27 Febrero 2015
“Existe una muy buena producción de papa en el Sudeste de la provincia de Buenos Aires. Eso genera que a Tucumán ingrese papa a $ 60 y $ 70 la bolsa, que son precios que no ayudan a competir al productor tucumano, lo que constituye una competencia muy dura, donde el flete tiene una alta incidencia”, resumió José Manuel Paz, productor papero de la zona de Tafí del Valle.
Como toda economía regional, el agricultor reconoció que el sector papero tiene los mismos problemas que el resto de las actividades productivas.
“Nuestro principal escollo son los costos, y entre estos la mano de obra. Tenemos un cultivo intensivo que demanda mucha mano de obra, que cada vez nos resulta más difícil conseguir. Las condiciones de trabajo son mejores, pero la rentabilidad nos traba porque no podemos seguir mejorando”, señaló durante el diálogo con LA GACETA rural.
Las trabas para acceder a financiamiento barato suma problemas al contexto que enfrentan los pequeños productores. “No existen herramientas financieras para tecnificarse, Necesitamos esa ayuda financiera”, reclamó Paz.
Papa otoñal
Por estos días, en los campos paperos de Tucumán los agricultores solo siembran la ‘papa otoñal’. “Potencialmente son mas de 7.000 hectáreas (ha), el total de papa en toda la provincia, pero como el agricultor sigue sin mejorar su ánimo porque los precios están deprimidos, seguramente no se alcanzará ese numero”, comentó. “La papa otoñal sembrada entre febrero y marzo será cosechada entre julio, agosto y septiembre, en un contexto de precios deprimidos porque nos pagan unos $ 60 en el campo, con lo que no cubrimos los costos”, observó. “Los precios están bajos porque existen excedentes de papa en Balcarce”, agregó.
Además, Paz relató que también se está empezando a cosechar la ‘papa semilla’ en Tucumán y Catamarca. “Estos trabajos están retrasados por el exceso de humedad”, dijo. “Hasta el 16 de enero, el clima estuvo muy seco y nos faltó agua; pero después aumentó la humedad hacia el final del ciclo”, describió.
Presión pública
En este punto, el productor papero de Tafí del Valle reconoció que el hombre de campo “está acostumbrado a los altibajos de los mercados”. “Son las reglas del juego”, definió.
Sin embargo, no dejó de reconocer la influencia que tiene el Estado nacional en cuanto a impedir que aumente el precio del producto, cuando es lo que necesitan para ayudar a que se recuperen de los altos costos que enfrentan.
“Cuanto la papa comienza a subir de precio, el Estado nos sobrecarga, interviene en el mercado, y no podemos recuperarnos a partir de que la papa valga lo que tiene que valer”, se quejó con firmeza.
“La papa es un producto de consumo prioritario, de alta incidencia en el canasta familiar. Justamente, por eso, el Gobierno no deja que aumentos el precio de la bolsa de papa”, agregó con sentido crítico.
Para finalizar, Paz insistió con sus conceptos: “La papa es un cultivo de primera necesidad. La producción del NOA, Tucumán, Salta y Jujuy, tiene que ser competitiva porque son producciones estacionales. Necesitamos mejorar”.
Como toda economía regional, el agricultor reconoció que el sector papero tiene los mismos problemas que el resto de las actividades productivas.
“Nuestro principal escollo son los costos, y entre estos la mano de obra. Tenemos un cultivo intensivo que demanda mucha mano de obra, que cada vez nos resulta más difícil conseguir. Las condiciones de trabajo son mejores, pero la rentabilidad nos traba porque no podemos seguir mejorando”, señaló durante el diálogo con LA GACETA rural.
Las trabas para acceder a financiamiento barato suma problemas al contexto que enfrentan los pequeños productores. “No existen herramientas financieras para tecnificarse, Necesitamos esa ayuda financiera”, reclamó Paz.
Papa otoñal
Por estos días, en los campos paperos de Tucumán los agricultores solo siembran la ‘papa otoñal’. “Potencialmente son mas de 7.000 hectáreas (ha), el total de papa en toda la provincia, pero como el agricultor sigue sin mejorar su ánimo porque los precios están deprimidos, seguramente no se alcanzará ese numero”, comentó. “La papa otoñal sembrada entre febrero y marzo será cosechada entre julio, agosto y septiembre, en un contexto de precios deprimidos porque nos pagan unos $ 60 en el campo, con lo que no cubrimos los costos”, observó. “Los precios están bajos porque existen excedentes de papa en Balcarce”, agregó.
Además, Paz relató que también se está empezando a cosechar la ‘papa semilla’ en Tucumán y Catamarca. “Estos trabajos están retrasados por el exceso de humedad”, dijo. “Hasta el 16 de enero, el clima estuvo muy seco y nos faltó agua; pero después aumentó la humedad hacia el final del ciclo”, describió.
Presión pública
En este punto, el productor papero de Tafí del Valle reconoció que el hombre de campo “está acostumbrado a los altibajos de los mercados”. “Son las reglas del juego”, definió.
Sin embargo, no dejó de reconocer la influencia que tiene el Estado nacional en cuanto a impedir que aumente el precio del producto, cuando es lo que necesitan para ayudar a que se recuperen de los altos costos que enfrentan.
“Cuanto la papa comienza a subir de precio, el Estado nos sobrecarga, interviene en el mercado, y no podemos recuperarnos a partir de que la papa valga lo que tiene que valer”, se quejó con firmeza.
“La papa es un producto de consumo prioritario, de alta incidencia en el canasta familiar. Justamente, por eso, el Gobierno no deja que aumentos el precio de la bolsa de papa”, agregó con sentido crítico.
Para finalizar, Paz insistió con sus conceptos: “La papa es un cultivo de primera necesidad. La producción del NOA, Tucumán, Salta y Jujuy, tiene que ser competitiva porque son producciones estacionales. Necesitamos mejorar”.
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