23 Enero 2015
CUALQUIER HORA DEL DÍA ES UN BUEN MOMENTO. Desde la izquierda: Francisco Soria, “El Negro” Merletti y Diego Aguilar (h) saborean los platos en la terraza del complejo “Las Nubes”. la gaceta / foto de diego aráoz
La DJ pasa música al atardecer para acompañar el repliegue del sol detrás del cerro El Pelao. Esos últimos rayos se reflejan en La Angostura, que, por la falta de viento, es un perfecto espejo de agua “arado” por la estela de las lanchas. Nahir y Natalí Ahmad son testigos de ese momento mágico. “Este lugar es una bomba: comés rico y distinto, y disfrutás del paisaje”, explican. Las chicas hablan del complejo “Las Nubes”, que este verano tiene dos novedades: Positano y Almacén de Buena Vida.
Positano ofrece pizzas (muzzarella, $ 80 y de rúcula, $ 115); calzones (para dos personas, $ 140); sándwiches (lomito positano, $ 50) y empanadas ($ 10). El menú de Almacén incluye jarras de aguas infusionadas ($ 35), bufet libre ($ 95 dan acceso a brusquetas, tartas, tortillas, tacos mexicanos, croquetas rellenas y pastas) y fast good (hamburguesa con panceta y cheddar, $ 65). “Queremos que haya variedad en esta zona poco explotada”, comenta Nicolás Foresi (Positano). Luciano Vallejo (Almacén de Buena Vida) dice que su carta vale por dos: por un lado está el comedor libre con propuestas mediterráneas y criollas y, por el otro, la comida rápida, pero casera y con ingredientes frescos (fast good). “Acá, al frente de La Angostura, preparemos recetas de todo el mundo”, añade Vallejo.
Vainilla y chocolate
Camino a la villa por la 307 sorprende Ugolina, otro restaurante recién llegado al pueblo. En este caso se trata de un emprendimiento con opciones para adultos (karaoke y espectáculos) y niños (pelotero y menú infantil de $ 48). En Ugolina tienen promociones de empanadas (media docena con una gaseosa o cerveza, $ 89) y pizzas ($ 89 con bebida).
Sobre la transitadísima avenida Presidente Perón se destaca Pimienta Dulce, un paraíso para golosos con insoslayable aroma a vainilla y chocolate. Las fortalezas de esta pastelería son las cup cakes ($ 12) y los muffins de maracuyá ($ 7) que prepara Lucía Salas.
El Camión de Helados se presenta como la novedad más simpática de la temporada. Sus cucuruchos de colores; los gustos como mantecol y gomita, y las leches batidas ($ 30) lo transforman en una parada obligada para los niños.
Positano ofrece pizzas (muzzarella, $ 80 y de rúcula, $ 115); calzones (para dos personas, $ 140); sándwiches (lomito positano, $ 50) y empanadas ($ 10). El menú de Almacén incluye jarras de aguas infusionadas ($ 35), bufet libre ($ 95 dan acceso a brusquetas, tartas, tortillas, tacos mexicanos, croquetas rellenas y pastas) y fast good (hamburguesa con panceta y cheddar, $ 65). “Queremos que haya variedad en esta zona poco explotada”, comenta Nicolás Foresi (Positano). Luciano Vallejo (Almacén de Buena Vida) dice que su carta vale por dos: por un lado está el comedor libre con propuestas mediterráneas y criollas y, por el otro, la comida rápida, pero casera y con ingredientes frescos (fast good). “Acá, al frente de La Angostura, preparemos recetas de todo el mundo”, añade Vallejo.
Vainilla y chocolate
Camino a la villa por la 307 sorprende Ugolina, otro restaurante recién llegado al pueblo. En este caso se trata de un emprendimiento con opciones para adultos (karaoke y espectáculos) y niños (pelotero y menú infantil de $ 48). En Ugolina tienen promociones de empanadas (media docena con una gaseosa o cerveza, $ 89) y pizzas ($ 89 con bebida).
Sobre la transitadísima avenida Presidente Perón se destaca Pimienta Dulce, un paraíso para golosos con insoslayable aroma a vainilla y chocolate. Las fortalezas de esta pastelería son las cup cakes ($ 12) y los muffins de maracuyá ($ 7) que prepara Lucía Salas.
El Camión de Helados se presenta como la novedad más simpática de la temporada. Sus cucuruchos de colores; los gustos como mantecol y gomita, y las leches batidas ($ 30) lo transforman en una parada obligada para los niños.
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