscano suma nuevos elementos. Ayer, la fiscala de Instrucción de la VIII Nominación, Adriana Giannoni, le tomó declaración al médico forense que revisó al chofer Rolando Alberto Díaz. El lunes pasado, este había denunciado (al parecer de manera falsa) que había sufrido un ataque por razones políticas mientras conducía el auto de Toscano por El Manantial.
El experto que testificó ante Giannoni, según fuentes judiciales, refutó partes de la declaración que había brindado Díaz cuando aún era considerado víctima en el expediente. Los voceros explicaron que el médico ratificó el primer informe forense, en el que se detalla que el chofer tenía un lastimado de aproximadamente un centímetro en la nariz, sin lesiones óseas ni golpes en el pecho.
Con estos datos, la fiscala suma elementos de prueba que fortalecen su hipótesis de que el empleado de Toscano, en realidad, realizó una falsa denuncia.
En la semana, había recibido un informe balístico que también compromete a Díaz. Según ese estudio, el auto que manejaba el asesor del legislador amayista recibió “balinazos” (no disparos con arma de fuego) cuando estaba detenido, y no mientras estaba en movimiento, como había declarado el chofer. En el lugar del presunto hecho, se habían secuestrado vainas servidas calibre 22, pero los peritos revelaron que las marcas en el chasis habían sido realizadas con un arma a gas o aire comprimido.
Además, aunque el chofer del legislador dijo que había recibido un golpe en el pecho y otro en la nariz -que según él le hizo perder mucha sangre-, en el vehículo no se encontraron manchas ni indicios de pelea.
El hecho se produjo el lunes 13, cerca de las 7, un par de horas antes de que la Legislatura comenzara a sesionar. Según Díaz, fue interceptado por dos motos y luego por un auto negro en El Manantial, cuando iba rumbo hacia el centro para buscar a Toscano y llevarlo al recinto. “No son once tiros a mi camioneta, a mi investidura. Son 11 tiros a la democracia. (...) Este es un atentado político”, dijo el amayista Toscano ante sus pares, que emitieron una declaración repudiando el hecho.
En un primer momento, Giannoni estableció la carátula de la causa como tentativa de homicidio, abuso de armas de fuego y lesiones. Ahora, el expediente investiga una presunta falsa denuncia, en el que el imputado es Díaz y la víctima, la Administración Pública.
Fuentes del municipio aseguraron ayer que pondrán al chofer a disposición de la fiscala.
El experto que testificó ante Giannoni, según fuentes judiciales, refutó partes de la declaración que había brindado Díaz cuando aún era considerado víctima en el expediente. Los voceros explicaron que el médico ratificó el primer informe forense, en el que se detalla que el chofer tenía un lastimado de aproximadamente un centímetro en la nariz, sin lesiones óseas ni golpes en el pecho.
Con estos datos, la fiscala suma elementos de prueba que fortalecen su hipótesis de que el empleado de Toscano, en realidad, realizó una falsa denuncia.
En la semana, había recibido un informe balístico que también compromete a Díaz. Según ese estudio, el auto que manejaba el asesor del legislador amayista recibió “balinazos” (no disparos con arma de fuego) cuando estaba detenido, y no mientras estaba en movimiento, como había declarado el chofer. En el lugar del presunto hecho, se habían secuestrado vainas servidas calibre 22, pero los peritos revelaron que las marcas en el chasis habían sido realizadas con un arma a gas o aire comprimido.
Además, aunque el chofer del legislador dijo que había recibido un golpe en el pecho y otro en la nariz -que según él le hizo perder mucha sangre-, en el vehículo no se encontraron manchas ni indicios de pelea.
El hecho se produjo el lunes 13, cerca de las 7, un par de horas antes de que la Legislatura comenzara a sesionar. Según Díaz, fue interceptado por dos motos y luego por un auto negro en El Manantial, cuando iba rumbo hacia el centro para buscar a Toscano y llevarlo al recinto. “No son once tiros a mi camioneta, a mi investidura. Son 11 tiros a la democracia. (...) Este es un atentado político”, dijo el amayista Toscano ante sus pares, que emitieron una declaración repudiando el hecho.
En un primer momento, Giannoni estableció la carátula de la causa como tentativa de homicidio, abuso de armas de fuego y lesiones. Ahora, el expediente investiga una presunta falsa denuncia, en el que el imputado es Díaz y la víctima, la Administración Pública.
Fuentes del municipio aseguraron ayer que pondrán al chofer a disposición de la fiscala.
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