29 Noviembre 2014
ANALÍA. La joven nació en Tucumán pero hasta 2012 vivió en Misiones. FOTO TOMADA DE CLARIN.COM
BUENOS AIRES.- Una joven tucumana que se encontraba desaparecida desde los primeros días de agosto fue hallada descuartizada en un descampado del barrio Tristán Suárez, partido de Ezeiza. Un cotejo genético determinó que son de Analía Oliveira, de 24 años, las piernas encontradas en un baldío. La Justicia investiga quién asesinó a la tucumana y tiró parte de sus restos en ese predio, informó el diario "Clarín".
Oliveira fue vista por última vez el 9 de agosto, cuando salió de la casa donde vivía junto a la ex pareja de un hermano suyo. La joven había estado viviendo en Misiones hasta 2012, cuando se mudó a Buenos Aires con el que por entonces era su novio, un cadete militar al que primero había acompañado a Río Gallegos. Antes había vivido en la localidad misionera de La Candelaria, donde estudiaba Turismo y trabajaba en una panchería.
En Buenos Aires, la tucumana trabajaba como empleada doméstica en la casa de una familia en un barrio privado. El 9 de agosto le dijo a Samanta, quien vivía con ella, que regresaría al día siguiente. Sin embargo, nunca apareció. La joven hizo la denuncia recién 12 días después, según la familia de la chica.
Macabro hallazgo
El 18 de agosto -cuando todavía no se había denunciado la desaparición- una pareja encontró dos piernas envueltas en una bolsa en un arroyo, en medio de en un descampado. Hasta ese momento nadie conectaba ambos casos.
Días después, la Justicia decidió hacer un cotejo genético con sangre de los padres de Analía. Según fuentes de la investigación, los resultados de la asesoría Pericial de La Plata dieron positivos. De todas maneras, la madre de la joven solicitó al fiscal de Ezeiza Carlos Hassan que repitan la pericia.
Tanto el ex novio, del que se separó una semana antes de desaparecer, como la joven con la que vivía estuvieron en la mira de la investigación. Según los investigadores, no hubo ninguna actividad ni en su celular ni en las redes sociales que permitiera reconstruir sus últimos pasos.
Oliveira fue vista por última vez el 9 de agosto, cuando salió de la casa donde vivía junto a la ex pareja de un hermano suyo. La joven había estado viviendo en Misiones hasta 2012, cuando se mudó a Buenos Aires con el que por entonces era su novio, un cadete militar al que primero había acompañado a Río Gallegos. Antes había vivido en la localidad misionera de La Candelaria, donde estudiaba Turismo y trabajaba en una panchería.
En Buenos Aires, la tucumana trabajaba como empleada doméstica en la casa de una familia en un barrio privado. El 9 de agosto le dijo a Samanta, quien vivía con ella, que regresaría al día siguiente. Sin embargo, nunca apareció. La joven hizo la denuncia recién 12 días después, según la familia de la chica.
Macabro hallazgo
El 18 de agosto -cuando todavía no se había denunciado la desaparición- una pareja encontró dos piernas envueltas en una bolsa en un arroyo, en medio de en un descampado. Hasta ese momento nadie conectaba ambos casos.
Días después, la Justicia decidió hacer un cotejo genético con sangre de los padres de Analía. Según fuentes de la investigación, los resultados de la asesoría Pericial de La Plata dieron positivos. De todas maneras, la madre de la joven solicitó al fiscal de Ezeiza Carlos Hassan que repitan la pericia.
Tanto el ex novio, del que se separó una semana antes de desaparecer, como la joven con la que vivía estuvieron en la mira de la investigación. Según los investigadores, no hubo ninguna actividad ni en su celular ni en las redes sociales que permitiera reconstruir sus últimos pasos.
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