La España violenta
No hace falta ir muchos años atrás. En 2009, por ejemplo, la pancarta, gigantesca, mostraba en el Estadio Vicente Calderón a un soldado nazi disparando una MG-42 con la inscripción “Nuestra lucha, Nuestra gloria”. Los hinchas del Atlético Madrid armaron un mosaico con los colores de la bandera nazi. Y en San Mamés, en un partido contra el Athletic Bilbao, esos mismos hinchas, todos ellos miembros del Frente Atlético, quemaron contenedores y provocaron serios destrozos en los alrededores del estadio. Ya habían matado a Aitor Zabaleta, hincha de la Real Sociedad, antes de un partido en el Calderón. “Zabaleta, eras de la ETA” cantaron siempre y hasta hace poco, reivindicando el crimen y pidiendo, además, libertad para su autor, miembro del grupo.

“Cuando comenzamos y el club estaba al borde del desastre fueron los primeros en apoyarnos, son la guía de lo que debe ser esto, estoy orgulloso de ellos”, dice en un video que todavía se puede ver por la web Jesús Gil y Gil, que fue presidente del club en los ’90, alcalde de Marbella, condenado en varios juicios por corrupción, antes de su muerte. Uno de sus miembros, porque no todos son nazis, skinheads o de extrema derecha, sino, simplemente, hinchas fanáticos, dijo una vez que estaba cansado de tener que alentar entre banderas nazis, brazos erguidos y cantos fascistas. Y, mucho antes del desastre del domingo pasado, pidió una reforma del Frente Atlético. “Porque estoy harto de tener que oír que Hitler es del Atleti, tener que saltar al lado de una persona fascista, o que porta símbolos nazis”. El hincha subió inclusive algunos videos a la red: miembros del Frente, con el brazo erguido, cantan “Cara al Sol”, himno de la fascista Falange española. O alientan emocionados al Atlético, pero levantando la imagen de un soldado nazi o con una bandera de Totenkopf, símbolo de las SS, la policía de Hitler. Y reivindican a Josué Estebanez, un ultraderechista condenado a prisión por asesinato (https://www.youtube.com/watch?v=aDSXnnjZAWA).

En este otro link se puede ver un video de los miembros de Frente Atlético, en un partido de 2012 que el equipo, ya dirigido por Diego Simeone, ganó 1-0 en campo de Rayo Vallecano (https://www.youtube.com/watch?v=-B9vWjhyjmA).

Como muchos de los jugadores del equipo, Simeone, que ya era ídolo de los hinchas porque jugaba “con el cuchillo entre los dientes”, miró con simpatía a un grupo que, en su gran mayoría, apoyó al equipo como pocas otras hinchadas en España. Si hasta copiaron cánticos argentinos. “A mi no me interesa en qué cancha jugués/ Local o visitante yo te vengo a ver”, cantaron durante años. La vuelta de Simeone, ahora como DT, su carácter guerrero y ganador, agradó siempre al Frente Atlético, incluído a ese 5 por ciento, o algo más, de hinchas que aman a Hitler. En un festejo por la conquista de la Copa UEFA, de 2012, el volante Jorge Resurrección, “Koke”, figura del renovado Atlético, posó con la calavera conocida como Totenkopf, prohibida por la UEFA por haber sido símbolo de las SS y de una división del Ejército alemán en tiempos de Hitler. La imagen estaba en la bufanda que lucía el jugador. Era una bufanda del Frente Atlético. “Koke” pidió disculpas inmediatas y aclaró que no sabía el significado. “Aceptado, ¿pero cómo es posible que se vendan esas bufandas con símbolos que incitan al odio? Ya es hora de poner fin a tanta imagen neonazi en el fútbol español”, pidió entonces Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia.

Frente Atlético solía cantar cosas como “Ea, Ea, Puerta se marea”, por un jugador de Sevilla que murió en pleno partido por un paro cardíaco. Ahora ya no se burla solo de la muerte ajena. También, sabemos, ha vuelto a matar. Las imágenes del domingo pasado son tremendas. Enfrentamiento pactado, según la policía. Emboscada, según otros. Miembros de los Riazor Blues, ultras de izquierda de Deportivo La Coruña, bajaron de los micros cerca de las 9 de la mañana, poco antes del partido, y fueron molidos por los de Frente Atlético. A uno de ellos, Francisco Javier Romero Taboada, “Jimmy”, 43 años, un hijo pequeño, antecedentes penales, le pagaron con una barra de hierro y lo arrojaron al río Manzanares, donde fue rescatado por buzos del cuerpo de bomberos. Murió poco después. El fútbol español anuncia ahora el fin de las agrupaciones ultras. Y el Atlético, algo tarde, anuncia el fin de su vínculo con el Frente Atlético.

Informes policiales contradicen versiones de testigos presenciales e inclusive declaraciones de uno y otro club sobre cómo no se cuidó el domingo pasado el arribo de los Riazor Blues al Vicente Calderón. No solo no controló el arribo de los micros. Sino que, además, la policía, con la gresca estallada, tardó casi media hora en llegar al lugar. Desde escenarios neutrales pidieron condenas más explícitas del Atlético, de sus dirigentes, jugadores y cuerpo técnico, por la muerte del hincha de Deportivo. No les resulta fácil hacerlo. Al que sí apuntaron, en cambio, fue a Javier Lendoiro, retirado recientemente tras ejercer como presidente del Deportivo durante los últimos 25 años. La Liga de Fútbol Profesional de España (LPF), la agrupación de los clubes que tiene tanto o más poder que la Federación, quitó a Lendoiro el cargo de “embajador”. No le perdonaron que asistiera al entierro de Jimmy, el miércoles pasado en La Coruña. El cajón estaba cubierto por una bandera de Los Suaves, el movimiento de los Riazor que Jimmy integraba, y la leyenda “Los tuyos no te olvidan”.

“A una afición ultra no se le puede mandar un mensaje de apoyo”, se enojó también con Lendoiro Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD). Cardenal cuenta ahora que Miguel Angel Gil y Tino Fernández, presidentes del Atlético y Deportivo, están recibiendo amenazas por su decisión echar a los ultras de las tribunas. Lo exige el gobierno. Por lo pronto, un total de 88 ultras implicados en la gresca del domingo fueron multados con hasta 60.001 euros y prohibición de acceso a los estadios hasta por cinco años. Todos los clubes deberán expulsar ahora a las peñas violentas. Los que no lo hagan sufrirán quita de puntos. Habrá listas con hinchas que tendrán ingreso prohibido a los estadios, algo así como nuestro derecho de admisión. Se perfeccionará la tecnología para identificar a quienes ingresen y cada club tendrá que tener un director de seguridad.

En algunas radios argentinas, al comentar la violencia de la afamada Liga de las Estrellas, se escuchó algó así como “¿vieron? Sucede en todas partes”. Casi como atenuando el desastre de nuestras barras bravas. Casi simultáneamente, se supo que Franco Nieto, 33 años, capitán de Tiro Federal, de Aimogasta, La Rioja, había muerto ese domingo de un ladrillazo en la cabeza que le arrojaron hinchas de Chacarita, de la misma ciudad, en un partido caliente, que terminó con incidentes, el día anterior. Y que la noticia fue casi tema policial, no futbolístico. En nuestro fútbol, es un hecho, la violencia de las barras está naturalizada.

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