Enfrentó al supuesto asesino y recibió un tiro en el pecho

El móvil del crimen no está claro. El imputado es un cobrador que iba todos los días a la casa de la familia de la víctima para percibir la cuota de un juego de mesa. Eduardo Salcedo tenía 33 años.

TRÁGICO. La Policía realizó pericias en el lugar donde quedó tirado el cuerpo de la víctima. Hubo un fuerte despliegue policial para disuadir disturbios. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA TRÁGICO. La Policía realizó pericias en el lugar donde quedó tirado el cuerpo de la víctima. Hubo un fuerte despliegue policial para disuadir disturbios. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA
18 Diciembre 2014
Su cadáver quedó tirado ayer sobre la vereda de tierra de una precaria vivienda, ubicada en López Mañán al 1.300, en la que funciona un almacén de su familia. Pero en torno al homicidio de Eduardo Benjamín Salcedo, un hombre de 33 años, al que todos conocían como “Lalo” en el barrio 23 de Febrero, en donde murió, hay varias y confusas versiones que deberán ser investigadas al momento de definir cuál será el futuro procesal de Cristian Adrián Palacios, el joven de 23 años a quien se le imputa el asesinato.

El acusado permanece internado en el hospital Padilla por un balazo que recibió en la pierna izquierda. Sin embargo el arma que le infligió esa lesión, una pistola calibre 40, que ya fue secuestrada por la Policía, sería de su propiedad y es señalada como el arma homicida, explicaron fuentes tribunalicias consultadas por este diario.

Palacios trabaja como cobrador de un emprendimiento que se dedica a la venta de muebles que financia en cuotas que cobra diariamente a sus clientes. Fue por eso que llegó alrededor de las 13.30 a la casa de los familiares de la víctima, de acuerdo con los datos recabados por fuentes de la investigación.

El acusado ya había cobrado el dinero que correspondía a ese día cuando la víctima llegó en taxi a la casa de sus familiares. En ese momento, el imputado habría sacado la pistola y comenzó a amenazar a Salcedo y a su familia. Se sospecha que hubo un enfrentamiento y que eso derivó en el disparo que impactó en el pecho de la víctima, que murió casi en el acto.

Ante esta violenta situación, un adolescente de 15 años enfrentó al acusado y, según se explicó, lo sacó a trompadas de la vivienda. Sin embargo todavía no se determinó si el imputado resultó herido en el forcejeo que mantuvo con la víctima o con el menor, que ya fue identificado y puesto a disposición de la Justicia.

Elisa Garlati, una de los familiares de la víctima, sostuvo que Palacios iba todos los días a cobrarles la cuota de un juego de mesa que habían comprado. “Sí lo conocíamos. El se metió en mi casa (por ayer) con un arma y después le pegó a mi tío”, señaló al ser entrevistada por este diario.

Las primeras versiones del supuesto móvil del crimen indicaban que hubo un intento de robo en el que un comerciante mató a un ladrón. Sin embargo esa afirmación se fue desdibujando con el avance de la investigación. Pero será la fiscala Adriana Giannoni, a cargo de la Fiscalía VIII, quien deberá intentar dilucidar cuál fue el motivo de este crimen. El primer paso para ese discernimiento procesal ocurrirá hoy cuando el imputado, el adolescente involucrado y la familia de la víctima presten declaración en la sede del fuero penal.

La violencia sumó una nueva víctima a las estadísticas de este año que se despide con calles teñidas de sangre.

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