25 Noviembre 2014
BUENOS AIRES.- El juicio por abuso sexual de niños contra Ricardo Javier Ocampo, conocido como Maestro Amor, se reanudará hoy en Catamarca posiblemente con los alegatos, mientras el acusado dijo que espera que se descubra que fue víctima de extorsión, porque “lo otro es secundario”.
Fuentes judiciales señalaron que tras la declaración de los testigos, incluido uno que intentó levantar su denuncia contra Ocampo, hoy se incorporarán los últimos elementos de prueba en la causa, para luego dar paso a los alegatos con la acusación de la Fiscalía, la demanda de la querella y la defensa del imputado. Estimaron que la Cámara Penal 2 del Crimen de Catamarca podría dictar sentencia la semana próxima, en la causa por seis hechos de abuso sexual y corrupción de menores contra dos niños que vivían con sus familias en la comunidad “Meditazen”, que dirige Ocampo desde hace trece años.
“Secundario”
“Lo que quiero demostrar ahora no es otra cosa que cómo funcionó este chantaje, porque todo esto empezó con una extorsión”, indicó en una entrevista que publicó el diario El Esquiú. Argumentó que las denuncias en su contra comenzaron “con un interés monetario de una persona muy ambiciosa que estamos buscando la justicia y nosotros, y no lo podemos encontrar”.
Ocampo resaltó que imaginaba “que los jueces hacen uso del sentido común y leen la mentira de lo que se está diciendo, a partir de las contradicciones y de la falta de veracidad de los hechos, porque yo también puedo denunciar a cualquiera por violación. A lo que quiero llegar es a que se descubra la extorsión, porque lo otro es secundario”, remarcó el acusado.
“Por eso, yo, en una de las salidas, dije: ‘Huele a mucha mentira’”, añadió, pero no dio mayores detalles sobre las denuncias de abuso sexual que fueron respaldadas por informes psiquiátricos y testimonios de sus padres.
Ocampo, nacido en La Rioja hace 40 años, llegó a Catamarca en 2001 cuando se instaló en Colonia del Valle donde creó la comunidad “Meditazen”, en la que viven familias que siguen su filosofía de vida, y erigió un hotel y una ermita.
El hombre, que se define como un “facilitador”, encabeza emprendimientos múltiples como la dirección de seminarios y de un equipo de fútbol donde juega de delantero con el número 9, creó las coreografía de grupos de baile, actúa, publicó varios libros y editó tres discos de pop latino. (DyN)
Fuentes judiciales señalaron que tras la declaración de los testigos, incluido uno que intentó levantar su denuncia contra Ocampo, hoy se incorporarán los últimos elementos de prueba en la causa, para luego dar paso a los alegatos con la acusación de la Fiscalía, la demanda de la querella y la defensa del imputado. Estimaron que la Cámara Penal 2 del Crimen de Catamarca podría dictar sentencia la semana próxima, en la causa por seis hechos de abuso sexual y corrupción de menores contra dos niños que vivían con sus familias en la comunidad “Meditazen”, que dirige Ocampo desde hace trece años.
“Secundario”
“Lo que quiero demostrar ahora no es otra cosa que cómo funcionó este chantaje, porque todo esto empezó con una extorsión”, indicó en una entrevista que publicó el diario El Esquiú. Argumentó que las denuncias en su contra comenzaron “con un interés monetario de una persona muy ambiciosa que estamos buscando la justicia y nosotros, y no lo podemos encontrar”.
Ocampo resaltó que imaginaba “que los jueces hacen uso del sentido común y leen la mentira de lo que se está diciendo, a partir de las contradicciones y de la falta de veracidad de los hechos, porque yo también puedo denunciar a cualquiera por violación. A lo que quiero llegar es a que se descubra la extorsión, porque lo otro es secundario”, remarcó el acusado.
“Por eso, yo, en una de las salidas, dije: ‘Huele a mucha mentira’”, añadió, pero no dio mayores detalles sobre las denuncias de abuso sexual que fueron respaldadas por informes psiquiátricos y testimonios de sus padres.
Ocampo, nacido en La Rioja hace 40 años, llegó a Catamarca en 2001 cuando se instaló en Colonia del Valle donde creó la comunidad “Meditazen”, en la que viven familias que siguen su filosofía de vida, y erigió un hotel y una ermita.
El hombre, que se define como un “facilitador”, encabeza emprendimientos múltiples como la dirección de seminarios y de un equipo de fútbol donde juega de delantero con el número 9, creó las coreografía de grupos de baile, actúa, publicó varios libros y editó tres discos de pop latino. (DyN)
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