Con el S6, Samsung quiere recuperar terreno

Con el S6, Samsung quiere recuperar terreno

La apuesta de la firma coreana con la línea S6 y S6 Edge se llama “Proyecto Cero”: toda una definición

18 Abril 2015

Farhad Manjoo - The New York Times

NUEVA YORK – El nombre en código interno de Samsung para sus smartphones de tecnología de punta más recientes, el Galaxy S6 y el S6 Edge, es “Proyecto Cero”, indicando lo que Samsung llama “un regreso a lo fundamental”.

El nombre en código también sugiere que Samsung finalmente parece comprender lo que muchos críticos han dicho desde hace tiempo sobre sus teléfonos: el hardware de plástico parecía barato, las funciones más promovidas eran mayormente inútiles y el software era demasiado complicado. Samsung, según Samsung, se ha dado cuenta de los errores de sus procedimientos.

La comprensión nació de la necesidad. La participación de mercado y las utilidades de Samsung en el negocio de los smartphones se han desplomado durante el último año. La compañía, basada en Corea del Sur, está en la posición poco envidiable de estar siendo presionada desde abajo por los teléfonos asequibles hechos por empresas chinas como Xiaomi y en la cima por la poderosa línea de iPhones de Apple.

Los elegantes nuevos Galaxy, que salieron a la venta en Estados Unidos en marzo, están destinados a sacar a Samsung de esa situación apurada. Pero su apariencia magnífica no alcanza para corregir lo que aqueja a la compañía: pese a un hardware mejorado, el S6 y el S6 Edge aún carecen de un software convincente.

A diferencia de Apple, Samsung no se las ha ingeniado para crear un paquete incorporado de software y servicios para mantener a la gente enganchada a sus propios teléfonos. “Se puede argumentar que están en la fase uno de corregir su software, que es deshacerse de mucha de la basura”, dijo Jan Dawson, un analista de tecnología que anticipó los problemas recientes de Samsung. “Pero no hemos visto la fase dos, que sería crear su propio software. Realmente no hemos visto mucho de eso hasta ahora”.

Samsung se convirtió en el fabricante de smartphones más popular del mundo al producir alternativas al iPhone a precios atractivos, y superar el gasto de todos sus rivales en mercadotecnia. Más que cualquier otra compañía, desarrolló teléfonos con pantallas grandes, un éxito sorprendente entre los consumidores. Pero, el año pasado, Apple produjo sus propios teléfonos grandes. También fueron un éxito, y la espiral de Samsung se aceleró.

Las ventas de smartphones de Samsung en el último trimestre de 2014 declinaron respecto del año anterior, mientras que el mercado en general creció, según la firma de investigación Gartner. Según estimaciones, Apple reclamó más de 90 % de las utilidades en la industria de los smartphones durante las fiestas.

Samsung sigue siendo el mayor fabricante de smartphones en el mundo, pero su participación cayó de alrededor de 31 % a menos de 25 % entre 2013 y 2014, reportó Gartner. Y en China, ampliamente considerado el gran mercado de crecimiento para los teléfonos, Samsung se clasificó en quinto sitio detrás de Xiaomi, Apple, Huawei y Lenovo durante el último trimestre, según la firma de investigación IDC.

Los nuevos S6 y S6 Edge – casi idénticos entre sí excepto que la pantalla del Edge se curvea de manera intrigante, aunque mayormente inútil, en su lado izquierdo y derecho – son al menos una respuesta a los críticos que dicen que los dispositivos de Samsung se ven baratos.

Los S6 están hechos de aluminio y cristal en vez del plástico en los teléfonos más antiguos de Samsung. Tanto el S6 como el S6 Edge se parecen mucho al iPhone de Apple. El S6, en particular, parece el hermano de otra madre de Apple. Samsung también se apropió de muchas de las ideas de diseño por las cuales sus fanáticos han criticado desde hace tiempo a Apple.

Los nuevos Galaxy ya no ofrecen una batería removible, por ejemplo, o una ranura para añadir tarjetas de almacenamiento, y a diferencia del Galaxy S5, los S6 no son a prueba de agua.

Samsung va más lejos en incluir cada uno de los otros elementos de hardware: El S6 y el S6 Edge son ultrarápidos, sus cámaras son excelentes, sus sensores de huella digital funcionan muy bien y, – con una plataforma de carga adicional – pueden ser cargados de manera inalámbrica.

Pero aunque los nuevos teléfonos son hermosos y funcionales, siguen siendo difíciles de usar. El S6 y el S6 Edge operan una versión modificada para Samsung del sistema operativo Android de Google. Pese a los esfuerzos de los ingenieros de Samsung por limpiar el software, la interfaz del teléfono es una mezcolanza de extrañas decisiones de diseño y funciones exageradamente complicadas.

En el mercado internacional para los teléfonos, los Galaxy de Samsung son relativamente caros. Se venden por alrededor del mismo precio que los dispositivos más recientes de Apple, 199 dólares o más con un contrato a dos años, o más de 650 dólares sin contrato. Pero los teléfonos poderosos hechos por vendedores chinos de menor precio, como el OnePlu One, a menudo se venden por menos de la mitad del precio de los dispositivos de gran calidad de Samsung y Apple.

Si uno paga ese precio superior por Samsung, no recibe mucho más de lo que se consigue con, digamos, un teléfono hecho por Xiaomi, OnePlus o cualquiera de una docena de fabricantes más pequeños.

La larga historia de Samsung de software inferior podría no inspirar a veintenas de clientes a comprar lo que ofrece. Lo que es más, ya que Samsung se basa en el sistema operativo de Google, los clientes hacen mejor en comprar los servicios de esa compañía porque regularmente están mejor diseñados y funcionarán en la mayoría de otros teléfonos con Android.

“Samsung no tiene nada mejor que los servicios de Google en la mayoría de las categorías”, dijo Dawson. He aquí la catastrófica pregunta para Samsung: Si muchos otros teléfonos más baratos y casi igual de buenos operan con Android, ¿por qué pagar extra por un Samsung?

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