Advierten sobre una banda que estudia la vida de sus víctimas

Advierten sobre una banda que estudia la vida de sus víctimas

Los asaltantes usan buenos modales, están bien vestidos y viajan en autos de alta gama. Marcelo Legname, una de sus víctimas, denunció el ardid que utilizan y ofrece una recompensa para tratar de encontrarlos.

PREOCUPADO. Legname (de espaldas) dijo estar afligido por el robo. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ PREOCUPADO. Legname (de espaldas) dijo estar afligido por el robo. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
11 Enero 2015
El robo ocurrió hace tres meses. Pero los investigadores de la Policía todavía no consiguieron pruebas firmes que les permitan solicitar una orden de detención a la Justicia. Por el momento, sólo tienen conjeturas y probabilidades en torno a un nuevo modus operandi utilizado por una banda que, tal como lo comprobó Marcelo Legname, una de sus víctimas, utiliza un preciso y complejo ardid para perpetrar sus robos.

La mañana del domingo 28 de septiembre del año pasado, alrededor de las 9.30, el padre de Legname caminaba por las inmediaciones de las avenidas Mate de Luna y América. Había salido hasta el almacén y volvía caminando a su casa. En ese momento un vehículo de alta gama en el que circulaba una pareja se le acercó despaciosamente. Le hablaron amablemente hasta que -valiéndose de datos precisos acerca de las actividades de su hijo- consiguieron que los deje entrar en su casa con la supuesta intención de que iban a guardar una suma de dinero para que habían acordado en entregarle. Y, una vez que estuvieron dentro de la vivienda, lo asaltaron.

Los asaltantes, de acuerdo con el testimonio de la víctima, eran una mujer de unos 30 años y un hombre de unos 40 años que estaban muy bien vestidos y hablaban con excelentes modales. “Mi papá tiene 87 años y sus costumbres son de una época distinta a ésta. Le hicieron creer que me conocían y que eran amigos míos. Este hombre le dijo que trabajaba conmigo y que había estado viajando conmigo en el exterior. Incluso le dijo que él había vuelto hacía poco tiempo al país y que se estaba preparando para volver a viajar. Tenían muchísima información acerca de mis movimientos. Sabían todo y también usan niños para sus engaños”, explicó Legname.

Con la excusa de que iban a guardar el dinero, los asaltantes se llevaron los ahorros de varios años de trabajo de Legname. Se llevaron todo y, a pesar de que la víctima prefirió no dar a conocer la cantidad exacta que le robaron, reconoció que es un monto muy mayor a los $ 10.000 que ofreció como recompensa -por medio de un aviso que se publicó el domingo pasado en este diario- para las personas que puedan ofrecerle información que resulte útil para la investigación.

“Denuncié el robo en la división de Delitos contra la Propiedad de la policía y no puedo decir que no estén trabajando, pero todavía no hay ninguna pista firme. Fue por eso que decidí ofrecer esta recompensa porque quiero saber quiénes son estas personas que saben tanto acerca de mi vida. Además, esta banda sigue activa. Soy una persona ajena a todo este tipo de cosas, pero por lo que me pasó me terminé enterando de que, después de que le robaron a mi papá, hubo otros dos intentos de robos con la misma metodología. Imagino que deben ser muchos casos más y que la Policía los debe conocer. Esta banda trabajaba de manera muy organizada y con mucha logística e inteligencia previa”, advirtió la víctima.

En cuanto a los motivos que lo llevaron a ofrecer una recompensa, Legname dijo que lo hizo para ayudar a la pesquisa. “Me llamaron un par de veces y la información que recibí la pasé para que sea verificada. La Policía trabaja pero pareciera que es insuficiente. Parece que están saturados de casos o que no tienen la capacidad de resolverlos con la celeridad que uno desearía”, analizó.

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