Por Gustavo Frías Silva
27 Marzo 2015
El productor demanda el arreglo de los caminos
Además de las contingencias propias de las abundantes lluvias del verano tucumano, los hombres de campo deben enfrentar el mal estado de la red de caminos terciarios, secundarios y primarios. Estas vías son vitales para llegar en tiempo a los diferentes destinos con las producciones. Las autoridades provinciales, municipales o comunales poco o nada hacen en cuanto al mantenimiento.
La producción agropecuaria local es importante en cuanto a volúmenes y tipo de productos que se explotan en la provincia más pequeña de la Argentina, ya que podemos considerar que la producción de limón es la primera en el mundo con más de 32.000 hectáreas con valores que en algunas campañas sobrepasaron las 300.000 toneladas de fruta fresca destinada a la exportación, y más de 1,1 millón de toneladas destinada a la industria.
La producción cañera es la más importante económicamente hablando en la provincia, con más de 250.000 ha que producen más de 1,2 millón de toneladas de azúcar luego que en los trapiches de los ingenios se muelen más de 14 millones de toneladas de caña.
Si seguimos en importancia por la superficie y el volumen, la producción de granos en algunos años alcanzaron y sobrepasaron las 200.000 ha en soja, con valores que rondan las 600.000 toneladas; el maíz con 60.000 ha y unas 360.000 toneladas, y el trigo en el invierno con más de 150.000 ha, que de acuerdo a como viene el año llegó a más de 200.000 ha y una producción de más de 300.000 toneladas.
Si vemos los volúmenes que se mueven al año en Tucumán de acuerdo con su superficie, los números son más que halagüeños. Pero esa producción requiere de una gran cantidad de camiones para salir de los campos y dirigirse a los diferentes destinos de acopio e industrias.
Para poder llegar en tiempo y forma a los diferentes destinos con la producción se requiere de una vasta red de caminos terciarios, secundarios y primarios, que nuestra provincia los tiene pero que todos los años se enfrenta al mismo problema.
El mal estado de mantenimiento para circular adecuadamente viene ocurriendo desde hace varias campañas y con las lluvias que ocurrieron en marzo la red caminera es un desastre.
En Tucumán todos los años se enfrenta a veranos lluviosos que ponen de manifiesto la fragilidad de los caminos, sobre todo rurales, que no se pueden transitar mientras dure el periodo de lluvias. Cuando ese periodo termina es necesario que ingresen maquinarias para repararlos y que los caminos recuperen sus condiciones de transitabilidad para mover producciones y personas.
Esto muchas veces no sucede y los caminos están siempre en malas condiciones, por lo que el obligado movimiento vehicular se complica.
En Tucumán existen dependencias del Estado que deben mantener correctamente transitables los caminos, como Vialidad provincial, municipios y comunas rurales. Pero en muchos lugares de la provincia el mantenimiento de la red terciaria directamente no se hace.
Es importante destacar que los malos caminos desarraigan a las poblaciones de la campaña, que se ven obligadas a trasladarse a ciudades cada vez más pobladas y con mayores dificultades en materia de vivienda digna y de fuentes de trabajo. De ahí que mantener en condiciones de circulación los caminos no solo pasa a ser una cuestión meramente económica a una situación social relevante.
El área productiva provincial necesita unos 3.000 kilómetros de caminos rurales para tener una perfecta conectividad. En esto se debe trabajar para determinar, con capacidad y rigor técnico, cuáles son esos caminos terciarios y darle a su ensanche y mantenimiento la prioridad que corresponde.
Está claro que para que los caminos puedan soportar las escorrentías que todos los veranos suceden y cuyas aguas vienen de los campos cultivados, deben tener un ancho de banquinas suficiente que evite su deterioro.
Además faltan obras de mantenimientos en ríos y arroyos y de desagües que deben ser prioritarios para los gobiernos venideros, ya que este que termina hizo poco y nada.
Inversión
Ejemplos de cómo poder trabajar mancomunadamente para mantener las vías de comunicación existen muchos. Tiempo atrás se repararon y se hicieron caminos a través del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap). Con una inversión cercana a los $ 100 millones en ese momento se construyeron más de 220 km de caminos en áreas rurales.
Este tipo de trabajo ya lo conocen los municipios, las comunas, la SRT y Vialidad provincial, pero no todos trabajan y se esfuerzan de igual manera para concretar un mantenimiento adecuado de esos caminos. La solución para mantener adecuadamente transitables los caminos rurales pasa por que todos los sectores involucrados trabajen mancomunadamente, y que se creen consorcios de caminos entre los interesados.
Las lluvias ya hicieron lo suyo y las obras para evitar daños deben ser realizadas y ver la forma de que un fenómeno climático como el vivido, si se repite, no sea tan dañino como el que tuvimos y para ello debe trabajarse muchísimo.
El sistema productivo se asienta en poder llegar en tiempo y forma con los bienes producidos a los diferentes destinos de la mejor manera posible, y para ello hacen faltan caminos adecuados y bien mantenidos.
La producción cañera es la más importante económicamente hablando en la provincia, con más de 250.000 ha que producen más de 1,2 millón de toneladas de azúcar luego que en los trapiches de los ingenios se muelen más de 14 millones de toneladas de caña.
Si seguimos en importancia por la superficie y el volumen, la producción de granos en algunos años alcanzaron y sobrepasaron las 200.000 ha en soja, con valores que rondan las 600.000 toneladas; el maíz con 60.000 ha y unas 360.000 toneladas, y el trigo en el invierno con más de 150.000 ha, que de acuerdo a como viene el año llegó a más de 200.000 ha y una producción de más de 300.000 toneladas.
Si vemos los volúmenes que se mueven al año en Tucumán de acuerdo con su superficie, los números son más que halagüeños. Pero esa producción requiere de una gran cantidad de camiones para salir de los campos y dirigirse a los diferentes destinos de acopio e industrias.
Para poder llegar en tiempo y forma a los diferentes destinos con la producción se requiere de una vasta red de caminos terciarios, secundarios y primarios, que nuestra provincia los tiene pero que todos los años se enfrenta al mismo problema.
El mal estado de mantenimiento para circular adecuadamente viene ocurriendo desde hace varias campañas y con las lluvias que ocurrieron en marzo la red caminera es un desastre.
En Tucumán todos los años se enfrenta a veranos lluviosos que ponen de manifiesto la fragilidad de los caminos, sobre todo rurales, que no se pueden transitar mientras dure el periodo de lluvias. Cuando ese periodo termina es necesario que ingresen maquinarias para repararlos y que los caminos recuperen sus condiciones de transitabilidad para mover producciones y personas.
Esto muchas veces no sucede y los caminos están siempre en malas condiciones, por lo que el obligado movimiento vehicular se complica.
En Tucumán existen dependencias del Estado que deben mantener correctamente transitables los caminos, como Vialidad provincial, municipios y comunas rurales. Pero en muchos lugares de la provincia el mantenimiento de la red terciaria directamente no se hace.
Es importante destacar que los malos caminos desarraigan a las poblaciones de la campaña, que se ven obligadas a trasladarse a ciudades cada vez más pobladas y con mayores dificultades en materia de vivienda digna y de fuentes de trabajo. De ahí que mantener en condiciones de circulación los caminos no solo pasa a ser una cuestión meramente económica a una situación social relevante.
El área productiva provincial necesita unos 3.000 kilómetros de caminos rurales para tener una perfecta conectividad. En esto se debe trabajar para determinar, con capacidad y rigor técnico, cuáles son esos caminos terciarios y darle a su ensanche y mantenimiento la prioridad que corresponde.
Está claro que para que los caminos puedan soportar las escorrentías que todos los veranos suceden y cuyas aguas vienen de los campos cultivados, deben tener un ancho de banquinas suficiente que evite su deterioro.
Además faltan obras de mantenimientos en ríos y arroyos y de desagües que deben ser prioritarios para los gobiernos venideros, ya que este que termina hizo poco y nada.
Inversión
Ejemplos de cómo poder trabajar mancomunadamente para mantener las vías de comunicación existen muchos. Tiempo atrás se repararon y se hicieron caminos a través del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap). Con una inversión cercana a los $ 100 millones en ese momento se construyeron más de 220 km de caminos en áreas rurales.
Este tipo de trabajo ya lo conocen los municipios, las comunas, la SRT y Vialidad provincial, pero no todos trabajan y se esfuerzan de igual manera para concretar un mantenimiento adecuado de esos caminos. La solución para mantener adecuadamente transitables los caminos rurales pasa por que todos los sectores involucrados trabajen mancomunadamente, y que se creen consorcios de caminos entre los interesados.
Las lluvias ya hicieron lo suyo y las obras para evitar daños deben ser realizadas y ver la forma de que un fenómeno climático como el vivido, si se repite, no sea tan dañino como el que tuvimos y para ello debe trabajarse muchísimo.
El sistema productivo se asienta en poder llegar en tiempo y forma con los bienes producidos a los diferentes destinos de la mejor manera posible, y para ello hacen faltan caminos adecuados y bien mantenidos.
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