12 Diciembre 2014
EN PROBLEMAS. Los barras de Sportivo se pelearon con policías cuando intentaron recuperar los elementos que les habían secuestrado. (LA GACETA/Diego Aráoz)
Sportivo Guzmán está en problemas. La Justicia deberá investigar a los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes por haber permitido el ingreso de elementos de pirotecnia y bebidas alcohólicas a La Ciudadela cuando se disputó la final del certamen de la Liga Tucumana de Fútbol. Si son encontrados culpables del delito, según lo estipula la Ley de Violencia en el deporte, podrían recibir una condena de entre un mes y seis años.
El domingo, los policías que participaban del operativo de seguridad, ingresaron al vestuario del equipo de Villa 9 de Julio. Al hacer una simple requisa, encontraron unas 20 bombas de estruendo, bombas de humos y otros elementos de pirotecnia. Como si eso no fuera poco, también descubrieron siete cajas de vino.
Los pesquisas, de manera extraoficial, confirmaron que los voceros del club les dijeron que esos elementos los había ingresado al estadio por pedido de los integrantes de la barra que se los pedirían en algún momento en el estadio.
Los uniformados decidieron retirar los elementos que habían secuestrado, pero cuando los violentos de Sportivo se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo, intentaron recuperarlos. Se generó una trifulca en la que un policía de la montada recibió una pedrada en la cabeza y varios simpatizantes heridos al haber recibido postas de goma en distintas partes de su cuerpo.
Después de haber realizado un informe de lo que había ocurrido, el Comité de Seguridad Deportiva de la Policía, le envió todas las actuaciones al fiscal Arnoldo Suasnábar, que estaba de turno. "La Ley es clara y contempla sanciones para todos aquellos que ayudaran a ingresar y ocultar armas de fuego o elementos de pirotecnia a un estadio. Y eso es lo que aparentemente ocurrió. La Justicia deberá decidir qué hacer", aseguró el comisario Jorge Díaz, titular de la repartición.
Díaz aclaró además que el mismo informe será elevado a la Liga Tucumana de Fútbol. "Creo que también se le debería aplicar una sanción deportiva que la deberá cumplir en el futuro", concluyó.
El domingo, los policías que participaban del operativo de seguridad, ingresaron al vestuario del equipo de Villa 9 de Julio. Al hacer una simple requisa, encontraron unas 20 bombas de estruendo, bombas de humos y otros elementos de pirotecnia. Como si eso no fuera poco, también descubrieron siete cajas de vino.
Los pesquisas, de manera extraoficial, confirmaron que los voceros del club les dijeron que esos elementos los había ingresado al estadio por pedido de los integrantes de la barra que se los pedirían en algún momento en el estadio.
Los uniformados decidieron retirar los elementos que habían secuestrado, pero cuando los violentos de Sportivo se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo, intentaron recuperarlos. Se generó una trifulca en la que un policía de la montada recibió una pedrada en la cabeza y varios simpatizantes heridos al haber recibido postas de goma en distintas partes de su cuerpo.
Después de haber realizado un informe de lo que había ocurrido, el Comité de Seguridad Deportiva de la Policía, le envió todas las actuaciones al fiscal Arnoldo Suasnábar, que estaba de turno. "La Ley es clara y contempla sanciones para todos aquellos que ayudaran a ingresar y ocultar armas de fuego o elementos de pirotecnia a un estadio. Y eso es lo que aparentemente ocurrió. La Justicia deberá decidir qué hacer", aseguró el comisario Jorge Díaz, titular de la repartición.
Díaz aclaró además que el mismo informe será elevado a la Liga Tucumana de Fútbol. "Creo que también se le debería aplicar una sanción deportiva que la deberá cumplir en el futuro", concluyó.
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