Se definen concursos de la Escuela Judicial

Se definen concursos de la Escuela Judicial

El comité académico elevó las propuestas para la dirección y secretaría de ese organismo

26 Noviembre 2014
Los concursos controvertidos de la Escuela Judicial entraron en la fase decisiva. El 21 de noviembre pasado, el comité académico del Consejo Asesor de la Magistratura (CAM) elevó a los consejeros dos tercetos de donde surgirán los primeros director y secretario del instituto creado en 2013. Aspiran al primer puesto los postulantes Carmen Fontán, Fernando Ganami y Rosa Luz Casen, mientras que Ganami, María Isabel Rico Velaz y Pedro Cagna son candidatos a la secretaría. Al modo del Poder Ejecutivo respecto de las ternas para las vacantes judiciales, el CAM dejó de lado el carácter vinculante del orden de mérito y se reservó la potestad de elegir entre los tres finalistas de cada proceso.

El trámite de los concursos de la Escuela corrió en medio de la polémica, luego de que este diario difundiera que, con la excepción de la secretaria Sofía Nacul, el personal del CAM había sido designado en forma discrecional -los nombramientos favorecieron a allegados de los consejeros-, pese a que el reglamento establece que el ingreso al órgano procede por concurso de oposición y antecedentes. Ganami mismo había entrado al CAM primero como asesor de la presidenta Claudia Sbdar (en marzo de 2013), y a los pocos meses fue ascendido a prosecretario interino y, luego, titularizado con el encargo de organizar la naciente Escuela Judicial.

Al poco tiempo, el CAM desafectó a Ganami porque el prosecretario se había inscripto en los dos procesos. Ni él ni el otro aspirante a secretario de la casa, Juan Pablo Sánchez, ex asesor del consejero Antonio Bustamante y también empleado nombrado “a dedo”, pidieron licencia durante la sustanciación de los concursos. Antes de la desafectación, Sbdar, y Alejandra Gils Carbó, procuradora general de la Nación, y Stella Maris Martínez, defensora general de la Nación, nombraron respectivamente a Ganami y a Diego Duquelsky Gómez como funcionarios de enlace entre las escuelas de sus respectivas instituciones mediante un convenio. Ello no fue óbice para que Duquelsky Gómez interviniese en el concurso de secretario de la Escuela con la calidad de jurado. Tanto Ganami como el evaluador dijeron que el convenio no había sido ejecutado y que, por ende, no habían tenido un trato que justificase una excusación.

La controversia generó pedidos de renuncia para los consejeros Bustamante y Federico Romano Norri. En octubre, estas y otras autoridades del CAM firmaron un acuerdo en el que declararon que los nombramientos discrecionales habían sido fruto del consenso.

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