“Cable” arranca una nueva vida

“Cable” arranca una nueva vida

Jiménez, que debutará en el “Santo”, contó su historia.

DOTES DE COCINERO. “Cable” es el encargado de la cocina en la pensión del club. DOTES DE COCINERO. “Cable” es el encargado de la cocina en la pensión del club.
01 Febrero 2015
Le sobran ganas pero no pierde la paciencia Albaro Jiménez. Sabe que está a las puertas de su gran debut y no tiene drama de esperar para encarar el micrófono después de que en San Martín se presentara el primer refuerzo de la semana y le copara la parada. “Es que es un sueño para mi jugar este partido, con el rival de siempre”, avisa después imaginándose con la 3 de San Martín hoy en el estadio de Atlético.

“A la chance no me lo esperaba, pero gracias a Ariel Martos, que me ayudó en lo futbolístico y en todo pude progresar y llegar a estar en el plantel así Darío Tempesta me tenga en cuenta”, suelta el famoso “Cable”, que desde hace cinco años, cuando llegó a La Ciudadela, sueña con lo que está a punto de cumplir. “El apodo me quedó de cuando llegué a la reserva de la Liga y Omar Marchese me veía desesperado por jugar. Él me lo puso por esa locura que yo tenía, por las ganas y porque llegaba fuerte a todas”, recuerda el pibe de 19 años también deschavando algunas de sus aptitudes. “Soy agresivo en la marca, fuerte”, avisa.

“Cable” tomará la posta que Maximiliano Martínez dejó antes de partir a All Boys. “Me tocará estar en su lugar. Él empezó como yo y para mi fue uno de los mejores jugadores de la temporada pasada, junto con Lucas Bossio. Es el referente. Siempre lo tuve de ejemplo y en estos cinco años se me están dando las cosas”, sonríe y recuerda el lateral zurdo oriundo de Aguilares, que hace sus esfuerzos dentro y fuera de la cancha mientras carga los conos y los bidones de agua que otros olvidaron tras la práctica. Los tiene que llevar de vuelta al estadio, pero por contar su historia se queda sin chofer y acude al auto de LG Deportiva que lo demoró para volver del Complejo a La Ciudadela.

“Gracias a Dios el club ahora me está dando una pensión junto a otros tres chicos así me puedo quedar. Es al frente del estadio. Y estamos bien, muy cómodos. Ahora tengo que llegar a cocinar, ja”, avisaba el cocinero estrella del lugar. “Dicen que cocino bien. Ya hice fideos, arroz con hamburguesa. Ahora me están esperando para hacer un guisito”, cuenta otras de sus dotes, feliz.

Según Albaro, humilde y futuro papá, el esfuerzo y el trabajo son las referencias más fuertes de los Jiménez, y no piensa cortar la cadena: “el sacrificio que hago es gracias a mi papá José, mamá Marta y mis cuatro hermanos que me bancaron para que jugara acá. Luego ya no alcanzaba el bolsillo y fue el club el que hizo el esfuerzo para que pudiera seguir viniendo. Me pagaba a un chofer (Julio Lescano), y a él también le agradezco por estar donde estoy”. A la costumbre de matarse siempre para salir adelante el pibe no la puede perder nunca y lo sabe. “Quiero que mi hija viva de mi y quiero yo vivir de esto, del fútbol. Así podré darle con todos los gustos posibles”, sueña con ganas y mucho más allá que el choque de esta tarde el pibe.

“Cable” tampoco olvida a su otra ídola, Arsenia, la incondicional abuela. “Siempre me dio fuerzas y hace dos semanas que la perdí... Seguro de haberme visto con la chance de jugar el clásico hoy habría estado muy orgullosa”, dice ya quebrado por la referente de su vida, a la que le dedicará tremenda presentación esta tarde. “Ella me enseñó qué es lo que vale en la vida. A mi me pasó de que me miraran feo... No puede ser que con solo verte la gente te trate de ‘choro’. Primero hay que conocer a las personas, y no ser prejuicioso. Yo me considero un hombre del campo, humilde y de buena familia, que es la que me dio una buena educación”, se saca la bronca Albaro sin dejar escapar el respeto y simplemente intentando dejar atrás los malos tiempos para que la gente y los hinchas lo comiencen a conocer como el nuevo 3 del “Santo”.

“Estoy superando todo lo malo y si Dios quiere y me va bien contra Atlético, espero seguir siendo titular y que el club no tenga que estar gastando en otro lateral por izquierda”, asegura frotándose las manos por el partido de su vida.

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