Las lluvias y el barro hacen estragos en Chile

Las lluvias y el barro hacen estragos en Chile

Siete muertos en la región de Atacama

COPIAPÓ. El deslave de cerros cubrió de barro calles y vehículos en la ciudad. reuters COPIAPÓ. El deslave de cerros cubrió de barro calles y vehículos en la ciudad. reuters
27 Marzo 2015
SANTIAGO.- Las fuerzas militares y equipos especializados trabajan en labores de rescate de cientos de personas aisladas en desérticos pueblos del Norte de Chile, azotados por inusuales lluvias que dejaron al menos siete muertos tras desbordes de ríos y aluviones.

Por las intensas precipitaciones, las peores en ocho décadas en el norte del país -equivalentes a las lluvias que caen en dos años en algunas zonas- permanecían desaparecidas una veintena de personas. La Oficina Nacional de Emergencia dijo que había 2.100 personas albergadas. El Gobierno ordenó a las fuerzas militares tomar el control del orden público en las áreas más afectadas, junto con el traslado de unos 16 helicópteros y aviones para ir en ayuda de las cientos de personas aisladas.

“Este es el mayor desastre pluviométrico que hemos tenido en los últimos 80 años”, admitió el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy. Tras los múltiples aluviones en zonas del norte del país, las autoridades declararon alerta sanitaria por la turbiedad del agua potable y ante posibles brotes de enfermedades. Las ciudades de Copiapó, Taltal y pequeños pueblos estaban prácticamente cubiertos de barros y escombros. La presidenta Michelle Bachelet visitó la región de Atacama, una de las más golpeadas por las lluvias y por decenas de aluviones, que arrasaron con pueblos o dividieron pequeñas ciudades.

El inusual fenómeno climatológico se produjo debido a que un núcleo frío chocó con la Cordillera de Los Andes y, en vez de caer en forma de nieve, produjo fuertes lluvias a gran altura que barrieron en forma aluvional con todos los camino abajo y en dirección hacia valles, quebradas y pueblos costeros de la región. La mayoría de las grandes minas de cobre que operan en la zona suspendió sus actividades, especialmente los yacimientos de Chuquicamata. El desborde de ríos y aludes arrasaron con viviendas, caminos y dejaron cientos de damnificados, cortes en rutas y graves fallas en la fibra óptica de telecomunicación en la zona. La cantidad de damnificados estaba bajo estudio. (Reuters)

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios