Un tratado sobre el amor y la guerra

Un tratado sobre el amor y la guerra

Novela formidable, fragmentaria, psicológica, cargada de un humor refinado

SOSTENIENDO EL SUSPENSO. Jeanmaire escribe sobre el amor y lo bélico. baraderoteinforma.com.ar SOSTENIENDO EL SUSPENSO. Jeanmaire escribe sobre el amor y lo bélico. baraderoteinforma.com.ar
22 Febrero 2015

Novela

LA GUERRA CIVIL

FEDERICO JEANMAIRE(

Seix Barral - Buenos Aires) 

“¿Un hombre, solo, en una habitación perdida dentro de la enormidad de la ciudad, podía iniciar una guerra civil? ¿Podía ocurrir semejante cosa?”. Es probable. Puede que sí, puede no.

Schnagel -así, sin nombre de pila- es un ser contradictorio, cobarde, complejo, introspectivo, de pocas palabras y promesas fáciles nunca cumplidas. Ama el encierro, elige la paz hogareña a la lluvia y el viento de las afueras. Lo define, también, cierta morosidad y el desprecio por los demás. Aunque, cuando algo en verdad le importa, se detiene en pie sobre tres preceptos: ética, moral y principios.

Eso va de la mano -vale la broma fácil- de su trabajo: tatuar las palmas de la gente que él mismo recibe y atiende en su casa; no ya leer, sino modificar, corregir y mejorar su Destino, fueran las líneas del corazón o de la vida, con una máquina delineadora y una aguja de tres puntas. Ocupación singular, si las hay, por un buen par de billetes se encarga de acercarles a sus clientes cierta esperanza existencial.

Pero ese día comienza mal para Schnagel: Marita, su cónyuge, su amor, su compañera, acaba de abandonarlo. Las causas son variadas y se arrastran en el tiempo. Él debe seguir con lo suyo. Hasta que un suicidio y un accidente -protagonizados por las dos últimas personas que han pasado por su consultorio- cambian el rumbo de las cosas: en la ciudad primero y en el país después, se desata una guerra civil: saqueos, incendios, enfrentamientos, robos y sabotajes derivan en asesinatos y linchamientos salvajes. Todos contra todos en un panorama apocalíptico a lo Mad Max. “La crisis llama a la crisis”, piensa Schnagel. O como bien canta la canción, esto ya no es amor, esto es la guerra.

Una medida final

Ambas nociones son los ejes móviles de La guerra civil, de Federico Jeanmaire. Novela formidable, fragmentaria, psicológica, cargada de un humor refinado y sostenida sobre un suspenso que conjuga monólogo interno y vértigo en la acción. Un tratado sobre el amor y sus demonios; la puesta en jaque del juego donde se disputa la comprensión entre el hombre y la mujer, los límites, la contención, el registro del otro.

Porque, como dice Kierkegaard, “el amor también tiene sus profecías en el individuo” (y de eso el protagonista sabe, o cree saber, mucho). Sea a través de la pasión sublevada por el cuerpo del otro o la supervivencia en la selva, sólo el Destino puede darle a la balanza una medida final. Es Él, y no Schnagel, quien escribirá esas páginas.

© LA GACETA

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Hernán Carbonel

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