Cartas de lectores
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23 Marzo 2015

Canal Norte en el Colmenar

Los vecinos de avenida Juan B. Justo y pasaje Sarmiento queremos respuestas del director de Obras Públicas de Las Talitas, ante el total abandono de nuestro espacio público, ya que lindamos con el canal Norte, el cual se encuentra con sus márgenes destruidas. Tiene losetas sueltas que pueden obstruir el paso del agua con el consiguiente riesgo de desborde, lo cual ya padecimos en años anteriores y nos ocasionó la pérdida de nuestras pertenencias. Desde aquel tiempo sólo se realizaron contenciones de piedras que se encuentran destruidas; alrededor del canal los pastizales crecieron por arriba de un metro de altura, lo que da lugar a encontrar todo tipo de alimañas, y a que sea sitio propicio para el resguardo de gente de mal vivir. Diariamente ocurren asaltos a transeúntes que cruzan esta zona. También se creó un basural donde habitantes del mismo barrio arrojan sus residuos, esto alentado por la mala recolección de residuos, que no llega a a más de una vez por semana. Y sin contar que no se mantienen las calles. Estamos hartos de vivir en este estado de abandono. Merecemos ser tratados con iguales derechos que el resto de los habitantes de este municipio.

Ana María Galván

Pasaje Sarmiento 27

El Colmenar


Candidatos

Me parece muy buena la nota de LA GACETA a los candidatos a gobernador con respecto a la seguridad. Del mismo modo, propongo que también se les haga una nota para que públicamente digan qué harán con la deuda a los jubilados y las sentencias firmes que tienen a su favor con el 82 % móvil.

Rafael Horacio Cruz

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Barrio Kennedy

Los vecinos de Barrio Kennedy, por la avenida Las Américas, autoconvocados por la cantidad de robos a casas y asaltos a personas (desde calle Colombia, por avenida América, hasta calle Perú) solicitamos presencia policial en esta zona, o cualquier medida que nos dé algo de seguridad a los vecinos que vivimos o salimos a trabajar a diario. Exigimos la instalación de cámaras de seguridad, como las que existen en el centro de la capital. Día por medio, por no decir cada día, se producen este tipo de ataques a casas de familia y a personas, así como arrebatos a personas que transitan por las calles y las veredas.

Alberto Carrizo

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Avenida Las Américas 1.652 y varias firmas más


Campaña antinisman

Estos últimos días he podido observar una campaña de desprestigio a la figura del fallecido fiscal Alberto Nisman. Se lo ha tildado preferentemente de corrupto, buscando hacerlo aparecer como alguien que malversaba caudales del Estado y cobraba dinero de empleados, etcétera. Pero me surgen un par de dudas al respecto y son: 1) ¿Por qué un tipo que se está haciendo una fiesta con el dinero del Estado, va a meterse en un lío tan grande denunciando a la Presidenta, a expensas de quedar sin ese recurso económico, ya que va a atraer todos los ojos en su contra? 2) ¿A un corrupto tan grande no le convenía dejar todo como estaba y seguir usufructuando de esas sabrosas regalías que supuestamente estaba percibiendo? Cada uno saque sus conclusiones.

Carlos Fraile

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Colas y maltrato

En una de las cartas de esta semana última, como en muchas anteriores, hay una queja que debemos atender si de corazón deseamos una sociedad inclusiva y respetuosa. Una lectora comentaba las penurias de la gente mayor que debe hacer colas insufribles en los bancos para cobrar sus haberes, fuera de la institución y dentro de ella, recibiendo hasta, si no maltrato, al menos indiferencia. Debería actuar la Secretaría de Comercio interior, encargada de controlar la aplicación de la ley de Defensa al Consumidor, que en uno de sus articulados menciona el trato respetuoso y digno hacia los consumidores de bienes y servicios. Además, a nivel provincial está la Ley Nº 8276/2010, que en su artículo 1º dice textualmente: “Dispónese que en todas las áreas destinadas a la atención pública dependientes de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Provincia y en todas las empresas privadas que presten un servicio público, será obligatorio otorgar prioridad y preferente atención a las mujeres embarazadas, personas con discapacidad, enfermos oncológicos y personas mayores de 70 años”. Sería bueno que llegue a los legisladores, modificar este artículo incluyendo en el grupo de personas que demandan un trato deferente, a las personas con obesidad mórbida, ya que su enfermedad es considerada discapacitante. Continuando con la ley mencionada, en su artículo 3º agrega la obligación de las entidades mencionadas de exhibir en lugares visibles carteles con la leyenda: “Atención preferencial a mujeres embarazadas, personas con discapacidad, enfermos oncológicos y personas mayores de 70 años”, indicando el número de Ley que establece el beneficio. Este cartel brilla por su ausencia en casi todas las entidades. Y la miseria humana, la falta de solidaridad, la falta de amor por el prójimo hace que cuando un encargado de seguridad o alguien conmovido por la situación ofrezcan paso a todas estas personas, desde los asientos o desde las colas se escuchen protestas desconsideradas y a veces agraviantes: “Dejá el bastón, mentiroso”; “No alquilés bebé ajeno”; “Andá a renguear a otro lado” y miles de cosas más con vocabulario lamentable. Todo es cuestión de hacer cumplir la ley que, como en tantas otras, parece estar simplemente expresada, lo que la torna absolutamente inservible.

María Estela López Chehin

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Sin identificación

¿Quién no se sintió alguna vez molesto, frustrado, enojado cuando al recorrer una calle en busca de un número que señale un determinado domicilio, se encontró con que este carece de tal identificación, como así también los de los vecinos, dificultando la posibilidad de deducción y obligando al recurso criollo de convertirse de pronto en precario investigador, usando las clásicas preguntas: ¿No conoce a Don Pepe, un señor así y asá, que deber vivir en esta cuadra, tiene un tallercito, o trabaja en tal parte?... hasta lograr el “Ah, sí, pasando ese portón rojo, allá al frente, de puertas verdes, ahí”. Se sorteó el obstáculo, pero esto le costó molestar a gente desconocida y perder valioso tiempo. ¿Cómo harán los cobradores, los carteros o mensajeros, los repartidores a domicilio para no volverse locos? Esto se ve en todas partes, incluso en el área céntrica, y luce como una falta de consideración al prójimo totalmente injustificable, a no ser que querramos poner ingenuamente al descubierto nuestras propias torpezas.

Darío Albornoz

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¡300 millones!

El costo anunciado desde el Gobierno de lo que se supone costará restablecer la infraestructura (puentes, caminos, canales, etcétera) arrasados por la inundación y más las viviendas y pertenencias de los damnificados no se puede apreciar ni en pesos ni en dólares si antes no se toma en cuenta lo más significativo: la pérdida total de confianza en el gobierno del Estado por parte de “la gente”. Ese “la gente” del que tanto hablan como objetivo de sus desvelos los gobernantes (incluidos los representantes del pueblo que embolsan, sin rendir cuentas, sus “gastos sociales”). ¿El voto? Ni siquiera instrumento de cambio, porque a la hora de sufragar se moverán más ómnibus, coches de alquiler, camionetas y tractores, todos bien pagados, para arrastrar gente a los lugares de votación. Y habrá otra vez bolsones, tal vez con más polenta, más azúcar, más fideos, más harina y más cosas que antes. Y habrá más sándwiches y gaseosas y dinero, por aquello de que hay que lavar las culpas del abandono, de la impericia, de la imprevisión. De la corrupción, en suma. La inundación, esta vez en su versión más destructiva de estos casi últimos 12 años ha puesto negro sobre blanco. Ha desnudado la hipocresía y la soberbia de los políticos en funciones. Los damnificados pueden, merecen y deben exigir. Sus derechos han sido arrasados por las aguas desbordadas y por la ineficiencia y por la corrupción de los responsables de gobernar. La justicia tiene las puertas abiertas. Habrá -¿quién lo puede asegurar?- algún fiscal que intente investigar a fondo, libre y sin impedimentos. Es deseable que sí. Y para advertir y proponer: que los fondos de la Nación y los de la Provincia destinados al “Plan Marshall” de reconstrucciónde lo dañado y para compensación y asistencia a los damnificados sean auditados en forma permanente por un “Consejo de seguimiento post-inundación 2015” integrado por honorables representantes de la universidades locales y de las entidades profesionales del medio, en lo pertinente. Sin ningún integrante del oficialismo ni de partido político alguno.

Carlos Duguech

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Complejo Ledesma

Escribo esta carta para elevar mi queja a las autoridades de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán por el deplorable estado en que se encuentran las instalaciones del Complejo Ledesma. Practico boxeo desde hace años en ese lugar y veo día a día el deterioro que va sufriendo sin que nadie se ocupe. Reina una desidia que ronda el abandono. Muchas disciplinas directamente son imposibles de practicar; los baños no están provistos de agua caliente y la higiene es preocupante. La suciedad es una constante. Aclaro que en este lugar se recibe a deportistas y atletas de todo el país para los eventos que se realizan en nuestra provincia y esto es lo que les ofrecemos. Un espacio que debiera ser gratuito exige que le abonemos una cuota y estemos al día para poder hacer uso de las instalaciones. Le pido al intendente, Domingo Amaya, que tome cartas en el asunto.

Marcelo Santucho
Santa Fe 360 - Tafí Viejo


Purpurina

La madrugada del domingo 15 de marzo un niño de 3 años, por haber aspirado purpurina, se debatía entre la vida y la muerte en la terapia intensiva del hospital del Niño Jesús. Los padres, al ser entrevistados por LA GACETA, se quejaron de los médicos de emergencias por demora en el tratamiento. Los “foristas” que luego la comentaron repartieron responsabilidades entre madre y autoridades. El lunes la información estaba en los medios nacionales. El recuerdo del niño santiagueño fallecido meses atrás por la misma causa estaba presente y la tragedia era inminente. Se iniciaron cadenas de oraciones, misas, ruegos y pedidos, el escenario era desesperante, entonces los padres plantearon como solución el urgente traslado al hospital Garrahan. Contra pronósticos y presiones, los que en horario seguíamos la evolución continuamos la estrategia de tratamiento planeada ya que teníamos fundadas esperanzas de éxito. Estas expectativas se confirmaron el martes cuando iniciamos la retirada del respirador. El miércoles la noticia ya no era importante. El jueves el hijo tan amado volvió sin ruido a los brazos de su madre y se fue de alta. En relación a la entrevista que los papás dieron a LA GACETA deseo expresar que más allá de errores de información que se pueden cometer en una guardia, estoy seguro que ningún médico busca dañar o abandona a un niño enfermo; respecto al acto heroico relatado, recuerdo que las sociedades científicas consideran a los mismos, en un hospital de nivel III como el nuestro, un signo de falta de previsión y organización. Como saldo positivo de esta desgracia con suerte rescato el planteo de la prohibición del uso de la purpurina; ahora me pregunto: ¿qué habría sucedido si la evolución hubiese sido lo que creía el común de la gente? ¿La buena noticia no es un titular de diarios? ¿No es de buena educación, luego de recibir un servicio, decir gracias?

Lorenzo Santiago Marcos

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Inseguridad

Me parece correcto que los partidos políticos intervinientes en las próximas elecciones tengan como objetivo principal aminorar la inseguridad que hoy se vive en la provincia. El concepto de inseguridad es mucho más amplio de lo que uno cree, a saber: drogas, alcohol, juego compulsivo, “dealers”, entre otros. Soy de la opinión de que para aminorar estos flagelos destructivos de la sociedad debemos trabajar en forma mancomunada pueblo y gobierno, de lo contrario esta mafia organizada y poderosa seguirá prevaleciendo en detrimento de la sociedad y de los valores espirituales enmascarados por estos flagelos. Cuando nuestros pensamientos encuadren a los valores antes que los intereses personales, viviremos mucho mejor en esta bendita tierra. El mejor ejemplo que se puede brindar es iniciar el cambio en uno mismo; el resto se irá agregando por añadidura con la ayuda de Dios y ayudando a Dios.

Jacinto Barrionuevo

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Aguas estancadas

Los vecinos de calle Mendoza Sur en Los Vallistos volvemos a escribir, como hace un año (carta 23/2/14), por arterias con charcos que parecen balnearios. La Mendoza Sur tiene unos 80 metros de agua estancada, pozos, mosquitos, ratas, serpientes y otras alimañas. No se puede transitar caminando; la empresa de colectivos no pasa a buscar pasajeros por el mal estado de la calle. ¿Para cuándo la solución?

Ramón Lorenzo Díaz

Mendoza Sur y ruta 306

Los Vallistos - Banda del Río Salí


Vietnam

Luego de su reciente regreso de Vietnam, la escritora Alina Diaconú plasmó en un artículo la vivencia de su viaje al país asiático, que me permito reproducir parcialmente: “Cuesta creer que por aquí pasó una guerra que nos tuvo en vilo a todos los que pertenecemos a cierta generación, aspirando a cierta ética. Cuarenta años después, Vietnam aún podría llorar a sus dos millones de muertos y autocompadecerse de los mutilados y del medio millón de niños nacidos con malformaciones como secuela de esa guerra ganada a los Estados Unidos. Pero lo que más me impresionó de ese pueblo heroico -que se ha liberado de todos los invasores y que ha superado sus propios conflictos Norte-Sur-, es su falta de rencor hacia sus antiguos enemigos. A pesar de lo que les pasó, de las dramáticas consecuencias que aún padecen, no hay odios ni rastros de revancha. Vi muchísimos turistas estadounidenses en Vietnam; hay relaciones comerciales entre ambos países, y hasta me topé con ex combatientes norteamericanos casados con vietnamitas. Por todo esto a mi regreso veo, en medio de hechos muy graves, que ‘la grieta’ social está más presente que nunca entre nosotros. Luego de una guerra atroz, un país pobre como Vietnam está floreciendo, y hay un pueblo vivo, unido, que recuerda lo que le sucedió (basta recorrer su Museo de la Guerra en Saigón, actual Ho Chi Minh) pero que, sin odios, mira hacia adelante. Aquí entre hermanos, todo es resentimiento y confrontación. Ellos y nosotros; nosotros y ellos”, concluye. Ante la falta de diálogo y comprensión que reina en nuestro país, en el aspecto político y social fundamentalmente, resulta aconsejable tomar el ejemplo del pueblo vietnamita como modo de concluir, para siempre, la desunión ciudadana hoy existente, que lleva a rencores, soberbia, discordia, beligerancia innecesaria, ánimos de revanchismo y ofensas -sin importar que el destinatario de estas esté vivo o muerto-, persecuciones y atropellos injustificados de diversa índole, que atentan contra el bien común que debe primar en una sociedad. Alguien dijo, metafóricamente, que el día en que las entradas a los Tribunales de Justicia se encuentren llenas de malezas y gastados los pisos de ingresos a templos e iglesias, podremos inferir que vivimos en una comunidad en paz, justa, dialoguista, comprensiva, sensible, caritativa, solidaria y tolerante.

Ramón Alfredo Maldones

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