Instalaron cámaras de seguridad en las salas del Virla

Instalaron cámaras de seguridad en las salas del Virla

Desde el jueves, el Centro Cultural cuenta con un equipo de control para evitar el robo de las obras

SALA BANDEJA. La máquina transmite las 24 horas y puede ser reorientada de acuerdo con la ubicación de los objetos en el espacio.  la gaceta / fotos de analia jaramillo SALA BANDEJA. La máquina transmite las 24 horas y puede ser reorientada de acuerdo con la ubicación de los objetos en el espacio. la gaceta / fotos de analia jaramillo
22 Diciembre 2014
Hace algunos meses, la desaparición de la obra de un artista dejó en evidencia la debilidad de los sistemas de seguridad en el Centro Cultural Virla. En aquel momento, el flamante Secretario de Extensión de la UNT, Marcelo Mirkin, había anunciado que se iba a hacer un relevamiento y que luego se iba a estudiar una solución. “Necesitamos un plan de seguridad”, le había confiado a LA GACETA. Finalmente, el jueves comenzaron a funcionar las cámaras de seguridad en el local universitario. Y, aunque todavía falta completar el dispositivo de seguridad, ya se puede advertir la diferencia: ahora, las salas están monitoreadas.

La directora Vicky Ríos mostró el sistema que, por ahora, cuenta con cuatro cámaras: dos ubicadas en la sala semicircular, una en la sala Bandeja y la restante en la de abajo; las cámaras son móviles, por lo tanto, se pueden reorientar de acuerdo con la ubicación de los objetos en los respectivos espacios.

Ríos contó que todas las imágenes se transmiten y se observan en un monitor madre (ubicado en una de las oficinas), pero que en un par de semanas también se las podrá ver en otros que se ubicarán en los despachos de Mirkin, de Ríos y en la recepción.

Además de la conexión a una alarma general, una agente de Policía uniformada permanece toda la tarde hasta la noche en el Virla y, por la mañana, tres empleados no docentes vigilan las instalaciones.

Con esta incorporación, el Centro Virla se suma al Museo Timoteo Navarro, a la Casa Padilla y a los museos Folklórico e Histórico. Todas estas instituciones tienen cámaras, alarmas e, incluso algunos de ellos, personal policial permanente las 24 horas. El MUNT, por su lado, no tiene cámaras, pero sí dispone de personal de vigilancia que controla las salas permanentemente.

Detonante

En marzo, Florencia Wagner participaba en una muestra colectiva llamada “Del Bicentenario”. El 23 descubrió que, de las 39 piezas que componían su obra, quedaban sólo 33 dibujos: seis habían desaparecido. En ese momento hizo la denuncia e inició un reclamo que, hasta hoy, no tiene respuestas. La artista dijo que le pidieron valuar los cuadros robados pero que no le respondieron si le restituirán el dinero. Tampoco le aclararon si la UNT tiene seguros por robo de trabajos de arte.

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