Penoso estado de la autopista de Circunvalación

Penoso estado de la autopista de Circunvalación

Con cierta frecuencia, en nuestra provincia, las palabras no se reflejan en las acciones. Las expresiones de deseo no se concretan. Por ejemplo, en muchas ocasiones, se ha escuchado decir que se mejorarán los accesos a la ciudad, generalmente con basura y yuyos altos, que conspiran con el deseo de potenciar el turismo en Tucumán. Cada tanto, esta puertas a la capital provincial recobran un protagonismo negativo.

La ruta de Circunvalación que une Las Talitas con San Cayetano en un tramo de 11,3 kilómetros, se halla en un estado penoso. Un festival de baches acompaña a los vehículos que por allí circulan. Hay levantamientos en la capa asfáltica que, en lugar de ser reparados, han sido pintados de amarillo a modo de lomos de burro. Como ocupan media calzada obligan a los conductores a manejar en zigzag. Nuestra crónica periodística señala que no hay banquinas y los baches obligan a realizar maniobras peligrosas. La señalización y la demarcación de la ruta es prácticamente nula. A la falta de mantenimiento se suman los yuyarales que crecen en libertad. Las infracciones viales son constantes, así como el cruce de animales. Los controles de la autoridad son inexistentes.

Respecto de la falta de mantenimiento del camino, un funcionario de Vialidad Nacional dijo que hace dos años, la autopista de Circunvalación está bajo contrato, por lo tanto es responsabilidad de las contratistas la conservación y el mantenimiento del camino. Explicó que las constructoras Helpa e Ingeco formaron una unión transitoria de empresas (UTE) para recuperar y mejorar el camino en toda su extensión. “Durante el tiempo que la ruta esté bajo contrato, ellos se tienen que hacer cargo de garantizar el buen estado de la ruta”. El funcionario admitió que la calzada actual está totalmente colapsada. “Ya ha cumplido su vida útil, tiene fallas continuas y progresivas. Su falta de mantenimiento es de larga data, lo que ha provocado que esté en el estado actual”, dijo y afirmó que les solicitó a las contratistas que eliminaran los falsos reductores de velocidad.

Esta realidad lleva ya unos años. “La Circunvalación es un atentado contra los viajeros. Pavimento en mal estado, basura por doquier, peatones que cruzan imprudentemente, carros, motos y mucho descontrol en una autopista peligrosa”, señalaba nuestra crónica del 24/6/11. “Repavimentarán la autopista de Circunvalación. Vialidad Nacional anunció que en marzo comenzarán las obras en ese tramo de la ruta 9. Construirán puentes y sistematizarán colectoras”, señalaba la nota del 22/12/11.

Si el frente de una casa está con parte del revoque caído y las paredes con leyendas, si en su jardín reinan los yuyos, la basura y las alimañas, nadie tendrá deseos de ingresar en ella. Lo mismo sucede con una ciudad. Si sus principales accesos no están en condiciones, el viajero que llega en vehículo por primera vez a nuestra capital, seguramente pocas ganas tendrá de quedarse y si regresara luego de unos años, descubriría que la realidad no sólo no ha cambiado, sino que ha empeorado como sucede con la ruta de Circunvalación. Si bien la responsabilidad es de Vialidad Nacional, el Gobierno provincial no debería desentenderse de estos problemas. Al menos, la Secretaría de Saneamiento y Mejoramiento de Espacios Públicos, creada para limpiar los accesos, podría justificar su existencia cortando los yuyos.

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