Atlético: Acosta cambia por goles la confianza que depositó el cuerpo técnico en él

Atlético: Acosta cambia por goles la confianza que depositó el cuerpo técnico en él

El "decano" recibe a Instituto, a las 21.30, por la séptima fecha de la B Nacional.

 la gaceta / foto de héctor peralta la gaceta / foto de héctor peralta
26 Marzo 2015
Es inevitable escurrir definitivamente el pasado reciente. Aquel intento de ascenso fallido es una pelota que no para de picar. Y todavía hoy a Guillermo Acosta le cuesta amasar esos sentimientos tan puros que él mismo refleja como un fracaso ancestral. “Lo perdimos nosotros”, acepta quien hoy está en una mejor versión de lo que fue su patente de 2014.

Acosta volvió a sentirse en plenitud en la cancha, a aportarle a Atlético, además de su cuota de despliegue habitual, goles, amores que prácticamente estuvieron ausentes cuando él y el equipo lo necesitaron, y que por esa razón se golpea la cabeza con impotencia. “Todo tiene que ver con eso, con lo mental, con que si estás bien todo puede pasar y las cosas pueden salir mejor de lo que imaginás. Lo que nos pasó el torneo pasado fue y será un dolor muy grande que podemos corregir dejando todo en este campeonato largo. Luchando hasta el final”, reconoce “Bebe”, mientras acepta que lo mejor es fumigar la mala vibra. “Enterrar el pasado es una solución que viene de la mano de seguir dando la cara en la cancha y buscando lo mejor para Atlético”, opina.

En vísperas a lo que será el duelo 40 contra el rival al que el “decano” más vences enfrentó entre Primera y la B Nacional, Instituto, Acosta entiende que el equipo está preparado para no perderles pisada a los puestos de punta y que Atlético tiene material como para que sus hinchas vuelvan a creer en quienes los representan. “Volver a entusiasmar a la gente es importante para nosotros, y eso se consigue sólo con triunfos. Los hinchas deben saber que ese es nuestro objetivo de cada partido: ir por todo”, jura quien tras cortar la sequía goleadora se olvidó del amable Sapo Pepe y se despachó a puro disparo a quemarropa en una coreografía completamente nueva.

“Ja, sí. Era para Thiago, mi hijo, el festejo. Es de un juego que tiene en la play, y bueno ahora la seguimos con esa”, revela Guillermo a la espera de que el dicho “no hay dos sin tres” tome una dimensión total en su vida y ante la “gloria” se haga realidad su tercera conquista en el torneo. “Antes de la pretemporada me propuse cambiar, me propuse dar un salto hasta volver a encontrarme con mí mismo. Y si hoy estoy bien, en parte se debe a la confianza que me brinda el cuerpo técnico. Empecé no muy bien el año, perdí la titularidad al siguiente partido del debut pero después volví y me la gané. Espero seguir respondiéndole con hechos al entrenador la confianza que depositó en mí”, se esperanza Guillermo, como explicando que le entregó al viento un cheque en blanco con fecha de cobro aprobada.

Acosta tiene prácticamente asegurada su continuidad en Atlético por dos temporadas más. Su contrato vencía en junio de este año, pero finalmente su representante llegó a un acuerdo y habrá Acosta por un tiempo en 25 de Mayo y Chile. “Esa fue una buena noticia para mí, aunque jamás estuve pensando en qué podía ser de mí a partir de junio. Sólo me dediqué a pensar en mejorar y en aportar lo mío”, dice “BB”, apelando a la diplomacia del manual del casete futbolístico; afirma contar con un arsenal de ideas, pensando en un hipotético nuevo festejo hoy. “Lo haremos al estilo Play, como si estuviera jugando con el joystick, adelanta el cuadro del segundo después al canto sagrado, dejando de lado la cábala de no dar detalles. Thiago, su hijo de seis años, es el receptor de todos sus momentos de gloria; con él comparte emociones. “Esperemos que el clima acompañe, así va a la cancha. Es importante para mí que esté”.

Un vía crucis
Siendo un vía crucis de 42 estaciones, esta B Nacional se torna un juego sin final, prácticamente. Lo bueno para el “decano”, según Acosta, es que el plantel se sacó un importante lastre eliminando ya de su calendario viajes largos a Mendoza (le queda otro más) y a Puerto Madryn. “A la larga, eso nos va a servir para el futuro. Cuando otros sientan el trajín nosotros vamos a estar más enteros y agazapados para la recta final”.

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