18 Diciembre 2014
Había un hecho que no había pasado desapercibido para los familiares de Pablo Alberto Aiziczon, a quien mataron en marzo de 2011. Unos meses antes del crimen, un hombre había amenazado con matarlo porque el profesor de tenis habría tenido una relación con su esposa. Aunque las pruebas indicaron que Jorge Luis Borges había sido el homicida, sospechaban que el crimen podría haber sido por encargo del supuesto esposo engañado.
Sin embargo, el fiscal de Instrucción de la IV° Nominación, Diego López Ávila, investigó esta hipótesis y la descartó: no encontró elementos que unieran a los dos acusados con el entorno del hombre que habría realizado la amenaza.
Fuentes judiciales puntualizaron que a la investigación de esa hipótesis la realizó López Ávila por pedido de la madre de Aiziczon, Susana Napadensky, quien tiene el rol de querellante en la causa.
Los familiares de la víctima le habían contado al ex fiscal Carlos Albaca de sus sospechas, pero el entonces titular de la Fiscalía de Instrucción de la II° Nominación no indagó en esa posibilidad. El requerimiento de elevación a juicio que había realizado Albaca fue declarado nulo a principios de este año por defectos en la imputación, y el expediente fue girado a López Ávila, quien realizó una nueva acusación.
El fiscal concluyó que Aiziczon había ingresado a una página de chat y se había registrado como “Nacho”, acordando una cita de masajes con un usuario de nick “Kary”. “Fue Aiziczon quien circunstancialmente iniciara la conversación vía chat, desechando toda posibilidad de una actividad preordenada en su contra tendiente a provocar el evento criminoso”, concluyó López Ávila.
Además, se descartó que la cita haya tenido fines sexuales, ya que durante toda la conversación que mantuvieron (y que fue recuperada por los especialistas en informática de la división Homicidios y Delitos Complejos) se habló de masajes descontracturantes.
Borges se encuentra acusado de haber actuado con alevosía, al haber golpeado a Aiziczon con un arma cuando estaba acostado, y al dejarlo indefenso le disparó dos veces. Linda Vanesa Martínez, la masajista, fue acusada por encubrimiento agravado.
Sin embargo, el fiscal de Instrucción de la IV° Nominación, Diego López Ávila, investigó esta hipótesis y la descartó: no encontró elementos que unieran a los dos acusados con el entorno del hombre que habría realizado la amenaza.
Fuentes judiciales puntualizaron que a la investigación de esa hipótesis la realizó López Ávila por pedido de la madre de Aiziczon, Susana Napadensky, quien tiene el rol de querellante en la causa.
Los familiares de la víctima le habían contado al ex fiscal Carlos Albaca de sus sospechas, pero el entonces titular de la Fiscalía de Instrucción de la II° Nominación no indagó en esa posibilidad. El requerimiento de elevación a juicio que había realizado Albaca fue declarado nulo a principios de este año por defectos en la imputación, y el expediente fue girado a López Ávila, quien realizó una nueva acusación.
El fiscal concluyó que Aiziczon había ingresado a una página de chat y se había registrado como “Nacho”, acordando una cita de masajes con un usuario de nick “Kary”. “Fue Aiziczon quien circunstancialmente iniciara la conversación vía chat, desechando toda posibilidad de una actividad preordenada en su contra tendiente a provocar el evento criminoso”, concluyó López Ávila.
Además, se descartó que la cita haya tenido fines sexuales, ya que durante toda la conversación que mantuvieron (y que fue recuperada por los especialistas en informática de la división Homicidios y Delitos Complejos) se habló de masajes descontracturantes.
Borges se encuentra acusado de haber actuado con alevosía, al haber golpeado a Aiziczon con un arma cuando estaba acostado, y al dejarlo indefenso le disparó dos veces. Linda Vanesa Martínez, la masajista, fue acusada por encubrimiento agravado.
Lo más popular
