La madre de Leydi Meneses dijo que el novio le pegaba

La madre de Leydi Meneses dijo que el novio le pegaba

La mujer cree que hubo más de un homicida

05 Marzo 2015
Las dudas invaden a la familia de Leydi Meneses, la mujer de 42 años que el lunes fue hallada muerta en Ranchillos. Sin embargo, su madre, Alcira Wayar, tiene su propia hipótesis del hecho y apunta a dos hombres: el novio y el ex marido de la víctima. El primero de ellos está detenido, mientras que el segundo no es oficialmente sospechoso.

La última vez que Meneses estuvo en su casa fue el domingo a las 15, cuando su novio, Henry Coronado, pasó a buscarla en un Fiat Uno blanco para llevarla a un baile de carnaval en el Club San Antonio de Ranchillos. La mujer quedó en regresar temprano porque a la mañana siguiente tenía que trabajar, pero no volvió.

Esa noche sonó el teléfono celular de Leydi, que lo había dejado en casa. Una de sus hijas atendió y una voz del otro lado le preguntó: “¿Dónde está la atorranta de tu mamá?”. Según el relato de Wayar, quien llamaba era la madre de Coronado. Luego le pasó el teléfono al hombre y este habría afirmado: “a tu mamá la dejé en la puerta. Si no está, ese no es mi problema”.

Preocupadas, y ya con algunas sospechas, Wayar y sus nietas se acercaron a la seccional 3ª para denunciar que Leydi no llegaba. “Nos dijeron que esperemos hasta las 8, no salieron a buscarla”, recordó Wayar, quien recibió en su casa la visita de personal policial pocas horas después, alrededor de las 7. Era para informarle que habían encontrado el cuerpo y que alguien debía reconocerlo.

Meneses fue hallada dentro del Fiat Uno, que había quedado estacionado sobre las vías del tren, a la altura del kilómetro 21 de la ruta que conduce a Ranchillos. Según indicaron fuentes de la investigación, tenía hematomas en distintas partes del cuerpo y varios cortes en la cara. La autopsia determinó que había fallecido por un golpe en la cabeza.

Mentiras

El fiscal de Instrucción de la IV° Nominación, Diego López Ávila, solicitó la detención de Coronado y le imputó el delito de femicidio. Pero el hombre no intentó defenderse y se abstuvo de declarar cuando fue llevado a tribunales.

A la familia de Meneses no le sorprendió esa acusación. Las hijas de la mujer sospechaban que Coronado era violento con su madre, a quien la habían visto llegar con moretones en algunas oportunidades. “El día que salieron juntos por última vez no estaban bien las cosas entre ellos”, aseguró Wayar, quien nunca estuvo de acuerdo con ese noviazgo.

La mujer contó que su hija se había divorciado hace un año porque su marido la golpeaba. Luego conoció a Coronado a través de la red social Facebook y se gustaron, además de sentirse atraídos porque tenían algo en común: ambos son de nacionalidad boliviana.

“Él llegaba hasta la puerta, no entraba acá”, indicó Wayar, y recordó que en una oportunidad tuvo un fuerte cruce con Coronado. “Yo no estaba de acuerdo con ese romance, le pedí que la dejara. No me gustaba. Además, me enteré de sus mentiras. Primero le dijo a mi hija que trabajaba en ‘Citrusvil’, averigüé y no estaba ni registrado ahí. Después le mintió que trabajaba en la Policía, pero ahí tampoco figuraba. Al final le dijo la verdad, que tenía un taxi. Pero ni eso era cierto porque ahora veo que el auto no era de él, era prestado”, contó la mujer.

Dos personas

- ¿Usted cree que fue Coronado quien le hizo esto a su hija?

- Yo creo que puede ser un vínculo entre él y el ex marido de ella.

Wayar se mostró segura en sus palabras. “Mi hija recibía amenazas constantemente de parte del ex marido, nunca la dejó en paz, es un hombre muy malo, muy violento”, advirtió. Y la mujer le hizo conocer sus sospechas a su ex yerno en el velorio de su hija: “vos también sos culpable, esto no va a quedar así”, contó que le dijo.

Al momento de reconocer el cuerpo de Meneses, a Wayar le comentaron que su hija tenía pelos en las manos cuando la encontraron, como si hubiese intentado defenderse. “El novio de ella es pelado, o sea que fueron dos personas las que le hicieron esto”, concluyó su madre.

Meneses tenía tres hijos, vivía en el barrio Ejército Argentino y trabajaba en el Hospicio El Carmen, cuidando adultos mayores. Su madre contó que el lunes iba a recibir su diploma en la Casa de Gobierno por los estudios que había cursado en el Siprosa. “Ella no tenía enemigos, era una chica bastante buena, se daba con todos. No es justo, era mi única hija. Una excelente chica, buena madre. Le cortaron la vida”, lamentó su mamá.

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