Por Miguel Eduardo Décima
20 Abril 2015
PROTAGONISTAS. Tomás González y Oscar Mamaní concentraron por primera vez con el primer equipo y cumplieron su sueño. la gaceta / foto de miguel décima
LA RIOJA.- (De nuestro enviado especial, Miguel Décima).- Todavía les cuesta aceptar lo que están viviendo. Sus caras lo dicen todo: Oscar Mamaní (22 años) y Tomás González (17) están viviendo el sueño de pibe. Desde que pisaron el césped del “Complejo Natalio Mirkin” por primera vez, los invadió el mismo sueño de llegar al plantel profesional para alguna vez estar entre los 18 concentrados. Ese día llegó cuando menos lo esperaban.
Por primera vez en sus cortas carreras, formaron parte del plantel en un partido oficial por el Federal A y, aunque quieren mantenerse tranquilos, reconocen la ansiedad. “Tomy” hasta se dio el lujo de jugar: Darío Tempesta le encomendó la tarea de tener la pelota y cuidar el triunfo, a 10 minutos del final, cuando ingresó por Lucas Chacana. La cumplió a la perfección.
Ambos habían tenido la posibilidad de jugar la Copa Argentina el pasado diciembre, pero reconocen que esto es diferente mientras caminan por Plaza 25 de Mayo, el principal paseo público de la capital riojana “Estar en una citación para un partido del Federal A es algo soñado. Sabemos que esto recién comienza para nosotros y que vamos a tener que cargarnos de paciencia para esperar la chance. Pero lo bueno es saber aprovecharla cuando esta llegue”, dijo el enganche que vive en El Manantial junto a Fabián y Gabriela, sus padres, y sus hermanos Alejandra, Natalia, Camila y Exequiel.
Aunque reconoce que siempre trabajó para esto, “Estrella”, como suelen llamarlo en La Ciudadela, nunca imaginó que a tan temprana edad iba a poder contar su historia. “Todavía están en mi mente las tardes que luego de entrenar con el plantel liguista me quedaba observando al plantel profesional soñando algún día estar practicando con ellos. Por eso es en estos momentos cuando debemos estar más tranquilos y demostrarle al técnico que no se equivocó a la hora de darnos su confianza”, dijo quien se considera fanático de San Martín y de Juan Román Riquelme, su espejo e ídolo futbolístico.
Mamaní en cambio es un cinco que admira a Fernando Gago y confesó que no podía creer cuando escuchó su nombre mientras anunciaban los viajeros a La Rioja. “Juro que en ese momento se me vinieron a la mente todos los recuerdos que tengo desde el primer día que llegué al club. Aunque soy optimista por naturaleza, no esperaba esta citación que me hizo tan feliz”, señaló Oscar, que vive en el Barrio Telefónico de Yerba Buena junto sus padres Oscar y Beatriz, a quienes llamó para darles la primicia cuando Tempesta lo confirmó entre los concentrados.
“Se pusieron muy contento porque son hinchas de San Martín y me apoyan en todo momento. Sé que a partir de ahora mi carrera puede dar un cambio brusco”, sostuvo y dejó el deseo que comparte junto a González para el final del paseo: “Dios quiera que esto no sea algo pasajero y junto a Tomás nos podamos consolidar en el plantel. Tenemos que demostrar que en las inferiores del club hay material humano para estar a este nivel”.
Por primera vez en sus cortas carreras, formaron parte del plantel en un partido oficial por el Federal A y, aunque quieren mantenerse tranquilos, reconocen la ansiedad. “Tomy” hasta se dio el lujo de jugar: Darío Tempesta le encomendó la tarea de tener la pelota y cuidar el triunfo, a 10 minutos del final, cuando ingresó por Lucas Chacana. La cumplió a la perfección.
Ambos habían tenido la posibilidad de jugar la Copa Argentina el pasado diciembre, pero reconocen que esto es diferente mientras caminan por Plaza 25 de Mayo, el principal paseo público de la capital riojana “Estar en una citación para un partido del Federal A es algo soñado. Sabemos que esto recién comienza para nosotros y que vamos a tener que cargarnos de paciencia para esperar la chance. Pero lo bueno es saber aprovecharla cuando esta llegue”, dijo el enganche que vive en El Manantial junto a Fabián y Gabriela, sus padres, y sus hermanos Alejandra, Natalia, Camila y Exequiel.
Aunque reconoce que siempre trabajó para esto, “Estrella”, como suelen llamarlo en La Ciudadela, nunca imaginó que a tan temprana edad iba a poder contar su historia. “Todavía están en mi mente las tardes que luego de entrenar con el plantel liguista me quedaba observando al plantel profesional soñando algún día estar practicando con ellos. Por eso es en estos momentos cuando debemos estar más tranquilos y demostrarle al técnico que no se equivocó a la hora de darnos su confianza”, dijo quien se considera fanático de San Martín y de Juan Román Riquelme, su espejo e ídolo futbolístico.
Mamaní en cambio es un cinco que admira a Fernando Gago y confesó que no podía creer cuando escuchó su nombre mientras anunciaban los viajeros a La Rioja. “Juro que en ese momento se me vinieron a la mente todos los recuerdos que tengo desde el primer día que llegué al club. Aunque soy optimista por naturaleza, no esperaba esta citación que me hizo tan feliz”, señaló Oscar, que vive en el Barrio Telefónico de Yerba Buena junto sus padres Oscar y Beatriz, a quienes llamó para darles la primicia cuando Tempesta lo confirmó entre los concentrados.
“Se pusieron muy contento porque son hinchas de San Martín y me apoyan en todo momento. Sé que a partir de ahora mi carrera puede dar un cambio brusco”, sostuvo y dejó el deseo que comparte junto a González para el final del paseo: “Dios quiera que esto no sea algo pasajero y junto a Tomás nos podamos consolidar en el plantel. Tenemos que demostrar que en las inferiores del club hay material humano para estar a este nivel”.
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