Becica ya viste los colores "Decanos"

Llega el momento de la despedida. El cuerpo técnico libera a los jugadores hasta hoy a las 9, horario en que deberán presentarse en el Monumental para realizar una práctica formal de fútbol. El malón de periodistas toma posición en la pequeña puerta de hierro y alambre que separa la cancha central del complejo de Ojo de Agua de lo que sería la avenida de paso entre la pileta y los vestuarios.

La mayoría de los medios ya tiene con quién hablar. Albano Becica es el personaje de la tapa. Por su pasado reciente, por lo que significó para San Martín, el enganche será el hombre de la jornada. Atento, el cordobés se entrega a los grabadores como quien está listo y recitando sus últimas palabras frente a un pelotón. “Estoy tranquilo, conociendo un poco más a los compañeros. Y bueno, nada, entrenándome y tratando de ir sumando para ponerme bien en lo físico”, apunta. Eso es lo que más desvela al enganche, porque llega casi sin rodaje y entiende que deberá multiplicar su esfuerzo para no perder demasiado terreno en esta temporada que lo tendrá como pieza del “decano”.

“Para cualquier jugador pasar a otra categoría es importante, uno apunta a seguir creciendo en todo sentido... Así que bueno, hoy me toca estar acá”, dice Becica, y explica cómo hizo para llegar a Atlético. Cómo fueron sus pasos hasta entrar en la órbita albiceleste.

“Estoy agradecido a la gente que confió en mí; también estaré siempre agradecido a San Martín. De hecho, no podría estar acá si no fuera por lo que hice allá. Tomo esta etapa como un buen paso, un escalón más”.

No falta quien le consulta en qué términos quedó la relación con el “santo”. “Bien, bien. Gracias a Dios, de los clubes donde estuve siempre me fui bien. Para mi gusto me fui bien, hablando bien. Espero que los dirigentes lo hayan tomado así también”, se ilusiona, sabiendo que el “qué dirán” puede jugar su parte ahora que cruzó de vereda.

“Sin duda que eso pasa por la cabeza. La carrera del futbolista no es fácil. A veces hay que tomar decisiones que no son sencillas. En este caso fue así, pero como digo, la carrera continúa. Los años del futbolista son pocos y hay que tratar de laburar, hacer las cosas bien y crecer en todo sentido”, explica, y luego agrega un dato fundamental que definió su decisión de quedarse en Tucumán: “mi mujer es de Córdoba pero trabaja acá. Sin dudas, las decisiones se toman en conjunto porque somos una pareja y durante la vida estaremos juntos, en todo sentido”.

Buscando una nueva pared textual, se le recuerdan a Becica los saludos de buena onda y suerte que le enviaron los simpatizantes de La Ciudadela. “Quiere decir que algo bueno habré hecho. Nunca hablé mal ni nunca hablaré mal de nadie. Gracias a Dios siempre me fui dejando las puertas abiertas de donde estuve, porque me considero mejor persona que futbolista”, asegura, mientras vislumbra el famoso título “los petisos al poder”: “sí, sí, uno trata de sacar ventajas, ojalá que durante la temporada podamos hacerlo”.