La caída del precio es favorable para el país en el corto plazo

La caída del precio es favorable para el país en el corto plazo

14 Diciembre 2014
La caída en el precio del petróleo tiene impactos de corto plazo ciertamente favorables en un contexto de fuerte desequilibrio en la balanza de divisas y “fiscal” energética y de enorme atraso en los precios internos de la energía (excluyendo los combustibles líquidos cuyos precios ya se ubican por encima de los internacionales), indica un reporte del Estudio Bein & Asociados. Dicho de otro modo, si bien la caída del precio del petróleo no es una buena noticia para algunos de los proyectos de inversión en Vaca Muerta (sobre todo los asociados al petróleo, no ocurre necesariamente lo mismo con los de gas, donde la paridad de importación sigue multiplicando por cinco el precio promedio local que percibe el productor sin subsidio del Estado), tiene tres efectos de corto plazo muy significativos:

• Reduce la brecha de divisas energética en torno a U$S 2.700 millones, desde los U$S 7.700 millones proyectados inicialmente para 2015 en el escenario base.

• Contribuye a moderar el agujero fiscal. Con semi-ancla cambiaria y un supuesto de traslado de sólo 70% de la caída en el precio del petróleo, los subsidios a la energía (13% del gasto público antes de intereses) se mantendrían prácticamente estables en pesos en un contexto donde los ingresos por retenciones a los combustibles han perdido total relevancia después de la pulverización de las exportaciones y la baja de las alícuotas de 2013.

• Amortigua las presiones inflacionarias por la estabilización en el precio de las naftas (a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos donde el traslado al surtidor es inmediato con una caída mayor al 20%, en la Argentina la noticia es que las naftas dejaron de subir luego de acumular un aumento de casi 40% en lo que va del año) y por la menor presión implícita en el reacomodamiento pendiente de precios relativos.

La magnitud de la distorsión sigue siendo muy grande, indica el reporte privado, tanto en gas (donde este año los aumentos al consumo residencial alcanzaron en promedio 280%) como en energía eléctrica (donde la necesidad de recomponer las tarifas se reduciría de 9 veces a algo más parecido a 7, una vez que el precio de importación del gas y/o sus sustitutos empiecen a reflejar la caída en el precio del petróleo).

Como consecuencia del cortoplacismo de la política de combustibles de los últimos años y la pérdida del autoabastecimiento, e Argentina quedó “corta” en petróleo, beneficiándose ahora de la caída en su precio, al igual que lo ocurrido en EEUU, Europa y Japón entre los países desarrollados y China, India, Indonesia y Turquía entre los subdesarrollados, con más margen para manejar la política monetaria en un contexto de menor presión inflacionaria. Claro que en la Argentina, la magnitud de la brecha fiscal, sólo amortigua en el margen la dominancia fiscal, trasladando la presión sobre la estrategia de financiamiento del fisco y del manejo del resto del gasto público, tema decisivo en el año electoral, indica Bein & Asociados. Distinto es el caso de Venezuela, Rusia e Irán donde el desplome en el precio del petróleo afecta en simultáneo las cuentas externas y fiscales agravando la situación de arranque.

Según Ecolatina, la caída en el precio internacional del petróleo “obedece en parte a la apreciación” del dólar a nivel mundial y en Argentina tendrá “diversos efectos. “La caída del precio del petróleo tiene diversos efectos sobre nuestro país: este incide sobre el saldo energético y por lo tanto en la demanda de divisas, en el volumen de subsidios al sector energético así como en los precios internos de combustibles y en el flujo de inversiones destinados a yacimientos no convencionales (Vaca Muerta)”, planteó.

La consultora explicó que los países importadores de petróleo “se ven favorecidos ante un menor costo de sus compras energéticas”. Por otro lado, señaló que “hay que tener en cuenta que en el caso de los no convencionales, el desarrollo de nuevos proyectos está fuertemente ligados a la evolución en el precio internacional del petróleo”. “De hecho, los expertos cuestionan la rentabilidad de los yacimientos no convencionales con un precio del crudo inferior a los U$S 80 por barril”, sostuvo. Por eso, consideró que “en principio, el impacto de los no convencionales sobre la oferta mundial de petróleo podría moderarse”.

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