Acerca de las formas del olvido y el recuerdo

Acerca de las formas del olvido y el recuerdo

07 Diciembre 2014

NOVELA

ASÍ EMPIEZA LO MALO

JAVIER MARÍAS

(Alfaguara - Buenos Aires) 

El joven De Vedere, recién salido de la universidad, es contratado por el cineasta Eduardo Muriel como su secretario personal y traductor. En Madrid de principios de los ochenta, se vive la transición del régimen dictatorial a la democracia: “aquel horizonte- medita De Vedere muchos años después- nos parecía un sueño al que nos costaba dar crédito, y la sensación predominante era de alivio y de ser en verdad afortunados: íbamos a librarnos de un régimen totalitario sin pasar por otra carnicería”.

Pero Así empieza lo malo, el nuevo libro de Javier Marías recientemente editado por Alfaguara, no es una novela centrada en la actuación política: sus protagonistas no son revolucionarios, ni luchadores anti-régimen, tan sólo personajes atravesados por la historia. La prosa de Javier Marías va marcando la cadencia a favor de la extensión de la trama, por momentos rápida y por otros especulativa.

Aquel horizonte ensoñador de la democracia está mediado por una condición: el silencio. El ocultamiento y el secreto se extienden sobre la sociedad española como un espectáculo del que son todos protagonistas. Muriel pedirá a su secretario que sonsaque a un viejo amigo, el doctor Van Vechten, un profesor que colecciona ediciones de Cervantes y del que se rumorea ciertos devaneos indecentes. A través de los secretos del doctor se observan las complejidades de un matrimonio y la relatividad de todas las verdades. La narración, a fin de cuentas, es una forma de conjurar el olvido.

Paso a paso las historias personales, como el antiguo éxito de las películas de Muriel, las infidelidades de su esposa y los episodios puntuales de una España que ha quedado en el pasado, establecen un paralelismo con las transformaciones políticas: ¿Hasta qué punto somos capaces de dejar el pasado atrás?

Se trata de una novela sobre el perdón y el olvido, un largo monólogo interior que medita sobre las formas del pasado, como narración y como memoria.

© LA GACETA
SALVADOR MARINARO

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