11 Abril 2015
La posibilidad de elegir a los gobernantes a través del voto secreto es una de las herramientas fundamentales de la democracia. A medida que se aproximan los comicios, se profundiza la campaña proselitista que les permite a los candidatos hacer conocer sus propuestas y tomar un contacto más directo con los ciudadanos. En los últimos años, se han registrado hechos de violencia que no deben pasar inadvertidos para nuestros representantes y la sociedad.
En la madrugada del jueves, un grupo de militantes que trabajan con el concejal Christian Amaya fueron agredidos a balazos, cuando se aprestaban a realizar pintadas en el Barrio Ejército Argentino. Alrededor de la 1.30, cuatro individuos que circulaban en moto comenzaron a hacer tiros que impactaron en la camioneta. “Por suerte no hubo víctimas que lamentar. Alguien podría haber muerto porque fueron seis los disparos que realizaron estos delincuentes”, dijo el edil, que hizo la denuncia en la Seccional 3°.
El incidente generó el rechazo del intendente capitalino, así como de otros ediles y del gobernador. “Repudio totalmente las agresiones a esos dirigentes, esto no puede ser y espero que se encuentre a esos delincuentes porque hay que preservar la democracia. Fue una locura que se actúe así, es inconcebible”, afirmó el mandatario.
No es la primera vez que suceden hechos de esta naturaleza. El 27 de marzo pasado, el intendente de San Miguel de Tucumán, había denunciado amenazas de parte de dirigentes del oficialismo. Estoy yendo a los pueblos y nos amenazan. En El Manantial nos amenazaron con un arma de fuego por querer hacer un acto en la plaza. En Ranchillos nos cortaron la luz para que evitemos las caminatas. En Tafí Viejo, la Policía nos secuestró la camioneta y puedo seguir enumerando una serie de cosas. Pero basta ya, basta”, aseveró en esa oportunidad.
En julio de 2014, en Amaicha del Valle, el intendente Domingo Amaya recibió una trompada de un albañil. Nuestra crónica del 6 de agosto de 2013 señalaba: “Ayer, cerca del mediodía, se produjeron los incidentes en la zona de avenida Independencia y calle Constitución. En ese momento, los precandidatos de la lista Unidad para la República (Acuerdo Cívico y Social) se aprestaban para iniciar una caminata por el barrio Ejército Argentino, al sur de la capital. Según el relato de los militantes y postulantes de ese espacio, imprevistamente un grupo de hombres y mujeres, armados con piedras y botellas, se acercaron y les advirtieron que nos les permitirían el paso hacia el barrio. ‘Tenemos órdenes de ‘Cacho’ de no dejarlos pasar, aunque corra sangre. Este es nuestro territorio’”, relató el entonces senador José Cano, precandidato a diputado.
Todo acto de violencia es repudiable. Mal habla de aquellos sectores que con su intolerancia intentan impedir la libre expresión, valiéndose además de la intimidación con armas de fuego. Este hecho no debe ser tomado como una mera escaramuza electoral, sino con toda la gravedad de la circunstancia; el Gobierno debe investigar hasta encontrar a los responsables y aplicarles todo el rigor de la ley.
“La violencia no es fuerza sino debilidad, nunca podrá crear cosa alguna, solamente la destruirá”, sostenía el escritor italiano Benedetto Croce. La violencia y la impunidad son enemigas no solo de la democracia, sino también de la sociedad.
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